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YogaOne aprovecha el confinamiento para ganar músculo digital

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LIDERAZGO EN EL DÉCIMO ANIVERSARIO. Este año se cumple el décimo aniversario de la creación de la cadena YogaOne liderada por Jordi Canela. Hoy cuenta con dos centros propios y 36 franquicias, lo que sitúa a la enseña como la líder en España de esta modalidad.

(14-4-2020). Yogaone, la principal cadena de esta disciplina que opera en España, está viviendo actualmente un gran crecimiento de seguidores en sus redes sociales y de practicantes a través de sus clases online. Su máximo responsable, Jordi Canela, nos explica como han impulsado la vertiente digital del negocio y cómo preparan la reapertura.

Tal y como ocurre con el resto de las actividades económicas, el mundo del yoga está tratando de adaptarse al confinamiento por el coronavirus modificando su actividad. En plena crisis por la pandemia, esta práctica gana adeptos día tras día por sus asequibles requisitos (no hay que salir de casa y solo se necesita el cuerpo) y, también, por sus efectos en el bienestar físico, mental y espiritual de las personas. “La gente ahora está con miedo e incertidumbre, y el yoga les ayuda a calmarse y a estar más ‘equilibrados’”, constata Jordi Canela, maestro de yoga y cofundador de YogaOne, la cadena de esta disciplina de los centros DIR, y que es líder en España en su sector.

Al cumplir este año el décimo aniversario de su fundación (se creo en 2010), YogaOne cuenta hoy con 38 centros, dos de los cuáles son propios y el resto, franquicias. El coronavirus les llegó en un momento de crecimiento y les ha obligado a impulsar distintos ERTEs, algunos de parciales y otros de completos. La paralización por completo de su actividad presencial les llevó a replantear su estrategia.

ADAPTARSE A LAS DEMANDAS DE LOS CLIENTES

El primer paso, para tratar de minimizar la pérdida de socios, fue “adaptarse a la gente”. “Se han tomado medidas que nos permitían adaptar la facturación a las necesidades de los clientes. Al trabajar con franquicias, se les ha dado a los centros la posibilidad de escoger entre distintas opciones para que el cliente tenga libertad. Unos han decidido congelar las cuotas, otros mantener cuotas de mantenimiento, es decir, una cuota reducida del 20% que permite cubrir los gastos de cada local y que evita que los clientes se den de baja. Después no se paga la matrícula.

Otros han ofrecido alargar los meses y ofrecer puntos de fidelización a quiénes las mantuvieran. Además, reciben el servicio online, que justifica la cuota de mantenimiento”, cuenta Canela. Cada centro tiene libertad para decidir entre opciones distintos.

PÉRDIDAS VARIABLES

Jordi Canela no pone cifras a la pérdida de socios y consecuentemente de ingresos que el confinamiento, a causa de la pandemia del coronavirus, podría provocar. Sostiene que es “difícil de pever”, que todo dependerá de cuánto se alargue el periodo de cierre, así como del modelo de reapertura que se establezca que ya presagia que será escalonado. No obstante señala que, en líneas generales, el parque español de centros deportivos podría perder entre un 5%, “los que hayan gestionado bien este periodo”, y un 20-30%.

 

Para paliar el golpe hay que tirar de ingenio. En Yogaone trabajan en distintos frentes. Por un lado, tratan de mantener las ventas de nuevos clientes que sean aplicables una vez toda esta crisi haya quedado atrás. “Quien lo haya gestionado bien podría tener un regreso como los arranques que se viven en septiembre o en enero, ya que habrá gente que no habrá podido moverse mucho y tendrá ganas de hacerlo”, reconoce el cofundador de YogaOne.

EL AUGE DEL YOGA ONLINE

La cadena aprovecha estas semanas para planificar nuevos planes de higiene y control de los clientes a nivel sanitario, así como mejorar las opciones de formación, la captación de clientes o los sistemas operativos. Pero el principal volumen de trabajo se centra, ahora mismo, en potenciar su cara digital. Una rama de su negocio que está creciendo exponencialmente y que ha llegado para quedarse. “Estamos recibiendo muchas más visitas de las habituales. Hemos creado un gimnasio virtual con unas 50 sesiones para nuestros clientes para que practiquen desde casa y cada vez lo están utilizando más. En clas clases virtuales estamos accediendo a unas 10 veces más de personas por sesión. Nos ha sorprendido positivamente, como también el crecimiento en las redes sociales: hemos triplicado el número de seguidores”, confiesa Canela.

La intención de la cadena es ir añadiendo contenidos tanto para sus socios como para el público en general. Potenciar la parte online en su web, Youtube, Instagram, Facebook y blogs es ahora la gran prioridad, ya que no es algo temporal, sino “una nueva línea de negocio y útil también tanto para la captación como la fidelización de clientes. Esto ha llegado para quedarse. Mucha gente ya ha cogido el hábito o la consciencia de que esta puede ser una vía para empezar”.

NUEVOS PÚBLICOS

El impulso del yoga a través de una pantalla les ha permitido descubrirse ante nuevos públicos que antes no conocían o practicaban este deporte. “Se ha abierto un tipo de negocio que antes no existía”, comenta el Canela. “Mucha gente no sabía ni cómo ni cuándo empezar, y ahora lo tienen más fácil, desde sus casas a través de las redes sociales. Tienen más tiempo y es una práctica fácil de hacer desde ahí”, añade.

Desde YogaOne, pese a todo, ponen un gran énfasis en la importancia de hacer clases de introducción para conocer cómo practicar yoga de forma correcta. “Vía online hacen falta más correcciones verbales, que sirven para todos, pero no se pueden hacer las físicas. En el yoga presencial la experiencia es mucho más potente. En contacto con el profesor, el aprendizaje es más rápido, y la práctica colectiva es como un círculo virtuoso. Desde casa pierdes ese factor personal y cercano, pero lo tienes más fácil y puedes contactar con profesores de distintos niveles y lugares de cualquier sitio del mundo”.

Según Canela, el yoga virtual se acabará consolidando dentro de pocos años. “La tecnología ya existe, pero ponerla al alcance de todo el mundo es más complicado”, sentencia.

PREPARADOS PARA LA VUELTA A LA NORMALIDAD

En YogaOne son prudentes a la hora de vaticinar una fecha de regreso a la normalidad. Lo que sí está en sus manos es en tomar las medidas oportunas para que, cuando sea posible volver a sus centros, la gente lo haga sin miedo a posibles contagios. “Al inicio de esta crisis ya tomábamos la temperatura para prevenir que gente enferma pudiera entrar. Así disminuyes bastante el riesgo”, constata Canela, quien deja claro que sus centros potenciarán las medidas higiénicas.

Según precisa el máximo responsable de YogaOne, “el yoga una disciplina donde no hay contacto. Además, marcamos los puntos donde la gente se tiene que poner para que haya cierta distancia. La gente no se debería preocupar en exceso en ese sentido”, aclara el cofundador de la empresa.

El reto está claro: lograr volver más fuertes que cuando tuvieron que cerrar.


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