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ESENCI@L

El gerente de HumanUp, Guillermo Mata, nos aconseja

Por qué conviene hacer vacaciones

conviene tomar vacaciones

Según sostiene Guillermo Matia, "trabajar durante las vacaciones no oxigena, no libera, no permite delegar ni confiar".

(10-8-2016). Hay profesionales del mercado deportivo (y de otros sectores) que se jactan de “estar siempre en guardia”. Aunque cada uno es como es, lo cierto es que hacer vacaciones no es sólo un derecho sino que conviene tomárselas como un deber. El coach, Guillermo Matia, nos explica las razones de ello.

consejos sobre la necesidad de tomar vacaciones

Guillermo Matia, gerente de la consultoria de recursos humanos, HumanUp, reconoce que en sus análisis acostumbra a analizar como organizan su tiempo de no-trabajo los empresarios o empresarias “porque es una ventana a través de la cual se descubren muchas fisuras de la organización”.

Guillermo Matía (Bilbao, 1976), ha desarrollado su carrera profesional principalmente en Decathlon y en el sector médico privado en líneas de venta, dirección de equipos y recursos humano. Desde 2015, es el gerente de HumanUp, empresa desde la que lleva a cabo labores de coach ejecutivo, consultoría de recursos humanos  y acompaña a empresas, pymes y directivos a que logren sus resultados. Ante el frenético ritmo del mercado que propicia que numerosos ejecutivos y ejecutivas tanto de tiendas, como de marcas suministradoras y de gimnasios y centros deportivos opten por ‘saltárselas’ o hacerlas  tan breves que la desconexión es prácticamente imposible,  hemos hablado con Guillermo Matia para conocer si las vacaciones son o no necesarias y cuáles son los inconvenientes de no hacerlas.

En líneas generales, ¿nos hemos vuelto unos ‘adictos’ al trabajo?
La “adicción” es una involucración excesiva a la actividad laboral y que genera perjuicios en otras áreas de la vida o un abandono de otras funciones profesionales de valor. La OIT nos indica que 1 de cada 10 españoles (8%) parece que trabaja más de 12h diarias. Otros estudios (de carácter más psicológico) nos hablan de entorno a un 15%. Lo que no se discute es que en España la productividad es baja respecto a otros países y los horarios nos suponen desatender otras facetas vitales. Desde mi experiencia acompañando directivos para mejorar sus relaciones y sus negocios, he podido comprobar que hay una quincena de factores de riesgo que pueden conducir a consecuencias negativas. Podríamos decir que en muchas personas, en líneas generales, el trabajo genera un deterioro en su vida cotidiana.

Esa adicción es ‘culpa’ nuestra, de la empresa o del sistema?
Existen en nuestro modelo de vida lo que podemos categorizar de estresores (temores, presiones, ambientes, ausencias). Estos ingredientes tienen, en base a la historia personal del directivo una incidencia diferente. Es decir, ante la misma cantidad y frecuencia de “presión”, algunas personas reaccionan de forma “positiva” y otras con una enorme ansiedad. Nosotros, las empresas y el sistema somos lo mismo; es sólo cuestión de la ubicación pero todo es el mismo teatro. Miremos quizá no tanto la “culpa” sino en quién está la responsabilidad de cambiar y desde luego en uno mismo, en ver si el rumbo que tiene su vida es el que quiere, si está siendo el tipo de profesional que aspira a ser y si trata a sus compañeros y equipos de la mejor manera posible. A menudo un pequeño cambio de uno mismo, genera cambios en la empresa y en el sistema organizacional.

Si en nuestro oficio nos damos a fondo cuando estamos, por qué no darse a fondo para descansar?

Hay profesionales a los que, incluso, les cuesta marcharse de vacaciones Tienen un problema?
Para mí sí. Especialmente si el profesional quiere tomárselas y no lo hace o si no es consciente de que otras áreas de su vida están dañadas. Somos seres sociales y en diferentes ámbitos. Imagina un barco con diferentes sitios, la proa, la popa, la sala de máquinas … Pero si como capitanes siempre estamos en el mismo sitio ¿que ocurriría ? Se es profesional hasta cuando no se está. Si en nuestro oficio nos damos a fondo cuando estamos, por qué no darse a fondo para descansar? Nadal no toma un tiempo de calidad para recuperarse? Supongamos que un piloto de F1 no tomase un tiempo de “sanación” mental y física…¿su “empresa” no iría igual verdad?

