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Marca líder del mercado mundial de waterpolo

Turbo amortigua el golpe del Covid-19 fabricando mascarillas

Su relación con el mercado laboral le permite dar salida a la producción

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Tras las primeras semanas de fabricación de mascarillas convencionales, Turbo ahora ha añadido mascarillas estampadas que están registrando un notorio éxito en ventas.

(26-5-2020). La reconocida marca de prendas de baño y waterpolo, Turbo, ha conseguido contrarrestar con la fabricación de mascarillas el impacto económico que sobre sus ventas ha provocado el cierre de tiendas y clubes de natación a causa del coronavirus.

Cuando el 14 de marzo pasado, el presidente del Gobierno firmó el decreto de estado de alarma que determinaba el cierre de, entre otros sectores, el comercio deportivo, así como de los gimnasios, instalaciones y clubes deportivos, en la empresa Turbo, como en muchísimas otras, la medida sembró la inquietud. Pese a ello, los responsables de la firma reaccionaron con rapidez y decidieron reorientar toda su actividad hacia la fabricación de mascarillas.

La firma catalana, que este año cumple su 61 cumpleaños, mantuvo en marcha su fábrica de Zaragoza para dedicarla a ese cometido, mientras que cerraba su fábrica de Badalona, donde se realizan los estampados de sus reconocidos bañadores para natación y waterpolo.

Desde hace años, Turbo compagina su actividad en el mercado deportivo con la que lleva a cabo en el mercado de artículos de protección laboral. Fue precisamente esa división, hasta entonces minoritaria en su facturación, la que le permitió dar salida a esa producción destinándola al personal de empresas de distintos sectores que se la solicitaban.

Turbo lleva ya algo más de dos meses fabricando mascarillas que, actualmente, también venden operadores conocidos en el retail deportivo como Deporvillage.

VARIOS PUNTOS DE FABRICACIÓN

A la fabrica de Zaragoza se sumó, una semana después decretarse el estado de alarma, el personal de los cinco talleres externos con que también trabaja Turbo. Pero una vez controlada la producción de mascarillas convencionales, Turbo decidió sumar la opción de realizar mascarillas estampadas lo cual le llevó a abrir, a principios de la semana pasada, también la fabrica de Badalona donde realiza los estampados de tejido.

Toda esta actividad ha propiciado que la empresa aplicase un expediente de regulación temporal de empleo que sólo ha afectado de modo total a poco más de un tercio de la plantilla que se sitúa en cerca de los 120 empleos directos.

El cierre del comercio y de los clubes de natación también afectó a la actividad que Turbo desarrolla con sus trece tiendas propias, diez de las cuales se encuentran en clubes mientras que las otras tes se encuentran a pie de calle en ciudades como Barcelona, Valencia y Madrid.

En Turbo se muestran confiados en salir adelante, según reconocían ayer tarde fuentes de la empresa. Según añadieron, “el golpe ha sido fuerte, pero, ciertamente, la fabricación y ventas de mascarillas nos ha permitido evitar la situación de ingresos cero que habríamos vivido de no haber sido por esta reorientación de nuestra actividad fabril y nuestra penetración en el mercado de protecciones laborales.”

FABRICACIÓN INTEGRAMENTE EN ESPAÑA

Las fuentes han mostrado su satisfacción, asimismo, por su tradición de fabricar en España, porque, según han argumentado, “esto nos permite, no solo controlar todos los procesos sino, además, tener una capacidad de respuesta inmediata a las demnadas locales que se van generando”.

Turbo está considerada como la enseña líder del mercado mundial de waterpolo. La resistencia de sus bañadores esta avalada por los integrantes de diversas selecciones nacionales. Asimismo, la empresa realiza las equipaciones completas de escuadras de miles de clubes de todos el mundo.


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