Snap Fitness aterriza en España y prevé la apertura de 100 gimnasios en cuatro años

A pesar de que el mercado español se encontraba en su punto de mira desde hace tiempo, debido al potencial que presenta este mercado para la industria global del fitness, no ha sido hasta este pasado 2015 que la compañía americana Snap Fitness se ha decidido al fin a lanzar su proyecto de gimnasios de proximidad abiertos las 24 horas en nuestro territorio.

Para ello ha confiado su expansión a un grupo de profesionales con experiencia tanto en el ámbito del fitness como de la franquicia que operan como la filial Snap Fitness Iberia y al frente de la cual se encuentra su Ceo Albert Marco.

100 gimnasios en cuatro años

Marco explica que “empezamos a trabajar en la introducción de Snap Fitness en España en marzo de 2015 y tras casi un año de trabajo, hemos abierto el primer gimnasio Snap Fitness en suelo español en Barcelona y tenemos proyectados al menos cinco más. Con una previsión de poder alcanzar los 100 centros en toda España hacia finales del año 2020”.

Un plan de expansión ambicioso y similar al que ya hemos oído a otras cadenas de gimnasios, pero del que Marco asegura que “se ha definido esta cifra porque es plausible”.

El primer Snap Fitness, en funcionamiento desde este pasado diciembre, es un centro operativo propio y se ubica en la calle Nicaragua nº27-29 de Barcelona. Está previsto que el resto de gimnasios que se abran sea bajo el régimen de franquicia, habiendo planificados ya al menos cinco proyectos, de los cuales el primero verá la luz en Tarragona previsiblemente a finales de marzo de 2016, convirtiéndose en el segundo gimnasio de la cadena en España.

De los otros proyectos, Snap Fitness no ha querido desvelar sus futuras ubicaciones por el momento, tan solo asegurando que “hemos recibido ya más de 500 solicitudes de candidatos interesados en abrir un Snap Fitness en España”.

Requisitos para los franquiciados

Sobre los requisitos a los futuribles franquiciados, Albert Marco comenta que “estamos poniendo unos requisitos estrictos desde dos vertientes, la económica y el perfil del candidato”. Sobre la primera, Snap Fitness Iberia ha determinado que el franquiciado deberá aportar un capital mínimo de 100.000 euros, que representaría el 20% del total de la inversión. Pero además, debe presentar un perfil con “vocación de servicio, interesado en el deporte en general e implicado en el proyecto”.

En cuanto a las posibles localizaciones de los gimnasios, la empresa contempla “un territorio de entre 500 y 1.000 metros de radio, donde la densidad de población debe ser de un mínimo de 30.000 habitantes”. La franquicia facilita el proyecto con presupuesto, llaves en mano, y será el franquiciado el que seleccione al contratista para ejecutar las obras de su gimnasio.

“Lo que nos diferencia de otras empresas franquiciadoras es que tenemos claro nuestro papel de franquiciadores y no de operadores de gimnasios. Nuestra mentalidad, prioridad y vocación se dirige a servir al futuro franquiciado, que será el que operará el gimnasio, no nosotros”, añade Marco.

Ser el referente en gimnasios 24 horas

Albert Marco asegura que el producto Snap Fitness en España dista del original americano, ya que “ha sido adaptado a las necesidades y gusto local”.

No obstante, la empresa persigue el mismo objetivo que en Estados Unidos, queriéndose convertir en la referencia dentro del segmento de gimnasios de proximidad abiertos las 24 horas. Y lo quiere conseguir con un producto “que ha evolucionado el modelo de negocio de proximidad hacia una calidad premium”, señala Marco quien añade que “todos los elementos dentro de un gimnasio Snap Fitness recuerdan que nos encontramos ante un centro premium, desde los acabados al equipamiento, el sistema tecnológico y el servicio”.

Snap Fitness nació en Minnesota (Estado Unidos) en 2003 y en la actualidad cuenta con más de 2.000 clubes repartidos por todo el mundo. Sus centros suelen presentar una superficie media de unos 500 metros cuadrados y un horario de apertura las 24 horas del día. Los centros cuentan con personal cualificado, clases dirigidas y vestuarios individuales con ducha, bajo una cuota mensual de entre 35 y 45 euros al mes, sin permanencia.