Quantcast

ESENCI@L

El turismo pierde fuelle como fuente de ingresos del comercio deportivo

turismo

Los expertos señalan que el turista de 'sol y playa' empieza a dejar las playas españolas para dirigirse a otors destinos como Turquía.

(4-9-2019). Comercios de deporte situados en municipios turísticos señalan una bajada de las ventas este verano que achacan a motivos muy diversos: desde el Brexit al retorno del turismo a los países árabes, el fuerte calor o la pérdida de poder adquisitivo.

En líneas generales, no ha sido un buen verano para las tiendas de deporte ubicadas en destinos turísticos. Los detallistas señalan una bajada de las ventas en comparación con la campaña estival del año pasado y sostienen que el gasto de los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, en material deportivo ha sido inferior. Las razones esgrimidas son muy diversas y van desde la incertidumbre global a la economía familiar y, por supuesto, el Brexit.

Desde la tienda Intersport Prada, en Figueres (Girona), ratifican este descenso. Su propietaria, Gemma Prada, precisa que la caída de las ventas se situó en un 4% en el mes de julio y un 6% en agosto. La minorista percibe que ha habido un ‘bajón’ de turistas en la zona, y no sólo de turistas ingleses “sino en general”. No obstante, incide en que Figueres no está situado en la costa y, aunque es una ciudad turística y que atrae al visitante con reclamos como el Museo Dalí, dice que las altas temperaturas de este verano han hecho que el cliente prefiriera no moverse mucho y quedarse cerca de la playa.

La economía familiar se ha resentido, tanto la del cliente español como extranjero

Menos poder adquisitivo

Desde Sports Amparo, en Calafell (Tarragona), Montse Delgado coincide en que las ventas se han comportado peor que el año pasado. Aunque el comercio está abierto durante todo el año, subraya que “julio y agosto suelen ser un boom”, pero este verano no ha sido para tanto. La tienda, que toca desde la natación al pádel, el fútbol, el fitness o la moda deportiva, se nutre tanto del turista nacional como extranjero y, para Delgado, el problema deriva de la caída del poder adquisitivo. “La economía familiar se ha resentido, tanto la del cliente español como foráneo”, asegura, “y el material deportivo no es una prioridad en sus gastos”.

El Brexit

El Brexit ha estado en boca de todos los sectores de actividad relacionados con el turismo este verano. Y es que, desde hace décadas, Reino Unido ha sido uno de los principales –o el principal- mercado emisor de turistas a España. En 2018 siguió ostentando esta posición y envió más de 18 millones de turistas a nuestro país, pero la cifra fue un 1,6% inferior que el año anterior. La tendencia a la baja ha continuado durante este 2019 y durante los meses de junio y julio acudieron a España 164.000 turistas ingleses menos.

Hasta mediados o finales de julio los hoteles estuvieron con una ocupación del 60%

Las zonas con mayor tradición de turismo inglés han sufrido más los efectos del Brexit. Es el caso de Mallorca, donde este público cuenta con un fuerte arraigo. El propietario de la tienda Mundi Sport, Miguel Mas, habla de una caída de entre el 15 y el 20% en julio y de hasta un 25% en agosto. “Al igual que todo el comercio de la zona, hemos notado las consecuencias del cambio de cliente. Han disminuido los alemanes y los ingleses y han aumentado los turistas españoles y de países del Sur de Europa, con un poder adquisitivo menor”, señala el detallista, quien lamenta que “hasta mediados o finales de julio los hoteles estuvieron con una ocupación del 60%”. Mas, cuya tienda está ubicada en la Colonia Sant Jordi, al sur de Palma de Mallorca, afirma que se han notado tanto los efectos del Brexit como del cambio en las políticas de los touroperadores que, ante la estabilización de la situación política en los países árabes, han vuelto a apostar por estos mercados.

No obstante, las consecuencias del Brexit han sido desiguales según las zonas o los comercios y, por ejemplo, desde Feel Point, en Málaga, indican que, aunque es cierto que el turismo inglés ha descendido, las ventas del verano han crecido respecto al año pasado y los meses de julio y agosto siguen siendo muy importantes debido al turismo.

A la expectativa en zonas residenciales

En otras partes de España se declaran a la expectativa del impacto del Brexit sobre sus negocios, ya que el modelo de turismo inglés es diferente y no se trata de un público ocasional, sino de comunidades muy asentadas que tienen en España su segunda residencia y pasan en ella los meses de frío. Así sucede en la costa de Almería. Los responsables de la tienda Costa Bike, en Vera, explican que “de momento no nos hemos enfrentado a este problema en verano porque es una zona muy residencial y los extranjeros se van en verano y vuelven en invierno, pero sí que hay cierta inquietud en la zona por ver cómo nos va a afectar en los próximos meses”.

 


No hay comentarios

Añade el tuyo