Diario de confinamiento (II): Estado de shock empresarial

Ayer, primera jornada laboral en Estado de Alarma en el país, estuvo lloviendo todo el día. La meteorología se ocupó de poner la ‘música ambiental’ a un escenario en el que el presidente de Afydad , Andrés de la Dehesa, reconoció que “el sector deportivo vive en estado de shock empresarial”, a raíz de los efectos que el confinamiento decretado por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus pueda tener sobre la economía en general y del mercado deportivo en concreto. De la Dehesa, aunque sensible a la “magnitud bíblica de la alarma social” del país, manifiesta en la entrevista que publicamos hoy en CMDsport su inquietud por el escenario económico que pueda dejar el confinamiento y reclama al Gobierno una “hoja de ruta que nos permita saber a todos los empresarios qué va a hacer la cuarta y la quinta semana de confinamiento”. Y es que, según reconocía ayer el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luís Ábalos, (y yo mismo presagiaba en la crónica de ayer), el Estado de Alarma y consecuentemente el confinamiento, va a prolongarse más allá de los quince días que inicialmente se decretaron.

MÁS QUIEBRAS QUE MUERTOS

Desde los Estados Unidos, el diario digital Independent publicaba un artículo en el cual se afirmaba que las medidas dictaminadas para frenar los contagios por coronavirus van a causar más quiebras de empresas, con sus consecuentes efectos sociales, que muertos. Esa conclusión es parafraseada hoy por el CEO de Tradeinn, David Martín, en CMDsport.

El empresario reconoce en la entrevista que publicamos su preocupación por el escenario actual que, según asume, ha provocado ya que la trayectoria alcista en ventas (del 50%) que esta plataforma líder del mercado deportivo online español llevaba, se haya visto frenada. Mientras ayer hablaba con él, pensé en la transversalidad que esta pandemia está teniendo. No en vano, hasta Nike está sufriendo los efectos del coronavirus. Ayer se supo que ha decidido cerrar todas sus tiendas de Estados Unidos, Canadá, Europa occidental y Australia.

El mercado deportivo, como el resto de mercados, está reaccionando. Y lo está haciendo con mayor celeridad que, como es habitual, lo hacen los gobiernos de cada país y, especialmente, el de la Unión Europea. Por eso, los profesionales del mercado deportivo han criticado las medidas del Estado de Alarma del Gobierno de Pedro Sánchez calificándolas de insuficientes y tardías.

EL ESPÍRITU SOLIDARIO DE FIGHTLAND

Han sido mucho más ágiles, los ejecutivos de la cadena de gimnasios Beone que ya han decidido congelar las cuotas de los usuarios de sus centros e iniciado un ERTE para sus trabajadores.

También han sido más ágiles, y sobre todo, más solidarios y sensibles a las necesidades actuales de la sociedad, los responsables de la cadena Fightland que ha puesto todos sus gimnasios a disposición de las autoridades sanitarias para lo que puedan requerir.

Asimismo,  Basic-Fit ha decidido cerrar de forma temporal todos sus gimnasios europeos para contener la propagación del coronavirus y a raíz de ello, pondrá en marcha un ERTE entre sus empleados españoles y está iniciando negociaciones con la banca para ampliar en 150 millones de euros su línea de crédito.

Y, por su parte, Specialized Iberia, comunicó ayer el cierre de sus oficinas e interrumpió el suministro a las tiendas.

Sin duda, estamos en el inicio de un túnel que se perfila de final incierto, sobre todo por su longitud, e inquietante, especialmente para las pymes que componen la mayoría del entramado empresarial del mercado deportivo. Un segmento del mercado que, sin lugar a dudas, tenemos muchos números para convertirnos en un número más de la larga lista de compañías que se va a llevar el tsunami del coronavirus.

Por eso es lógico que el presidente de Afydad, Andrés de la Dehesa, reconozca en la entrevista que publicamos hoy que lo que le preocupa más es la falta de medidas económicas concretas por parte del Gobierno ante la aplicación del confinamiento. De la Dehesa no duda en confesar sus temores de que, tras el temporal, “podamos encontrarnos con un erial empresarial”.