(24-10-2024). Los gimnasios buscan convertirse en el tercer espacio de los usuarios; es decir, el lugar donde transcurre su vida, además de sus trabajos y sus hogares. Gina Dinardo y Michel Mäder, cofundadores de la suiza Kraftakt, y Anna Rounaja, propietaria de la finlandesa Hukka Oy dieron algunas claves sobre cómo conseguirlo.
Kraftakt es el primer espacio de coworking en Suiza para proveedores de fitness, deportes y proveedores de salud. El centro, ubicado en Stettlen, cuenta con mil usuarios en una localidad de poco más de 3.000 habitantes y, entre todos sus servicios, tiene un restaurante. Por su parte, Hukka, con sede en Oulu, es un centro de 10.000 metros cuadrados que tiene como eslogan “las personas primero” y cuenta una amplia variedad de actividades.
DE LOS VIAJES AL RESTAURANTE
Fundado en 2013, Kraftakt se presenta como un gimnasio en el que “todo el mundo debe sentirse cómodo y bienvenido” y en el que se fomenta el sentido de pertenencia con experiencias compartidas. Según la cofundadora de dicho establecimiento, Gina Dinardo, “esto provoca que el cliente sea fiel, lo que requiere de hacer experiencias como viajes”.
Su colega cofundador de Kraftakt, Michel Mäder, “añade que se trata de un centro en el que todos los profesionales trabajan codo con codo, por lo que los empleados también son comunidad y, asimismo, tenemos especialistas en muchos servicios, como el entrenamiento funcional o para la mujer embarazada y en el posparto”. Estas descripciones del centro Kraftakt las expusieron Gina Dinardo y Michel Mäder ayer, durante una ponencia del Congreso Europeo de la Health & Fitness Association, celebrado en Barcelona.
El cofundador de Kraftakt, Michel Mäder, señaló que “los eventos sociales son muy importantes y tenemos gente de todas las edades, puesto que siempre buscamos un toque personal, muestra de ellos es la fiesta que montamos en Navidad”.
El cofundador de Kraftakt, añadió que “en el marco de querer generar una comunidad decidimos construir un restaurante, ya que queríamos ofrecer un espacio para los usuarios que ofreciera algo más que batidos”, tras lo cual anunció que, de cara al futuro “planeamos una zona de recuperación, así como un proyecto de servicios sociales muy interesante”.
EL RESPETO Y LA PERTENENCIA
Por su parte, Anna Rounaja, propietaria de la finlandesa Hukka Oy, expuso que “tenemos un personal buenísimo al que tratamos con respeto y que tiene poder para tomar decisiones, lo que hace que tenga un sentido de pertenencia que trasladan a los socios”. Además, puntualizó que en su centro se exige que los empleados sean”humildes, inteligentes emocionalmente y valientes”.
En este contexto, la estrategia empresarial de Anna Rounaja pasa por los valores compartidos como la integridad o la inclusividad y por los eventos, por lo que en el centro Hukka Oy organizan todo tipo de actividades, más allá del entrenamiento, como el yoga con chocolate o el bádminton.
Rounaja explicó que “también ofrecemos café gratuito, que sirve para generar espacios entre los usuarios”, asegurando que el nivel de compromiso es tal que “cuando fallece algún miembro, hacemos una ceremonia para ellos porque hemos formado parte de sus vidas”.
Hukka, el centro que dirige Anna Rounaja, también desarrolla iniciativas de concienciación de salud mental, por lo que han llegado a sortear sesiones con un terapeuta. Según explicó la directiva, “hay momentos en el que el cerebro está exhausto de tanto cortisol, por lo que, una vez a la semana, planteamos iniciativas enfocadas a la mente, pero también al corazón y a los músculos”. De cara al futuro, Anna Rounaja, propietaria de la finlandesa Hukka Oy, anunció al concluir que tienen previsto construir un centro de recuperación, “un sitio donde se pueda descansar y dormir”, según concretó.
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