Luck Cycling Shoes afianza su división de calzado personalizado

Luck Cycling Shoes era, a principios de los años 90, uno de los principales exponentes del mercado de calzado ciclista a escala mundial. Por aquel entonces, según recuerda el máximo responsable de esta empresa con sede en Arnedo, Juan José Pascual “ni Shimano, ni Sidi, por ejemplo, no estaban en el mercado del calzado ciclista y fabricábamos en España 400.000 pares al año, de los cuales exportábamos el 80%”.
La evolución del mercado, sin embargo, propició que Pascual decidiera a principios de este siglo, es decir, antes del estallido de la crisis, reinventar la empresa para empezar a reconducirla hacia un concepto que él creía que sería el futuro: la personalización del calzado. “Ha sido un proceso largo, con muchos momentos duros, pues no resulta fácil pasar de un posicionamiento de gran notoriedad y proyección en el mercado y ante los clientes detallistas, a una situación en la que necesitas tiempo para definiir el nuevo concepto clave de tu empresa, crear los nuevos productos, generar una nueva manera de trabajar, redimensionar tu estructura y tus recursos humanos y explicársela al mercado”.

Detalistas expertos en biomecánica
El pasado mes de enero, Luck Cycling Shoes empezó a introducir en una selección de tiendas ciclistas del país su nuevo concepto de calzado exclusivamente personalizado.
Según explica Juan José Pascual “durante todos estos meses, hemos estado realizando un intenso trabajo de formación de los detallistas que han suscrito nuestra iniciativa para convertirlos en expertos en biomecánica, en profesionales que sepan atender al consumidor y realizarle los estudios necesarios para obtener todas las medidas de sus pies, la morfología de los mismos, etc, y una vez vez disponen de toda esa información nos la remitan para que nos ocupemos de hacerle a ese cliente unas zapatillas completamente personalizadas”.

“Unicos en el mundo”
El directivo no duda en asegurar que “hoy por hoy, somos la única empresa de todo el mundo que ofrece este servicio”. En estos momentos, la compañía cuenta en España, según comenta Pascual,  con un centenar de tiendas adscritas al programa de personalización de calzado ciclista y que lo desarrollan.
Los resultados de esta ingente transformación de la compañía que ha requerido una década ya están empezando a dar sus primeros frutos a nivel de facturación. De enero a julio de este año, el 50% de su facturación procede de la división de calzado absolutamente personalizado, mientras que el 50% restante procede de la división de calzado “pseudo-personalizado stándard”, como la define Juan José Pascual y que la componen aquellos modelos que, tras diez años de creación de hormas, han quedado incorporados en una ámplia gama de tallas convencionales y cuyo precio resulta más asequible.
El objetivo del empresario riojano es que “el 100% de la facturación de nuestra compañía acabe procediendo de la división de calzado exclusivamente personalizado”.
En la actualidad, la firma ha ido recuperando progresivamente su proyección en los mercados exteriores. El ejecutivo señala que ya han vuelto a implantarse en los mercados portugués, alemán, británico y en algunos países de Latinoamérica. Para finales de este 2014, Pascual confía en que “el 50% de nuestra facturación ya proceda de la exportación”.