(28-9-2023). August Tarragó, presidente de la patronal catalana de gimnasios, Adecaff, subraya que sus gestores no pueden normalizar la actual situación que viven muchos centros de que “pague menos gente y ésta gaste más”. El ejecutivo urge a los centros a reaccionar ante ello y, asimismo, a evitar “ser amigables sólo para la gente joven”, porque, según señala, “los gimnasios deben ser para todas las edades”.
August Tarragó y su junta directiva fueron reelegidos el pasado junio como regidores de la patronal de gimnasios catalanes, Adecaff, para un segundo mandato. El ejecutivo pronostica un 2023 con resultados más favorables que el año pasado. Tarragó, de todos modos, admite que el sector continua teniendo importantes desafíos ante sí.
El presidente de Adecaff, también deja entrever su espíritu crítico ante la tardanza que está mostrando la judicatura con el dictado de sentencias sobre las demandas interpuestas contra las administraciones a raíz de las restricciones que sufrieron los gimnasios a partir del desconfinamiento pandémico, así como sobre la gestión de las administraciones con los fondos europeos.
¿Qué recomendaciones haría a los profesionales de los gimnasios de cara al ‘curso 2023-2024’?
Las principales recomendaciones que propondría a los profesionales del fitness catalán son escuchar al cliente y, a partir de ahí, crear una oferta digna que se adapte a sus demandas. Tras la pandemia han cambiado las tipologías de usuarios y los gimnasios se han tenido que amoldar a ello. Los jóvenes se han incorporado de forma masiva y van más a menudo al gimnasio, mientras que la figura del adulto y de la gente mayor está costando mucho más recuperarla. Esto lo vimos muy acentuado el pasado 2022 y creemos que la situación se irá normalizando, pero, hoy por hoy, seguimos inmersos en este escenario.
¿Cómo valora el pasado ‘curso’ 2022-2023 en relación al mismo periodo del año anterior?
El curso 2022-2023 no alcanzó los niveles de usuarios de antes de la pandemia. Estuvimos un 10% por debajo. A pesar de que se recuperaron los ingresos, el año pasado estuvo marcado por la crisis ocasionada por la escalada de los costes energéticos. Sin duda, no fue un buen ejercicio para las empresas ni para sus márgenes. En definitiva, 2022, fue bueno en cuanto a demanda, oferta y recuperación de la actividad, pero no lo fue en gastos y, por tanto, en rentabilidad.
¿Cómo llevan los gimnasios catalanes el tema de los costes energéticos?
2022 fue una locura porque los consumos se dispararon muchísimo al principio del año. A raíz de ello las empresas invirtieron en digitalización y en energías alternativas. Este 2023, los precios se han moderado muchísimo, así que no estamos en la crisis en la que estábamos. Con todo los costes en este ámbito siguen siendo mucho más elevados que los del ‘curso’ 2019-2020. El energético es un reto que tienen todas las instalaciones, especialmente las que tienen piscinas. Es un desafío para todos los centros el lograr reducir las facturas energéticas, así como conseguir ser más sostenibles con energías más limpias.
Además del desafío energético, ¿cuáles cree que son los otros principales retos de los gimnasios actualmente?
Uno de los principales retos es la adaptación a las necesidades del cliente. Entenderlo es un ejercicio que siempre se debe hacer y es muy necesario. Otro objetivo es lograr ser menos dependientes de la electricidad y del gas porque, aunque los precios hayan bajado, sigue habiendo guerra en Ucrania y puede volver a haber una nueva crisis energética que obligue a ajustar los márgenes en los gimnasios.
Otro desafío sigue siendo la digitalización útil, es decir, que sea útil para la experiencia del cliente y eficiente. Durante la pandemia se crearon muchas aplicaciones que mareaban mucho a la gente porque cada una servía para algo diferente (la del nutricionista, la de darte de alta, la de actividades dirigidas). Lo que debemos conseguir es que haya un entorno digital en el que las empresas tengan una relación útil con el cliente y que sea funcional. Aún hay empresas que dan de alta con papel y bolígrafo y eso debe acabar.
