(21-7-2022). Deporvillage basa sus opciones de crecimiento de este 2022 en la evolución que puedan registrar sus ventas en el segundo semestre. Así lo ha reconocido el CEO de la enseña, Xavier Pladellorens, quien ha señalado como demanda más regresiva la procedente del universo ciclista.
“Venimos de dos años muy buenos y la evolución actual de la demanda constata un enfriamiento de la misma que ha repercutido en nuestras ventas”. Son palabras del CEO de Deporvillage, Xavier Pladellorens, quien ha reconocido que, como ya sucediera en el primer trimestre, la evolución de las ventas en el segundo, en relación al mismo periodo del año pasado, “ha sido plana con una leve tendencia involutiva”.
De ello se desprende que en el primer semestre de este 2022 no se habría producido crecimiento en las cifras de este gigante español del comercio deportivo online. El fenómeno es realmente singular, sobretodo porque Deporvillage es un operador que en los últimos años, sobretodo durante los dos últimos, había venido acumulando crecimientos de modo imparable. “Es duro no crecer, pero es que los incrementos precedentes fueron extraordinarios”, ha admitido el empresario.
TODO A UNA INCIERTA CARTA
La concatenación de dos trimestres consecutivos de evolución plana de sus ventas supone que en estos momentos, la enseña base ya sus opciones de crecimiento de este 2022 en los resultados que obtenga en el segundo semestre.
Xavier Pladellorens reconoce implícitamente la fragilidad de estas previsiones, a raíz de la incertidumbre que suscitan los adversos pronósticos que desde todos los frentes económicos se están haciendo para el último cuatrimestre de esta anualidad.
¿REACTIVACIÓN DE LA DEMANDA DEPORTIVA?
De todos modos, el ejecutivo se muestra optimista y apela a la posibilidad de que el deporte pueda vivir “un nuevo periodo de reactivación de la demanda, porque el consumidor, al ver amenazado su poder adquisitivo, opte por prescindir antes de otros gastos que no son de primera necesidad que de la práctica de su deporte”. En ese sentido confía que “el deporte reactive su rol de actividad alternativa ante otras como la restauración, así como válvula de escape física y psíquica entre los ciudadanos, como ya sucedió en la desescalada, tras el confinamiento por la pandemia”.
CRECER, PERO MENOS DE LO PREVISTO
Pladellorens ya ha reconocido, de todos modos, la “dificultad” de conseguir alcanzar los 200 millones de euros de facturación que se habían propuesto para este 2022. El año pasado, Deporvillage facturó 160 millones de euros. El ejecutivo se ha mostrado esperanzado de que “en virtud de como evolucione la demanda de este segundo semestre, quizás podríamos lograr una facturación final ‘a caballo’ entre ambas cifras”. Tras ello ha sentenciado: “pero seguro que lograremos beneficios”.
MÁS PROBLEMA DE DEMANDA QUE DE SUMINISTROS
El directivo ha reconocido que “el problema actual ya no es el suministro sino la demanda que se muestra contenida, mientras que los problemas de abastecimiento cada vez son más puntuales”.
Esa contención de la demanda ha reconocido que se ha cebado especialmente en el universo ciclista. “Ahí ha sido donde más nos han caído las ventas”, ha precisado. El directivo ha añadido que “la demanda de las bicis de primer precio ha caído espectacularmente en relación a los niveles del año pasado. Ahora la que nos llega corresponde a los modelos de gamas de precio mas elevado, sobre todo de Ebikes”.
Tras ello, Pladellorens ha admitido que “la caída de la demanda en ciclismo la estamos compensando principalmente con nuestros surtidos de productos para deportes outdoor, así como para running”.
Con todo, el directivo ha concluido admitiendo que, a todos los factores expuestos como causantes de la evolución plana de sus ventas en el primer semestre, también debe incluirse que “la gente ahora se conecta menos a internet porque cuenta con más opciones donde comprar. Se ha notado el completo restablecimiento del comercio offline”.
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