(31-1-2024). La empresaria e instructora de fitness, Azahara Fuentes, acusa a los gimnasios de tapar la precariedad en la industria del fitness con información manipulada. Según Fuentes, los instructores, a menudo, ven el fitness como un hobby debido a salarios bajos y las jornadas parciales, lo que hace “imposible vivir de la profesión”.
La empresaria e instructora deportiva, Azahara Fuentes, destaca que los gimnasios “tapan la precariedad del sector con información manipulada”. Explica que los centros deportivos, en ocasiones, realizan “estudios, publicaciones y/o eventos corporativos que tratan de publicitar que sus empleados disfrutan de buenas condiciones laborales, cuando en realidad viven una situación precaria en su mayoría”.
La instructora pone como ejemplo un reciente informe, sin revelar la fuente, en que se realiza un cuestionario a 900 instructores del sector. Los encuestados opinan en el estudio que “lo más importante de su trabajo es la relación con los usuarios, la relación con los compañeros de trabajo y la relación con los jefes, dejando la estabilidad, la formación y la retribución para los últimos puestos”, cita Fuentes.
ABORDAR LA PRECARIZACIÓN LABORAL
La empresaria considera “falsa” esa información y declara que “la gran mayoría de los instructores del fitness no están satisfechos con su nivel salarial, situando esa carencia como algo importante en sus vidas laborales”.
En este contexto, Fuentes recomienda a los centros deportivos y a los inversores “asumir como algo prioritario que existe un problema de precariedad para los trabajadores del sector”. Según advierte, “no resolver esa precariedad actual puede acabar girándose en su contra devaluando su prestigio y alejando a los clientes”.
DESAFÍOS EN EL FITNESS
La empresaria sostiene que, en la mayoría de los casos, los instructores “mantienen el empleo en los gimnasios como una afición” y subraya que éstos, a menudo, necesitan otra ocupación para poder mantenerse económicamente. “Es imposible vivir del fitness hoy en día. Hay muchas jornadas parciales”, destaca.
La experta lamenta también que “se trata de un sector en el que no se pagan las horas de preparación para impartir las sesiones. Es necesario que estos profesionales dediquen muchas horas fuera de sus horarios laborales para preparar sus clases”.
ESCASEZ DE TALENTO
Fuentes también lamenta que los bajos salarios y las jornadas parciales provoquen que cada vez haya menos personas preparadas para los puestos de instructor. “Para formarse se necesita tiempo y dinero, y eso escasea”, añade.
En opinión de la empresaria, uno de los principales factores que determinan que exista precariedad en el sector es “la mala gestión por parte de los directivos. En su mayoría, estos empresarios no han trabajado previamente como monitores del fitness, sino que han desarrollado sus carreras en el sector de las finanzas y no valoran el personal como algo prioritario”.
Sobre la publicación en el BOE el V Convenio colectivo estatal de instalaciones deportivas y gimnasios, Fuentes considera que es “precario, insostenible, incoherente y que está llevando a la ruina al sector”. La instructora lamenta que un profesional bien formado y capacitado “no estará dispuesto a trabajar por 1.147 euros mensuales”.
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