(6-4-2018). Impulsado por una periodista de belleza hace dos años en Reino Unido, el gimnasio boutique especializado en gimnasia facial FaceGym abrirá su primer centro en Estados Unidos, concretamente en Nueva York.
El proyecto FaceGym surgió hace dos años en Londres impulsado por la periodista de belleza Inge Theron cuando se encontraba investigando sobre tratamientos no quirúrgicos para evitar el envejecimiento de la piel. Pero lo que encontró es que el Botox se había convertido en “la norma general” y que “la industria de la belleza estaba llena de falsas promesas, dolor innecesario y mucho tiempo de recuperación”, según explica la emprendedora en Fast Company.
Tras conocer algunos estudios que promovían las bondades de la gimnasia facial y advertir el auge de gimnasios boutique especializados en partes del cuerpo, decidió poner en marcha FaceGym, el gimnasio facial en el que se ejercitan los 40 músculos que componen la cara humana.
La rutina de FaceGym se basa en clases grupales de 45 minutos en las que los asistentes realizan una rutina de ejercicios con calentamiento y recuperación incluidos. Además de gimnasia, se aplican masajes faciales y algunos tratamientos para la piel. Los miembros que acreditan una determinada antigüedad en el centro pueden además optar a tratamientos láser y otros más agresivos. FaceGym también dispone de dispositivos eléctricos de estimulación muscular.
La impulsora asegura que tras la sesión se sienten agujetas como en el resto de grupos musculares pero que los usuarios están “encantados”. Los entrenamientos varían en precios de 70 a 550 dólares.
Ahora, Theron lleva su FaceGym a Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde abrirá próximamente su segundo centro FaceGym en el barrio NoHo.
Los beneficios de la gimnasia facial
FaceGym basa su proyecto en los beneficios atribuidos a la gimnasia facial que han sido demostrados en algunos estudios. El más reciente, el publicado por la Universidad de Northwestern que revela que 30 minutos de ejercicios faciales pueden ayudar a mejorar la apariencia del rostro, tonificar y reducir signos de envejecimiento visibles.
Fuente: Fast Company
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