Y, por último, destacaría también como reto la necesidad de actualizar los precios. Venimos de una época en que el sector ha madurado muchísimo y, con el incremento en los costes a nivel de personal y de suministros, debemos incrementar precios. Si no lo hacemos, continuaremos infravalorando nuestros servicios.
La previsión de muchos gimnasios es registrar mejores resultados este 2023 que el año anterior. ¿Es esa la tendencia?
Cien por cien. Ya se está viendo este septiembre. Esta campaña de ‘inicio escolar’ ha sido la mejor de los últimos 10 años. Está siendo brutal, está funcionando muy bien. Se juntan muchos factores, como la incorporación de nuevos perfiles. Sea como sea, el entorno es buenísimo.
¿Los gimnasios tienen que acostumbrarse a tener menos usuarios que antes de la pandemia pero que éstos acudan con mayor asiduidad al gimnasio?
A esto no nos podemos acostumbrar porque ello implica que paga menos gente pero ésta gasta más. Debemos recuperar los niveles que teníamos antes de abonados porque antes teníamos un cliente que se duchaba dos veces a la semana de media, y ahora tenemos un cliente que se ducha cuatro veces de media. Eso quiere decir que el mismo ingreso ahora cuesta el doble. No nos podemos ‘acostumbrar’ a esta situación, hay que recuperar a los adultos. Por ahora, lo que hay que hacer es tener paciencia porque los mayores volverán. No debemos volvernos locos y convertirnos en amigables solo para la gente joven. Los gimnasios deben continuar siendo un centro para todas las edades.
¿Cree que los gimnasios han asumido que, a raíz de este mayor uso de los centros, sus gestores tendrán que dotar de más recursos al mantenimiento del equipamiento?
Claramente. Ahora mismo tenemos un uso mucho más relevante del que teníamos antes y todo tiene que adaptarse. Debe haber oferta de actividades diferentes y también más limpieza y equipamiento. Tendremos que ir adaptándonos.
¿Cómo están las demandas que hicieron los gimnasios a causa de las restricciones que sufrieron durante el inicio del desconfinamiento?
Pues estamos a la espera. En este momento estamos en periodo de prueba y una vez termine, esperamos conclusiones y sentencia. A los abogados les cuesta decir y aún no sabemos la fecha. Para que haya conclusiones y sentencia puede llegar a pasar medio año o un año. Como hay muchos sectores que han denunciado, puede ser que los jueces se estén mirando entre ellos a ver qué tipo de sentencias dictan.
¿El fitness catalán tiene alguna peculiaridad diferenciadora respecto al fitness español?
Sí, en Cataluña tenemos una peculiaridad que es un sector público con instalaciones públicas muy potentes que desde hace muchos años se han ido gestionando por parte de empresas, clubes, federaciones y asociaciones y, en algunos casos, con fondos de inversión detrás. El escenario es muy diferente por tipología y número de empresas que conviven.
¿Para cuándo está prevista la unificación de Adecaff con Gestiona?
Por parte de Adecaff no dejaremos de hacer esfuerzos en aras de esa unificación porque nos parece que lo que deberíamos hacer es tener una única voz que una sensibilidades y nos haga más fuertes.
Adecaff promovió un PERTE del deporte, ¿qué pasó con él?
Este PERTE que promovimos a través de PIMEC nunca lo pudimos llegar a presentar. Le pedimos al ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, que sacara adelante el proyecto pero quedó en nada, como sucedió con muchas de las cosas que se pidieron al principio de los fondos Next Generation. Nos decían: “hagan proyectos”. Y nosotros lo hicimos pero nunca encajaron. Estamos muy descontentos con la gestión de los fondos europeos.
¿Hasta fin de año qué acciones piensa desarrollar Adecaff?
Una de ellas es sobre la fiscalidad. Creemos que el deporte no tiene una fiscalidad correcta porque pagamos el máximo y se debería reducir. También hay otra línea de acción relacionada con el mercado laboral. Y es que, en este sentido, tenemos una amenaza seria que es una ley de profesiones del deporte que perjudica todavía más nuestro modelo de deporte. Todos deben tener formación, pero no se pueden poner normas que hagan inviable a nuestro sector. También tenemos previstas otras líneas de acción como la digitalización, la promoción de la actividad física saludable desde las administraciones públicas, y la sostenibilidad.
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