Tijeretazo a las programaciones de invierno

El invierno arrancó viento en popa para los mercados del outdoor y la nieve. Frente a los años anteriores, las temperaturas bajaron antes de tiempo y noviembre fue un mes inusualmente frío en toda la geografía española. La mayoría de las estaciones de esquí de la península inauguraron la temporada antes de lo previsto y la sensación generalizada de invierno impulsó el sell out de los comercios de nieve y montaña. El dinamismo se mantuvo durante el mes de diciembre y las Navidades y los detallistas llegaron con buenos ánimos y buena predisposición de compra a las programaciones, que muchas marcas empiezan a ‘recoger’ en el mes de enero.

Sin embargo, precisamente en el mes de enero arrancó un periodo anticiclónico que ha dejado muy pocas precipitaciones y el frío sólo se ha notado durante días puntuales. Los minoristas de deporte, particularmente los de outdoor, aseguran que la repercusión sobre las ventas ha sido clara, con un marcado estancamiento de aquellos productos destinados a combatir el frío, principalmente la ropa de abrigo y las primeras capas térmicas. El calzado, sin embargo, mantendría el equilibrio del que goza en los últimos años y no se habría visto afectado por la situación meteorológica.

Más stocks, menos programaciones

Las tiendas de montaña señalan que la ralentización del sell out ha provocado una acumulación de stocks, principalmente de textil. Dicen que, a pesar de las campañas de rebajas, ofertas y promociones especiales que el retail pone en marcha, adolecen de un exceso de determinados productos, lo que les ha hecho replantearse las programaciones efectuadas en el mes de enero “con más alegría”. “Hemos tenido que ajustar el sell in según las nuevas previsiones del material que nos quedará sin vender este invierno”, sostienen desde una importante enseña de tiendas de outdoor.

El recorte de los pedidos iniciales para la próxima temporada de frío 2020-21 se ha traducido, en algunos casos, en la pérdida del descuento que ofrecen los proveedores por volumen de compra, pero los detallistas defienden que prefieren ser cautos antes que acumular material que luego se verán obligados a saldar.

Los suministradores de productos outdoor también han tenido que reajustar sus órdenes a fábrica y se muestran molestos por la cancelación o rebaja en las compras iniciales de un sell in que preveían más positivo de lo que parece que acabará siendo.

No todo está perdido para el sector de la nieve

Las tiendas de nieve se muestran un poco más optimistas que las de outdoor. Dentro del contexto de precaución generalizada que se vive en el gremio, que ha visto una drástica reducción de puntos de venta en los últimos años así como la creciente competencia de Internet, el buen arranque de la temporada blanca dio un gran respiro al sector. No en vano los principales operadores de la distribución afirman que la Purísima y la Navidad pueden generar hasta el 40 o 50% de los ingresos de la campaña.

A pesar de la ausencia de grandes nevadas más allá de la borrasca Gloria, los sistemas de producción de nieve han permitido que la mayoría de las estaciones siguieran abiertas y que febrero fuera un mes aceptable. El descenso de las temperaturas en los últimos días, e incluso la caída de algunas precipitaciones, amplían las esperanzas sobre el último tramo de la temporada blanca.

No obstante, las programaciones de material para deportes blancos se suelen realizar más tarde, al término de la temporada, por lo que los detallistas del sector todavía tienen un poco de margen para decidir sus compras de cara al año que viene.