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Podría lograrlo en la segunda mitad de 2023

El CN Barcelona aspira ser el primer club energéticamente autosuficiente

ultima un acuerdo con Millenium que tendría impacto en el gasto de luz y de agua

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El Club Natació Barcelona ha pedido a una empresa de Israel garantías para que la instalación de placas fotovoltaicas cubra la totalidad de sus consumos energéticos

(5-5-2022) El Club Natació Barcelona ultima un plan para convertirse en el primer club 100% autosuficiente a nivel energético. Según ha podido saber CMDsport, la entidad negocia con una empresa de Israel la instalación de placas solares que podría poner fin a los costes de luz y agua de la entidad barcelonesa.

El Club Natació Barcelona afronta un proceso de transformación de sus instalaciones que no solo le servirá para modernizarlas y poder ofrecer nuevos servicios como un ‘beach club’ a sus socios, sino que además le permitirá una sustancial mejora a nivel de eficiencia energética. La entidad ultima un acuerdo con Millenium, empresa israelita que le instalará placas fotovoltaicas que permitirán que el club sea el primero del país en lograr la autosuficiencia energética. 

En un contexto en el que la subida de costes energéticos amenaza la viabilidad de todas las empresas y clubes deportivos con grandes instalaciones y zonas de agua, el Club Natació Barcelona apuesta por ser pionero, una vez más, y aspira a convertirse en el primer club autosuficiente a nivel energético. Según ha podido saber CMDsport, de hecho, la histórica entidad barcelonesa, de hecho, podría lograrlo ya el en la segunda mitad de 2023, cuando está previsto que finalice la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas de los edificios del club. 

Y es que el CN Barcelona está ultimando un acuerdo con Millenium Electric, empresa de Israel líder en el mundo en la fabricación de tecnologías fotovoltaicas. Inicialmente, la previsión del club era que la instalación de placas permitiese entre un 25% y un 30% de ahorro energético. Este porcentaje, ahora, podría llegar al 100%. De hecho, una de las garantías que el club ha solicitado y que esta empresa pondrá por escrito en el informe que está realizando es que el CN Barcelona logrará autoabastecerse a nivel energético con las placas que tendrá en las cubiertas de sus instalaciones. 

La tecnología de Millenium permite, además, acumular la energía que se genera y que no se consume inmediatamente. Esto abriría la posibilidad de que el club pudiera, por ejemplo, comercializar con los restaurantes de su inquilino el consumo de energía. De cerrar el acuerdo, el CN Barcelona podría decir muy pronto adiós a las facturas energéticas. En un año corriente, los gastos totales a nivel de consumos del club pueden rondar los 500.000 euros. Este año el gasto será mayor, debido al impacto que la guerra en Ucrania ha tenido en el precio de la luz y del gas. 

“Estos primeros meses nos ha aumentado más del 100%, se ha doblado comparado con los mismos meses de 2021”, admite a este medio el presidente del CN Barcelona, Bernat Antràs. El dirigente reconoce que, de mantenerse esta dinámica a lo largo de todo un año, el coste podría elevarse a un millón de euros, un gasto que sería “insoportable” para cualquier entidad de natación. 

DESALINIZAR EL AGUA MARINA

Dentro de las negociaciones con Millenium también se está estudiando un proyecto complementario de desalinización del agua marina, que permitiría al club no tener que ‘comprar’ el agua que recibe de la red de agua, sea para piscinas o para duchas, sino que simplemente tendría que coger y tratar el agua del mar. De completar este proceso, por tanto, el CN Barcelona podría convertirse en un club capaz de fabricar toda la energía que consume y, a su vez, de aprovechar el agua del mar. 

Otra de las ventajas de tirar hacia adelante esta operación radica en su financiación. Los costes de las placas se costearán dentro de la propia factura. Es decir, que con el ahorro generan las placas se pagarán a sí mismas en unos años. Para un proyecto como este, además, el club ve factible obtener financiación a través de los fondos europeos, lo que haría aún más apetecible su inversión. 

