(31-3-2020). El director comercial de Calzados Bestard, Mats Lindholm, valora que la situación actual es “un duro golpe” tanto para la compañía como para todo el mercado del outdoor y espera encontrarse con “una demanda acumulada por parte del usuario final” una vez finalizado el confinamiento.
Calzados Bestard decidió cerrar temporalmente su fábrica desde el primer día de confinamiento, interrumpiendo temporalmente su producción de calzado outdoor, pero siguió manteniendo un servicio mínimo de oficinas y logística hasta la entrada en vigor, ayer lunes, del Real Decreto que obliga a paralizar cualquier actividad no considerada esencial. La compañía mallorquina ha anunciado, por tanto, que se ha visto obligada a cerrar temporalmente la empresa en su totalidad y que no tramitará pedidos, como mínimo, hasta el 9 de abril, ya que ese día es jueves santo.
La enseña ha solicitado un expediente de regulación de empleo temporal para la plantilla de la actividad fabril, mientras sigue atendiendo emails desde casa, aunque no puede hacer gestiones que requieren la presencia física en las instalaciones.
Gran efecto negativo
El director comercial de Bestard, Mats Lindholm, lamenta que este parón tiene “un efecto negativo muy grande”, con todas las tiendas físicas cerradas no sólo en España sino en gran parte del mundo. Hasta el cierre temporal de toda la empresa, señala que aún recibían algunos pedidos de operadores online, si bien, debido al confinamiento, el cliente fina no puede viajar ni salir, por lo que la demanda de los negocios de Internet también ha disminuido en gran medida. Además, añade que la incertidumbre económica también influye en el consumo.
La incertidumbre sobre la duración de esta situación hace que sea muy difícil adivinar cuál será el resultado final
El responsable de ventas incide en que la crisis del Covid-19 es “un duro golpe” tanto para Bestard como para las demás empresas del mercado, proveedores y puntos de venta. “La incertidumbre sobre la duración de esta situación hace que sea muy difícil adivinar cuál será el resultado final, cuántas empresas podrán aguantar o qué pasará con las programaciones, las entregas de producto, etc.”, expone.
Lindholm confía en que, una vez superada la emergencia sanitaria, el sector pueda volveré a trabajar con normalidad lo más rápido posible y que “nos encontremos con una demanda acumulada por parte del usuario final, con muchas ganas de volver a salir a disfrutar de la montaña y la naturaleza”.
Mensaje de apoyo a clientes y usuarios
Como empresa familiar con 80 años de trayectoria, el director comercial recuerda que “nos hemos enfrentado a muchos desafíos a lo largo de nuestra historia” y asegura que, aunque esta es una situación extraordinaria, “continuaremos nuestro negocio con pasión, apoyando a nuestra gente y a nuestros clientes con la misma visión y valores desde el día en que comenzamos”.
Desde Bestard quieren enviar además su apoyo a cualquier familia afectada y piden tanto a clientes como a usuarios que tomen las precauciones necesarias para mantenerse sanos.
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