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ESENCI@L

Confían que los clientes puedan llegar a las estaciones

Expectación en el retail catalán de esquí por las escasas reservas navideñas

Las ventas y el alquiler de material duro siguen parados

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La afluencia de público a las estaciones de esquí catalanas ha sido escasa durante los primeros días de apertura, según los detallistas consultados por CMDsport.

(16-12-2020). Las tiendas de deporte catalanas que dependen de las estaciones de esquí cruzan los dedos para que los clientes de su comunidad, así como del resto de España puedan llegar hasta sus instalaciones en la inminente campaña navideña. De momento, las reservas son escasas y ello se ha traducido en unas adormecidas ventas y alquileres, pese a la apertura de las estaciones el pasado lunes.

CMDsport se ha puesto en contacto con tres operadores situados en tres de las principales estaciones de esquí catalanas o a su alrededor: La Molina, Boí Täull y Baqueira-Beret. Los detallistas consultados coinciden en señalar que la apertura de las estaciones todavía no se ha traducido en un mayor dinamismo de las ventas y del alquiler y se muestran a la expectativa ante el desarrollo comercial que pueda registrar la campaña de Navidad por las escasas reservas existentes, a diez días de su inicio.

“Funcionamos día a día, no podemos hacer ninguna previsión porque nadie sabe qué pasará para Navidad y si los clientes podrán llegar hasta las estaciones”. Son palabras del propietario de Supermolina Spors, Abel Fabra, quién dice haber notado un mayor movimiento desde el anuncio de la reapertura de las estaciones, aunque tímido, “porque la gente tiene ganas de practicar deportes de montaña y además ha nevado”.

INCERTIDUMBRE

Fabra achaca la falta de reservas para Navidad, en gran parte, a la confusión de los potenciales clientes sobre los cambios de fase y a las decisiones que la Generalitat de Cataluña va tomando cada semana. “Sin planificación, es muy difícil trabajar”, se queja el detallista, tras asumir que la mayoría de esquiadores no decidirán venir hasta uno o dos días antes del inicio de la campaña de Navidad, fijada a partir del 26 de diciembre.

En el caso de La Molina, Abel Fabra cree que el grueso de visitantes no se recibirá hasta que los habitantes del área metropolitana de Barcelona se puedan desplazar libremente y de manera regular. Reconoce la existencia de un cliente autóctono pero subraya que ya suele disponer de material propio y dispone de unos conocimientos técnicos elevados, por lo que no estará tan interesado en alquiler de esquís o clases de formación.

Por último, desde Supermolina Sports reivindican la seguridad de las estaciones de esquí y critican “el error de la Generalitat de cerrar Barcelona durante el puente de la Purísima, con la concentración de personas que se produjo en Portal de l’Àngel. Es peor la acumulación de gente en ese espacio que en un remontador”.

La Vall d’Aran, a la espera de la apertura de Cataluña

Con tres tiendas en Vielha y la estación de Baqueira-Beret, la propietaria de Calafate Ski Center, Sonia Rodríguez, afirma que “la temporada ha empezado de forma muy tranquila porque los esquiadores tienen ganas de venir pero no pueden llegar hasta nosotros”. La detallista confirma que las reservas para Navidad son “muy escasas” y se muestra a la expectativa sobre la posibilidad de que los clientes del resto de España se puedan desplazar hasta la Val d’Aran.

Rodríguez indica que “entre el 70 y el 80%” de los visitantes durante las fiestas navideñas son madrileños, vascos y franceses, a los que se ha sumado en los últimos años una creciente clientela inglesa, “que ahora se ha cortado del todo”. Al menos, la detallista espera que la Generalitat finalice el cierre perimetral de Cataluña y que, además, deje a su población moverse libremente.

Mirando a largo plazo, la minorista asegura que “el objetivo de esta temporada es podernos mantener. Ha habido años sin nieve hasta después de Navidad y después las ventas y alquiler se reactivaron”. Ahora bien, a estas alturas la tienda ya debería tener prácticamente cerradas las reservas de esquí y de clases para Navidad, una campaña que supone “entre el 30 y el 40% de la facturación”.

Ventas paradas

Por su parte, Javier Subirà, propietario de la tienda Raspa Roia, siutada en Boí Taüll, considera que las estaciones de esquí no deberían de haber abierto “porque se debería de haber primado la salud por encima del dinero, aunque económicamente fuera un desastre para nosotros”. Considera que la actual situación “es poco clara” porque los posibles visitantes no se pueden mover con libertad y confirma que, de momento, las ventas siguen paradas.

“Siempre hemos comenzado la temporada un sábado, lo que permitía dinamizar las ventas y el alquiler desde el primer día. Sin embargo, el lunes no generé facturación. Será una temporada difícil, esperemos que pase pronto y que nos podamos recuperar de cara a la siguiente”, concluye Subirà.


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