Acudir a un polideportivo municipal para hacer musculación cuesta en Barcelona 49,45 euros al mes. Hacerlo en Burgos, vale 38,40 euros. En Badajoz, en cambio, sólo cuesta 5,28 euros. Así lo detecta un estudio en el que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado las tarifas más habituales en 28 capitales de provincia españolas para constatar las “enormes diferencias de precio” en función del municipio y pedir, en base a ello, que los ayuntamientos intenten reducirlos en aquellas ciudades que disparan la media.
Además de la sala de musculación, los autores del estudio también han evaluado los precios que se registran en otros servicios de polideportivos municipales como el pilates, la piscina o el pádel. El estudio, que no tiene en cuenta las diferencias de renta o del coste de la vida en general entre unas ciudades y otras, refleja que, en el caso de estas cuatro áreas deportivas, la ciudad más cara (siempre, Barcelona) multiplica por entre 4 y 9 veces el precio de utilizar instalaciones públicas en los municipios más baratos.
PILATES, PISCINA Y PÁDEL
El caso descrito anteriormente para la musculación se replica en el caso de la práctica de pilates con un monitor dos veces por semana, que en Barcelona sale por 52 euros (y solo una vez a la semana) y en Badajoz, de nuevo el municipio más barato, por 10 euros al mes.
La diferencia en el caso de las piscinas municipales es de 40 euros en la capital catalana o en Madrid frente a los 10 euros al mes que se dan en La Coruña (Galicia), Logroño (La Rioja) y Santa Cruz de Tenerife (Canarias).
Por último, una hora de pádel en una instalación municipal cuesta en Barcelona 25 euros y poco más de 3 euros en La Coruña (Galicia) y Oviedo (Asturias).
Desde la OCU sostienen que “las grandes diferencias entre ciudades que detectamos en nuestro estudio refleja que existe margen para ajustar las tarifas públicas, que no se encuentran a gran distancia de las privadas”. La organización de consumidores insiste en su reivindicación: una “forma inteligente” de incentivar el deporte desde la administración pública es fijar “tarifas accesibles” para sus instalaciones.