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Según el Jefe clínico de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Santa Creu y Sant Pau

Auguran que los gimnasios deberán mantener las mascarillas hasta 2022

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El Jefe clínico de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, Joaquín López-Contreras, reconoce que “por ahora, no me imagino los gimnasios tal como eran en febrero de 2020. No sé cuando volverá eso; quizás en 2022, si hay suerte".

(6-7-2021). Los gimnasios deberán esperar aún varios meses, probablemente hasta 2022, para poder decir adiós a las mascarillas en sus espacios interiores. Así lo entiende el Jefe clínico de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, Joaquín López-Contreras, que analiza para CMDsport algunos posibles escenarios que pueden encontrarse los centros deportivos en el segundo semestre del año.

En las últimas semanas están llegando noticias de nuevos brotes de contagios protagonizados por jóvenes. ¿Entiende que esto supondrá un freno en la desescalada?

Las cifras están empeorando en todos los sentidos. La presión hospitalaria no es que sea excesiva, ahora, pero sí es superior a la que había hace tres o cuatro semanas. Y no sé si va a contener o no. Y en el caso de la atención primaria, aún sufrirá más en los próximos días. Tengo la sensación de que siempre nos pasa lo mismo. Las autorizaciones de las autoridades sanitarias no parecen insensatas, pero cuando ves las consecuencias que tienen esas acciones, siempre son desmesuradas. Todas las veces que hemos quitado el pie del acelerador ha ocurrido lo mismo. Nos pasó en la primera, la segunda y la tercera ola. Han dicho que ya no hace falta la mascarilla en espacios libres y la gente hace macroeruniones. No hemos sido capaces de transmitir a la población en cada momento lo que podían hacer y lo que no. Y la necesidad de prudencia extrema se sigue necesitando. Cada vez que se establece una medida, tiene unos daños colaterales tremendos que no son los buscados por la medida.

Se pasa del cero al cien. 

Exacto. Todo el mundo está angustiado y sufriendo en sus casas, hartos de la pandemia. Todos hemos aumentado un poco nuestra libertad y hemos perdido sensación de peligro, pero eso ha hecho que haya rebrotado todo. Muchos jóvenes con poca sensación de peligro han cambiado el hábito de vida, y no estamos para cambiarlo aún. Queda aún mucha población por vacunar, que lo puede pasar mal porque no está vacunada o lo está a medias y tiene una franja de edad en la que todavía el Covid-19 puede afectarle duramente. Todavía no ha llegado el final de la pandemia. Creo que será a finales de 2021.

No será hasta noviembre o diciembre cuando empezaremos a ver las cosas claras

¿En qué situación prevé que estaremos en septiembre?

No lo sé. Espero que en septiembre estemos mucho mejor. Siendo prudente, creo que no será hasta noviembre o diciembre cuando empezaremos a ver las cosas claras. El ritmo de vacunación ha pegado un acelerón en los últimos meses, ya que cada vez llegan más vacunas y se han creado puntos de vacunación nuevos. Pero hay un factor que puede ser un poco limitante: las vacunadoras están agotadas y llegan los períodos de vacaciones. Nos aproximamos a agosto con el riesgo de que no haya suficiente personal para ir a la velocidad que queremos. Yo espero que no suceda. El comportamiento altruista de los colectivos sanitarios es grande. Hemos generado una bolsa de trabajo de jubiladas, de forma que las que ya no querían volver, se han sustituido con cierta facilidad, y se han hecho también algunos contratos. Todos los profesionales del sector médico estamos destrozados, agotados y con ganas de poder parar un poco, pero espero que esto no tenga consecuencia a nivel de que los números de vacunación se enlentezcan durante el verano.

Aún no se sabe bien si las variantes serán agresivas o se quedarán en enfermedad leve

¿Podemos dar por hecho que la obligatoriedad de usar mascarillas en espacios interiores se alargará más allá de octubre, noviembre o incluso diciembre?

