(6-5-2019). Masella cerró sus pistas el pasado 1 de mayo tras estar en funcionamiento de manera ininterrumpida desde el 1 de noviembre. La estación catalana habla de la segunda mejor temporada en 51 años, pero las tiendas de esquí de la zona no se muestran tan satisfechas.
Tras las nevadas caídas durante la segunda quincena del mes de octubre, Masella pudo abrir sus pistas el 1 de noviembre, todo un hito en la historia de la estación y del esquí español. Es cierto que no fue la única en hacerlo. También Alto Campoó inauguró la campaña ese día, pero un temporal de lluvia y viento obligó a cerrar el dominio al día siguiente. Las perspectivas en Masella eran muy buenas, tanto por parte de la estación como de los comercios de esquí.
En un comunicado, el centro de nieve se ha mostrado satisfecho con los resultados de la temporada y recuerdan que, desde el 1 de noviembre, la estación de La Cerdanya se ha mantenido operativa para el esquí y el snowboard 182 días consecutivos, lo que representa un total de 6 meses y 1 día. Desde Masella reconocen que, aunque en octubre llegaron nevadas muy abundantes, no volvió a nevar hasta el año siguiente. “No obstante Masella hace años que viene preparándose con un moderno sistema de nieve artificial, uno de los más potentes de Europa, que permite compensar la falta de precipitaciones como la del inicio de este invierno”, indican.
La estación calcula que se han vendido unos 450.000 días de esquí y se complace de haber ofrecido “la temporada más larga” del Pirineo, ya que ha sido la primera en abrir y la última en cerrar. Masella estima que abrir tantos días les beneficia comercialmente, ya que fideliza al esquiador que busca un forfait de temporada que pueda aprovechar el máximo de días.
Muchos días pero poca nieve
A pesar de los récords batidos por la estación, la temporada no ha dejado buen sabor de boca a las tiendas de esquí de la zona, que apuntan que la pasada campaña 2017-2018 fue mejor. Así lo asegura Mireia Torners desde Intersport Expansión, en Puigcerdà, quien precisa que la venta de productos para la práctica de deportes blancos fue más dinámica el año pasado. “La estación ha estado abierta, pero las condiciones no han sido las mejores porque no ha habido mucha nieve”, sostiene la detallista.
Sólo ha habido dos o tres nevadas durante la temporada y la gente no se ha animado como el año pasado
Desde la tienda Dsnivell tildan la temporada de “fiasco”. El comercio, que está especializado en esquí de montaña durante los meses de invierno y en ciclismo durante el verano, habla de falta de motivación: “Una cosa son los resultados de la estación y otra los de las tiendas. Sólo ha habido dos o tres nevadas durante la temporada y la gente no se ha animado como el año pasado, creo que ha faltado más nieve y más frío”.
El propietario de Esports Iris, Jordi Temporal, también achaca el poco dinamismo de las ventas a las condiciones meteorológicas. “Ha sido una temporada rara”, valora el minorista, quien dice que “no ha habido sensación de invierno”. Precisa que la campaña arrancó bien, pero “no acabó de cuajar” por la falta de frío. En cómputos globales, las ventas se han comportado a la baja respecto a la campaña anterior.
Ropa y accesorios de frío, lo más castigado
Las tiendas consultadas coinciden en señalar la ropa de abrigo y los accesorios pensados para el frío como los gorros como los renglones más perjudicados. “La clave es la nieve. O hace frío o el cliente no está dispuesto a realizar un gran desembolso”, recalcan desde Dsnivell. Los detallistas añaden que tanto la venta como el alquiler de material duro también se han comportado algo peor que en la campaña 2017-2018.
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