En cuanto a los directivos, suelo mirar precisamente cómo él o ella se organizan su tiempo de No trabajo ya que es una ventana por donde se descubren muchas fisuras de la organización (cómo se delega, cómo se confía y a quién, como funciona el management en los mandos intermedios…)

¿Qué sugiere hacer (i/o no hacer) para agilizar el periodo de ‘descompresión laboral’?
Parece que nuestro organismo y nuestra mente requiere de un equilibrio. Éste se obtiene a través de la armonía entre “obligaciones”  y “ocio”

Es un buen momento para responderse a ¿ para qué necesito parar unos días? ¿cómo está mi cuerpo? ¿cómo me van las cosas en otras áreas de la vida? ¿ y mi equipo? ¿confío en él?
Seré muy práctico porque los estudios ya dicen que las actividades que generan bienestar mental y físico tienen que ver con :

  • Atender al presente
  • Salir de tu rutina
  • Generar nuevos hábitos solo para explorar lo que ocurre
  • Ayudar a otras personas a cumplir sus proyectos
  • Hacer deporte
  • Conectar con uno mismo y ese familiar, amigo al que sabe que le tiene un poco abandonado
  • Un viaje a una cultura diferente a la tuya.

¿Conviene llevarse de la empresa ‘deberes veraniegos’?

Lo que conviene es oxigenar el cuerpo, que circule nueva sabia, nueva sangre y ser flexible. Si son deberes reales, obligaciones no delegables mejor terminarlo y tomar vacaciones. Si esto pasa todos los años, haría una reflexión de otro calado.

Trabajar durante las vacaciones no oxigena, no libera, no permite delegar ni confiar. Depende de lo que el trabajo sea para el profesional. Un ” deber ” es una obligación. Hay profesionales que disfrutan mucho de su oficio. Por tanto no toman vacaciones sino más bien notan que son 20 días donde hacen otras cosas que también aman. Incluso ellos toman unos momentos del año a relacionarse con otras personas y culturas.

Las vacaciones son un buen momento para asentar y reflexionar sobre decisiones importantes del negocio

¿De que tipo deben ser esos ‘deberes’?
Los cambios de contexto permiten una toma de perspectiva, mirar a otros horizontes y conocer otros mercados. Digamos que se activan otros radares. Por eso no es raro que sean buenos momentos para asentar y reflexionar sobre decisiones importantes del negocio.

Si en las vacaciones se sale de contexto, este nuevo contexto inspirará el cambio (y aquí aparece la innovación por ejemplo).

Mi visión es que hagamos en nuestra vida cambios de rutinas y hábitos para contemplar lo que ocurre en nosotros y a nuestro alrededor. Y de ellos coger los que mejor nos hagan.

¿Cuales son las actividades de ocio más recomendables para realizar unas vacaciones regeneradoras?
Esencialmente las que correspondan a los intereses personales de cada profesional. A menudo es un buen momento para fortalecer relaciones con familiares, dedicar tiempo al deporte. En definitiva dedicar tiempo a hacer algo que realmente sea significativo para nosotros y acorde a nuestros valores.

Si llevamos cinco años haciendo vacaciones en agosto, ¿por qué no cambiar y hacerlas en julio?

Vacaciones de una tirada o repartidas durante el año. Que resulta, por norma general, más eficaz?
Cada sector es tiene su casuística. Yo veo que la gente prefiere en general durante el año algo repartidas. ¿ una maratón al año ? O entrenar un poco y hacer un 10 km ? Yo sugiero hacer lo opuesto que se lleve haciendo los últimos 5. Si alguien lleva durante varios años tomándose siempre Agosto de vacaciones, que pruebe otras semanas. O al contrario, si toma siempre semanas sueltas, que pruebe a 3 semanas seguidas…
¿A más días de vacaciones, mayores garantías de una feliz reincorporación al trabajo o mayores dificultades para recuperar el ritmo?
No es tanto la cantidad. Sino la calidad. Lo que se llama la presencia psicológica. Mira Jordi seguro que algunos fines de semana son como u lunes o martes porque la cabeza está en otro sitio y otros que son de plena oxigenación donde haces cosas de mucho valor fuera de tu trabajo. Conozco muchos directivos que toman dos semanas al año y recobran mucha fuerza o profesores que tras 3 meses siguen mal.

Es interesente aprender a delegar a confiar en el equipo o clarificar los propios valores y metas. Y una persona externa puede quizá a ayudar a eso.

Más información:

gm@guillermomatia.com

www.guillermomatia.com


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