(28-10-2021). Las mascarillas FFP2 han demostrado ser las más efectivas para frenar cualquier infección por vías respiratorias. Sin embargo, en lo que se refiere a la práctica de ejercicio físico, y en especial de alta intensidad, su uso estaría contraindicado en términos de rendimiento, según los hallazgos encontrados por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid.
Las mascarillas faciales de tipo FFP2 ejercerían un impacto negativo en el rendimiento cardiopulmonar y global durante la práctica de ejercicio físico intenso. Esta es la principal conclusión del estudio ‘Efecto de diferentes tipos de mascarillas faciales sobre la respuesta respiratoria y cardiovascular al ejercicio de máxima intensidad’, desarrollado por el Grupo de Investigación del Laboratorio de Fisiología del Esfuerzo (LFE Research Group) de la Universidad Politécnica de Madrid, que viene a no recomendar el uso de este dispositivo de seguridad no farmacológico para la práctica de actividad física, especialmente si es de alta intensidad.
En palabras a CMDsport de uno de los autores del estudio, el investigador Pedro J. Benito, “la investigación ha confirmado con datos un pensamiento generalizado en la sociedad, y es que las mascarillas FFP2 no son aptas para el ejercicio físico intenso”.
Sin riesgo para la salud
La investigación se llevó cabo en el mes de junio de este año, sobre una muestra de 13 mujeres deportistas sanas, con las que se estudió durante tres días consecutivos en un trabajo en cinta estática, de qué manera influía el uso de la mascarilla FFP2 en el rendimiento durante la práctica de ejercicio físico. Estos resultados se compararon con los obtenidos de realizar la misma práctica sin mascarilla o con la mascarilla de tela de diseño transparente de la marca Emotion.
La primera conclusión demostrada es que el uso de mascarillas faciales, tanto FFP2 como quirúrgicas, sanitarias o del tipo de Emotion, son seguras para las personas sanas que practiquen deporte, incluso a altas intensidades, al “no reportarse eventos adversos para la salud, ni hemodinánicos, ni eléctricos, ni clínicos”.
Sin embargo, sí que se aprecia una clara influencia en lo que se refiere al rendimiento deportivo, en el caso de las mascarillas FFP2, interfiriendo negativamente en el desempeño atlético.
Menos aire exhalado y peor ventilación
En concreto, en lo que se refiere a la función pulmonar, se observa como la FFP2 causa un empeoramiento de la capacidad vital forzada (volumen máximo de aire exhalado durante una espiración máxima) y del volumen máximo de aire exhalado, ya desde la posición de reposo. Mientras que se observan unos comportamientos muy similares con el uso de mascarillas Emotion y sin mascarillas.
En lo que se refiere al ejercicio, la investigación ha determinado que el uso de Emotion altera “leve pero significativamente” el patrón de respiración, disminuyendo la ventilación, desde el primer umbral ventilatorio hasta el ejercicio máximo, entre 6,5 y 4,2 L /min, lo que supone un 13,5% y un 4,5% de mayor dificultad de respiración frente a la ausencia de mascarilla. Una disminución que según los investigadores respondería a la reducción de la frecuencia respiratoria. Si bien, la resistencia iría disminuyendo a medida que aumenta la intensidad, confirmando así que el cuerpo se adaptaría al uso de este tipo de mascarillas.
Por el contrario, con la mascarilla FFP2, la adaptación no sería posible. De hecho, el estudio determina que con el uso de este tipo de mascarilla durante el ejercicio, el flujo de oxígeno espirado en un minuto comienza a disminuir desde el primer umbral respiratorio en una media de 9,3 L/ min -19,3% frente al volumen alcanzado sin mascarilla-, y continúa disminuyendo hasta el pico de ejercicio a una media de 20,1 L/ min -22,3% frente a sin mascarilla-. Esta disminución se da por un descenso de la frecuencia respiratoria ocasionado por un aumento tanto del tiempo inspiratorio como del espiratorio.
Es más, en el punto que oscila entre el segundo umbral ventilatorio y el ejercicio máximo, el volumen de respiración no solo no aumenta, sino que disminuye aún más sustancialmente, con un aumento mucho más pronunciado de la frecuencia respiratoria en comparación con la ausencia de máscara o el uso de Emotion, probablemente debido a la fatiga de los músculos respiratorios, que induciría a una respiración menos profunda pero más rápida.
Baja el consumo de oxígeno
En cuanto a la función cardiovascular y la eficiencia ventilatoria, la investigación no ha encontrado diferencias entre el consumo máximo de oxígeno con el uso de Emotion y sin mascarilla (46,36 mL/ min / kg VS 46,07 mL / min /kg.) Pero sí existe una disminución significativa, aunque no tan alta como los investigadores esperaban, según admiten, con el uso de FFP2 (en una media de 2,9 mL / min /kg), un 6,3% menos de volumen máximo de oxígeno en comparación con el no uso de mascarillas.
Por otra parte, la investigación también concluye que ambas máscaras dificultan la ventilación, aunque el obstáculo que produce Emotion no es suficiente para disminuir la salida de CO2, mientras que sí que se percibe disminución con el uso de FFP2 en la práctica de ejercicio intenso.
Sin afectación cardíaca
Por el contrario, el uso de cualquiera de las dos mascarillas no modifica ni la frecuencia cardíaca máxima, ni la presión arterial durante el descanso o en el ejercicio máximo. Mientras que la recuperación tampoco muestra diferencias entre la ausencia de mascarilla y las dos mascarillas estudiadas.
Menos potencia y resistencia
En cuanto a la capacidad de trabajo, la velocidad máxima alcanzada fue similar en todas las pruebas, con una leve disminución con el uso de FFP2 de 0,24 km / h, en una velocidad media de 15 km / h, presentando un tiempo de agotamiento más corto que con el uso de Emotion o sin mascarilla.
Conclusiones
El estudio demostraría que el uso de mascarillas tipo de la marca Emotion permitiría a los usuarios alcanzar intensidades máximas con similares cargas de trabajo y frecuencia cardíaca en ambos de cada umbral, y “con un impacto mínimo en el esfuerzo respiratorio”.
Por su parte, la mascarilla FFP2 produciría “un deterioro ventilatorio significativo a intensidades elevadas, por lo que no se recomienda (aunque tampoco se disuade totalmente, siempre que estemos evaluando individuos sanos) utilizar una máscara FFP2 para entrenar con cargas de trabajo intensas”.
Con todo, los investigadores del estudio remarcan que “se deben realizar más estudios para evaluar la seguridad y el rendimiento de las mascarillas en la población general, especialmente en personas sedentarias y pacientes con enfermedades cardiovasculares, pulmonares y neuromusculares”.
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