Yo creo que sí. Hemos visto cómo se comportan las variantes y qué ha ocurrido en Inglaterra o Israel, donde las retiraron y se han generado muchos contagios. Por suerte, no se ha producido un aumento de la mortalidad ni de ingresos hospitalarios. Lo que estamos viendo con los vacunados totales es que o bien tienen cuadros oligosintomáticos o bien asintomáticos. Pero sí les ha hecho retroceder en algunas medidas que han tomado. El problema de las variantes es tremendo.  Aún no se sabe bien si estas variantes serán agresivas o se quedarán en enfermedad leve. Yo creo que no deberíamos llegar a esa situación; simplemente, se trata de ser un poco más prudentes, de pensar que es una enfermedad muy contagiosa. Incluso en gente que tenía doble dosis de vacuna, les han contagiado sus hijos, han tenido cuadros leves y se han convertido en contagiadores. Aún nos queda una temporada.

El gimnasio es un sitio donde el riesgo puede ser alto, porque la gente está hiperventilando

Septiembre y octubre es una de las épocas de mayor captación de usuarios por parte de los gimnasios. ¿Las cadenas deberían empezar a asumir, si no lo han hecho ya, que tendrán que lidiar con restricciones durante unos cuantos meses más?

Yo creo que sí, que es prudente. El gimnasio es un sitio donde el riesgo puede ser alto, porque la gente está hiperventilando. Depende de los gimnasios, algunos tienen un cubicaje espectacular, otros son muy pequeños.

Las medidas tendrán que ir acorde con cada centro. Por ahora, no me imagino los gimnasios tal como eran en febrero de 2020. No sé cuando volverá eso; quizás en 2022, si hay suerte.

¿Sería partidario de mantener medidas reforzadas como las que ya existen en los gimnasios para que el nivel de higiene sea mayor al de antes de la pandemia?

Sí. Depende de cómo vayan las cosas. Hasta dentro de un tiempo no veremos si algunas medidas se quedan temporalmente o para siempre. La gente se querrá proteger. Quizás hay que cambiar los hábitos de algunas cosas para siempre. Recuerdo cuando, hace muchos años, veíamos a asiáticos con mascarillas y nos sorprendíamos un poco. Veremos, en función del sitio en el que estemos o la actividad que hagamos, qué hábitos tendremos que cambiar para siempre. Hay cosas que pienso que han venido para quedarse, y está bien. Había muchas reuniones que se han convertido en telemáticas y que siguen siendo efectivas. Y esto es trasladable a muchos aspectos de la vida. Puede que determinadas actividades se hagan con mascarilla. Erradicar el virus definitivamente no vamos a poder hacerlo, al menos con las armas que tenemos ahora.

¿Qué otros cambios podrían mantenerse?

Tengo la sensación que cambiarán cosas a nivel arquitectónico. Se construirá distinto. He visto planes de algunos arquitectos que ya piensan en cómo hacer espacios más saludables, con mayor ventilación. Es posible que esto ocurra. Y que el que vaya a hacer un gimnasio, lo haga de una manera que facilite la distancia, la ventilación y otras normas que aporten seguridad.

Todos los datos apuntan a que todas las personas ya vacunadas pueden volver a hacer lo que hacían

El perfil mayoritario de usuarios que han dejado de ir a los gimnasios es gente de más de 50 años. ¿Las personas mayores pueden sentirse seguras a la hora de volver a los gimnasios si ya están completamente vacunadas?

En general, lo que vemos es que la seguridad que otorga la vacuna es altísima. Hay excepciones, como en todo en la vida, ya que la vacuna puede funcionar peor en gente inmunodeprimida o con enfermedades oncológicas. Pero la inmunidad es muy alta para las personas con doble dosis una vez transcurrido el tiempo prudencial, de 15 días, para desarrollar inmunidad. En este momento, todos los datos apuntan a que todas las personas ya vacunadas, de todas las edades, pueden volver a hacer lo que hacían. El contagio que se produce en personas vacunadas está siendo por ahora muy leve.

¿Sería partidario de recomendar la vuelta a los gimnasios a las personas mayores ya vacunadas y sin patologías graves?

Yo prefiero no recomendar nada, al menos no hasta dentro de unos meses. Espero y deseo que sea así y puedan regresar al gimnasio, vivir sin miedo y retomar las actividades que hacían. Esa es mi esperanza. Deseo que la gente mayor pueda hacer lo que hacía antes de la pandemia sin estar atemorizada. Pero aún hay interrogantes, muchas incertidumbres que creo que se van a ir despejando en un período de tiempo muy corto.


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