(1–2-2018) El director general de Royal Padel, Rafael Tarradas, lamenta la poca profesionalidad de algunos eslabones de la cadena de este deporte y la entrada en el mismo de marcas no especializadas.
Hace 27 años que Rafael Tarradas decidió apostar por un deporte que todavía estaba en pañales y crear Royal Padel. El empresario catalán fue pionero de una industria que más tarde vio florecer a más de 200 marcas en España. Ahora lidera una de las pocas firmas que, según dice, sigue creciendo pese a la desaceleración del mercado español del pádel.
La eclosión del deporte de las cuatro paredes provocó que las tradicionales marcas de tenis como Head, Dunlop o Babolat empezaran a apostar por el deporte hermano. Hoy, el pádel en España “está en fase de plena limpieza, tras una época dorada”, según Tarradas, “y las marcas y tiendas que aparecieron de forma improvisada están desapareciendo”.
Es difícil encontrar alguna pala de gama alta a nuestro nivel
El creador de Royal Padel ‘salva’ a una docena de marcas de su criba personal, entre las que figuran las firmas originarias del tenis que capitalizaron el boom del pádel. Pero Tarradas también marca distancias con sus homólogos del tenis: “Estas marcas no son especialistas en pádel y su presupuesto para este deporte se encuentra difuminado en lo que denominan la división raqueta”.
Tarradas se muestra convencido de la competitividad que aporta a su empresa la calidad de los productos que fabrica. El empresario sentencia: “es difícil encontrar alguna pala de gama alta a nuestro nivel”. Señalar que el 80% de la colección anual de Royal Padel son palas de competición.
EL MERCADO ESPAÑOL “EMPIEZA A ARREGLARSE”
Tarradas ve signos de recuperación en la industria del pádel en España tras incrementar las ventas un 10% en 2017 y presentar su oferta para este año: “El mercado empieza a arreglarse. Un buen indicativo del éxito de nuestra nueva colección es que las tiendas están anticipando las programaciones”, asegura.
La familia Tarradas alzó la bandera blanca en la guerra de precios que reinó en el mercado durante años, e incluso creó un chip para evitar las temidas ‘ventas de maletero’. “Nosotros hace tiempo que vamos por libre; en estos 27 años he visto muchas ‘chapuzas’, pero yo creo firmemente en este deporte como una vía de negocio que debe estar dirigida por profesionales”, afirma el creador de la firma catalana.
El fundador de Royal Padel apuesta, como ya se ha indicado, por la alta calidad de sus productos, así como por el servicio post-venta para triunfar en el mercado. El empresario asegura producir 3.500 palas mensuales.
EL ‘PROBLEMA’ DE LA INTERNACIONALIZACIÓN
La expansión internacional es una de las prioridades de los proveedores de palas de pádel esta temporada. Aún así, Royal Padel sigue centrándose en el mercado español por una sencilla razón: “Hay otros países europeos que empiezan a introducirse en este deporte, pero acostumbran a apostar por palas de gama media y de iniciación fabricadas por las marcas del tenis”, argumenta Tarradas.
La empresa catalana exporta el 20% de su producción al extranjero a países como Francia y Portugal, donde ve lugar para seguir creciendo. Recientemente realizó una edición especial de sus palas de gama alta para el mercado qatarí.
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