Poder liquidar la factura energética podría servir al club para poder destinar parte de los fondos que ahora gastan en luz y gas a las secciones deportivas. Más ingresos, más lámina de agua y la posibilidad de jugar partidos de waterpolo al aire libre, tres factores que permitirán al club potenciar su labor formativa y competitiva. “Podremos aspirar a poner el esfuerzo del club en el sitio que la historia reclama”, destaca Antràs. 

OBRAS EN MARCHA

La instalación de placas fotovoltaicas forma parte del proyecto de remodelación de instalaciones que el CN Barcelona ejecutará de la mano de Green Track, empresa de la cual es accionista el grupo turístico Evertaas, que en 2015 ganó el concurso para reformar parte de las instalaciones del club. Ambas empresas se repartirán a partes prácticamente iguales la inversión prevista para este proyecto, 12 millones de euros. 

Varias de las obras incluidas en este proyecto ya están en marcha. Los primeros espacios que podrían ver la luz, unos vestuarios interiores para 1.200 socios, podrían estrenarse a finales de este mismo mes de mayo. También ha empezado, en Italia, la construcción de las dos piscinas exteriores, a cargo de Myrtha Pools. Muy pronto, Grupo Construcía empezará a hacer los huecos y a cimentar e instalar los espacios donde se ubicarán estas dos piscinas. 

De momento, según los técnicos, todas las obras avanzan según lo previsto en el calendario de reformas. Las dos piscinas exteriores podrían estrenarse a finales de este mismo 2022. Para esas fechas también podría estar listo el CNB Outdoor, una zona que incluirá una escuela náutica, una terraza deportiva para la práctica al aire libre y pistas de arenas para jugar a palas. La inauguración de estos espacios podría jugar un papel clave a nivel de favorecer la retención de socios en un club que crece en masa social en verano y cae en invierno. 

La reforma de la piscina histórica de 1922 podría terminarse el próximo año, de forma que se prevé que se reinaugure durante el último trimestre de 2023. Para el segundo semestre podrían estar ya listos los restaurantes, en zonas que el club alquilará a Green Track. 

Para 2024 quedarán espacios menos visibles, como la rehabilitación de la piscina de la Escullera o la piscina salada, además de la construcción de una zona de wellness para hombres y otra para mujeres, entre otras zonas. 

RUMBO A LOS 7.500 SOCIOS

El club espera que, a medio plazo, este proyecto de reforma y de modernización de sus instalaciones sirva para dar un salto cualitativo a nivel de socios. La pandemia, como al resto del sector, afectó notablemente a este club, que ya al cierre de 2019 había sufrido un leve retroceso de socios (5.940, en diciembre de ese año) con respecto al mismo mes de 2018 (6.411). 

La cifra cayó hasta los 4.952 socios en diciembre de 2020. A finales de 2021, la cifra remontó hasta los 5.400 socios. Actualmente, la entidad roza los 5.800 abonados. El reto, una vez esté terminado todo el proceso de reformas, es alcanzar los 7.500 socios. Pese a los incrementos de costes registrados en los últimos meses, el club no ha impulsado ningún aumento de cuotas adicional a la aplicación anual del IPC. 

A la espera que la asamblea de socios apruebe las cuentas del ejercicio de 2021, el CN Barcelona apunta a unos ingresos cercanos a los 5 millones de euros, cantidad con la que superarían el ejercicio de 2021 (4,47 millones). El club, eso sí, cerró el pasado ejercicio con pérdidas y da por hecho que también hará lo propio este 2022, cuando tendrán que afrontar el grueso de los sobrecostes energéticos. 

“Este volverá a ser un año muy difícil para nosotros. 2023 será el año en el que le daremos la vuelta a todo esto”, augura Antràs, quien espera que para entonces ya confluirán tanto un aumento del número de socios, así como una mayor retención de los existentes, como respuesta a la inauguración de los nuevos espacios; además de una reducción de los gastos energéticos, fruto del acuerdo entre España y Portugal con la Unión Europea para poner un tope al precio del gas y de la instalación de placas fotovoltaicas. 

Desde el CN Barcelona confían que, si su proyecto resulta un caso energético y se cumplen todos los pronósticos, a nivel de impulso de socios y de mejoría energética, puedan convertirse en un ejemplo e inspiración para otros clubes que quieran modernizar y reformar sus instalaciones. 


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