El fundador de Patagonia regala la empresa a una entidad sin ánimo de lucro que protege la naturaleza

Patagonia cambia de manos. “Ahora la tierra s nuestro único accionista”, afirma su fundador, Yvon Chouinard, en una carta en la que explica que él y su familia han ‘regalado’ la empresa de ropa deportiva, valorada en 3.000 millones de dólares, a dos nuevas entidades: Patagonia Purpose Trust (se queda las acciones con derecho a voto) y Holdfast Collective, una organización que invertirá los beneficios de la empresa a proteger el planeta y que recibe el 98% de la compañía, correspondiente a las acciones sin derecho a voto.

Cada año, los beneficios que no se reinviertan en la empresa serán distribuidos por Patagonia como dividendo al Holdfast Collective para ayudar a combatir la crisis medioambiental. Patagonia seguirá siendo una empresa con ánimo de lucro, pero será Holdfast Collective quien gestione los beneficios de la misma. Patagonia, de hecho, ya ha donado 50 millones de dólares a esta entidad y espera poder aportar un dividendo anual de unos 100 millones de dólares, en función de la salud del negocio.

Yvon Chouinard, de 83 años, junto con su mujer y sus dos hijos, han decidido a renunciar a la propiedad de su empresa, aunque en vez de venderla han optado por una solución filantrópica. El objetivo de esta iniciativa no es otro que “mantener intactos” los valores de la compañía, ha explicado Chouinard, que fundó Patagonia hace más de medio siglo.

“En lugar de extraer valor de la naturaleza y transformarlo en riqueza, estamos utilizando la riqueza que crea Patagonia para protegerla. Estamos haciendo de la Tierra nuestro único accionista. Me tomo muy en serio lo de salvar el planeta”, escribe el fundador en el comunicado.

NUEVA ESTRUCTURA

A través de esta decisión, la familia muestra su rechazo a las normas empresariales y muestra su amor por el medio ambiente. “Ojalá esto influya en una nueva forma de capitalismo que no termine con unos cuantos ricos y un montón de pobres. Regalaremos la máxima cantidad de dinero a las personas que trabajan activamente para salvar este planeta”, ha comentado el fundador de Patagonia.

La nueva estructura está diseñada para preservar la independencia de la empresa y garantizar que los beneficios se usen para combatir la crisis climática y proteger espacios naturales por todo el mundo. Las acciones con derecho a voto (el 2% del total) las tiene una compañía supervisada por los miembros de la familia Chouinard.

Esta fórmula legal se ha elegido para que proteja los valores que el fundador de la empresa quiso inculcar: “Demostrar, como empresa con ánimo de lucro, que el capitalismo puede ayudar al planeta”.

Patagonia seguirá siendo una B Corp y continuará donando el 1 % de las ventas cada año a activistas comunitarios. La dirección de la empresa no cambia. Ryan Gellert seguirá siendo el CEO y la familia Chouinard seguirá formando parte del consejo de administración de Patagonia, junto con Kris Tompkins, Dan Emmett, la Dra. Ayana Elizabeth Johnson, Charles Conn (presidente del consejo) y Ryan Gellert.

La familia Chouinard también guiará al accionista mayoritario de la empresa, Patagonia Purpose Trust, eligiendo y supervisando el consejo de administración de Patagonia. También guiarán el trabajo filantrópico realizado por el Holdfast Collective. Actuando conjuntamente, el consejo de administración de Patagonia y el Patagonia Purpose Trust trabajarán por el éxito continuado de la empresa a largo plazo, asegurando al mismo tiempo que se mantenga fiel a su propósito y valores.