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Según un estudio

Entrenar de noche no causa problemas de sueño

Entrenar de noche no causa problemas de sueño

El ejercicio moderado no causa problemas para dormir, incluso si termina media hora antes de acostarse. Imagen: Unsplash.

(13-12-2019). A pesar de lo que suele aconsejarse, no hay razón para renunciar al deporte por la noche. Un estudio ratifica que el ejercicio nocturno de intensidad moderada no causa problemas de sueño.

El estudio lo han llevado a cabo los investigadores del Instituto de Ciencias del Movimiento Humano y el Deporte de ETH Zurich. Los científicos examinaron toda la literatura científica existente y analizaron los 23 estudios sobre este tema, que cumplían con requisitos de calidad.

La conclusión de los investigadores es que, en general, el deporte no afecta negativamente al sueño dentro de las cuatro horas antes de acostarse. “Si el deporte tiene algún efecto sobre la calidad del sueño nocturno, entonces es más probable que tenga un resultado positivo, aunque débil”, afirma Christina Spengler, directora del Laboratorio de Fisiología Humana y Deportiva.

Los datos demostraron que en las noches que se realizó un ejercicio nocturno, los participantes pasan un promedio de 21.2 por ciento de su tiempo de sueño en un sueño profundo. En las noches sin deporte, los participantes solo dormían el 19.9 por ciento del tiempo de sueño profundo. La diferencia es pequeña, pero estadísticamente comprobada. Las fases de sueño profundo son particularmente importantes para la recuperación física.

Caso especial

Sin embargo, un caso especial es el de un entrenamiento muy intensivo dentro de una hora antes de acostarse. Esta es la única forma de ejercicio nocturno que se encuentra en el análisis que puede afectar negativamente el sueño.

“Como regla general, el entrenamiento intensivo puede entenderse como uno durante el cual ya no se puede hablar. Un entrenamiento moderado es uno en el que ya no se puede cantar, pero aún hablar “, explica Spengler.

Un ejemplo de entrenamiento intensivo sería el entrenamiento por intervalos que suelen utilizar los atletas competitivos El análisis mostró que los participantes necesitaban más tiempo para dormir después de un entrenamiento intensivo justo antes de acostarse. El estudio indicaba el por qué: los sujetos no se recuperaron lo suficiente en esa hora antes de acostarse. Su ritmo cardíaco todavía aumentó en más de 20 latidos.

El ejercicio moderado no causa problemas para dormir, incluso si termina media hora antes de acostarse. En el deporte más intenso tiene un efecto negativo.

Más información en ETH Zurich.


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