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ESENCI@L

Operadores comparan el impacto económico que podría tener la restricción de agua con el Covid

Alertan de “fuertes” afectaciones para los clubes deportivos catalanes si no revierte la sequía en breve

El Govern recula y dejará llenar algunas piscinas municipales “por salud”

piscina vacia

La sequía prolongada que padece Cataluña ha dado como resultado la restricción de rellenar piscinas de cara a la próxima temporada estival, lo cual, advierten desde la patronal Adecaff, puede "traer serias consecuencias para el sector deportivo y fitness". Sin embargo, será una afectación irregular teniendo en cuenta que la Generalitat ha reculado y asegura ahora que dejará llenar algunas piscinas municipales en casos que "quede justificado por salud".

(3-4-2023). A medida que la sequía avanza en Cataluña, crece la inquietud entre los clubes deportivos catalanes que han empezado a acatar las primeras restricciones de agua con el miedo de que se incrementen en los próximos meses, hasta el punto de imposibilitar la actividad normal de las instalaciones este verano. De cumplirse, auguran un impacto económico “tan desastroso como lo fueron las restricciones para frenar el Covid”.

Cataluña se seca. Las insuficientes lluvias que han caído sobre la comunidad catalana en los últimos dos años, y especialmente en los últimos meses, ha llevado a 224 municipios -en los que viven cerca de 6 millones de habitantes- a encontrarse actualmente en nivel de excepcionalidad por sequía. Un estado que podría convertirse en nivel de emergencia si no comienza a llover de forma consistente esta primavera y los embalses, que actualmente se encuentran al 27% de capacidad, no se recuperan mínimamente.

Primeras restricciones por sequía

El actual estado de excepcionalidad ha tenido sus primeras consecuencias para la ciudadanía catalana con la aprobación el pasado 28 de febrero del Decreto Ley 1/2023, por el cual se establecían unas “medidas extraordinarias y urgentes” para hacer frente a la situación de sequía excepcional en la conca fluvial de Cataluña, especialmente en las zonas más afectadas como son los sistemas Ter-Llobregat y Fluvià-Muga.

Medidas que también afectan al sector deporte, en concreto, con tres actuaciones clave: Por un lado, el Decreto-Ley determina que sólo se puede destinar agua potable para el riego de campos deportivos destinados a la práctica federada del deporte, el resto se deben regar con agua no potable o dejar de regar.

El segundo requerimiento es la prohibición del llenado de piscinas, a excepción de las de agua de mar, las que cuenten con sistema de recirculación y las de menos de 500 litros de capacidad para uso infantil.

Asimismo, se recomendaba reducir el consumo de agua general de las instalaciones, planteando incluso restricciones horarias.

Cataluña y Andalucía son las regiones más afectadas por la sequía, según muestra el mapa de Indicadores de Sequía Prolongada del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (datos de Febrero de 2023). Sin embargo, desde la patronal andaluza Agesport, ven “improbable que la sequía tenga un impacto significativo en el ámbito deportivo andaluz”, confiando en que las restricciones se limiten a “piscinas privadas”.

Posibles restricciones de consumo de agua potable

De proclamarse el estado de emergencia, en cualquiera de sus niveles -del 1 al 3-, desde la Agencia Catalana del Agua no se descarta un escenario en el que las restricciones lleguen al consumo de agua potable, pudiendo darse reducciones de presión en el caudal de agua que llega a los hogares y negocios, así como restricciones temporales de consumo.

Desde la Generalitat se ha pasado la pelota al tejado de los ayuntamientos, siendo su responsabilidad diseñar su propio plan anti sequía para cada municipio, siempre siguiendo las pautas marcadas por el gobierno catalán. Uno de los consistorios que ya se ha pronunciado es el de Barcelona, el cual ha admitido sopesar reducir la presión del caudal de agua que llega a los grifos como primera medida extrema. Una restricción que se aplicaría en el momento en el que el máximo de consumo de agua por persona y día establecido por la Generalitat sea menor de 170 litros (incluyendo actividad comercial y económica).

Prohibición de llenar piscinas

Los distintos clubes deportivos que forman el entramado catalán han acatado ya las medidas dictadas, optando por no vaciar las piscinas para su mantenimiento ante la advertencia de no poder rellenarlas para la temporada de verano.

Es el caso del CN Sant Andreu, el cual, admite que “teníamos previsto vaciar las piscinas este año para su mantenimiento, pero ante el aviso de la prohibición, hemos decidido estirar un año más”. La entidad cuenta con un protocolo de vaciado y posterior llenado de piscinas cada cuatro años, coincidiendo este 2023 con el cuarto año del ciclo, a pesar de que asegura que “legalmente el mantenimiento dicta que deben vaciarse cada año”. Sin embargo, los ecos de sequía no son nuevos en Cataluña y ha optado por una posición conservadora y sostenible, a la que se suma el miedo a no poder rellenar los vasos en los próximos meses.

Desde la Asociación de Empresas de Cataluña de la Actividad Física y el Fitness, Adecaff, se advierte, sin embargo, que esta prohibición de llenar piscinas puede haber pillado a más de una instalación por sorpresa, “encontrándose que ya no pueden rellenarlas y prepararlas para la época estival”.

Soplo de aire para las piscinas municipales

Este pasado viernes se abrió un nuevo capítulo en la gestión de la sequía en Catalunya con la celebración de una Cumbre por la sequía, que finalizó sin acuerdo entre los distintos partidos políticos pero con la promesa de llevar adelante algunas modificaciones sobre el Decreto-Ley.

Entre ellas se encontraría el permiso de llenado de las piscinas municipales por “razones de salud”. Aunque, las autoridades ya han advertido que no va a haber una “barra libre” y tan sólo se permitirán llenar las piscinas en los casos “en que los motivos de salud estén claramente justificados”.

Primeras actuaciones de ahorro de agua

Entre tanto no se cumplen estas medias promesas que pueden aliviar a algunas entidades pero no al conjunto del sector, los clubes deportivos ya han empezado a realizar actuaciones en el resto de focos de consumo de agua, como son el uso de agua sanitaria y baños y duchas.

En el caso del CN Sant Andreu, han reprogramado el temporizador que incluyen los grifos acortando el espacio de tiempo en el que se proporciona agua.

Por su parte, desde el Bonasport Club Deportivo, se ha restringido todo el riego de las pistas de tenis de tierra batida a agua reciclada procedente de la limpieza de las piscinas, y se está estudiando la sustitución de césped natural por artificial en algunas zonas del club.

En el caso de DiR, la cadena ha iniciado una campaña de concienciación y sensibilización dirigida a los usuarios de los clubes, con énfasis en ahorrar en el consumo de agua.

Un impacto equivalente al Covid

Sin embargo, el sentimiento que se respira entre las instalaciones deportivas catalanas es una calma tensa. Mirando al cielo en busca de resquicios de temporales, los clubes temen la aprobación de nuevas y más severas restricciones que imposibiliten el funcionamiento normal de las instalaciones. Especialmente, en los próximos meses de verano, cuando las zonas de agua constituyen un valor estratégico.

“No poder ofrecer un servicio normal, implica no facturar”, advierten empresarios del sector que comparan el posible impacto económico que pueda implicar nuevas restricciones debido a la sequía con el que provocaron las medidas diseñadas para frenar la pandemia por Covid.

“Si no llueve este abril, esperamos fuertes afectaciones en el sector deportivo, especialmente en las piscinas de verano”, advierten desde Adecaff.


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