(15-12-2020). Hoy reabren los gimnasios en Aragón. Ayer lo hicieron los de Asturias. Y, el pasado viernes, los de Castilla y León. Eso sí, con una excepción: la ciudad de Burgos, el único municipio español que mantiene los centros cerrados.
El fitness español empieza a ver la luz al final del túnel, en lo que a cierres se refiere. En los últimos siete días, las tres comunidades autónomas que mantenían los gimnasios cerrados (Castilla y León, Aragón y Asturias) han ido dando luz verde a su progresiva reapertura una vez se ha podido doblegar la curva de contagios de la segunda ola de Covid-19.
Así, a día de hoy, sólo hay una ciudad, Burgos, que aún no permite la actividad en los centros deportivos. “Ser los últimos en abrir en España es algo que jode”, se sincera el máximo responsable de dos centros deportivos, Gym Burgos y CrossFit Burgos, Juan Ramón Tejero, quien reconoce la impaciencia de sus abonados por volver.
“Tenemos un canal de Telegram con más de 400 personas, y muchas nos mandan audios porque ya no aguantan más en casa, hay nervios e incluso depresión”, reconoce Tejero, que se queja abiertamente de los contrastes que viven la hostelería y el deporte. “Es inexplicable que los gimnasios estén cerrados y las terrazas, llenas de gente sin mascarilla ni distanciamiento social. Misterios de la vida: debe ser mejor beber alcohol que hacer deporte”, publicó en la cuenta de Instagram CrossFit Burgos.
113 DÍAS CERRADOS
El atleta de CrossFit y empresario reconoce que tuvieron que aceptar “con rabia y con las manos atadas” un segundo cierre que podría finalizarel próximo viernes, 18 de diciembre.
Y es que si la evolución epidemiológica sigue mejorando en el municipio, el gobierno de la Junta de Castilla y León aprobará la eliminación de las medidas extraordinarias y adicionales al nivel 4 que siguen vigentes en este municipio. Es decir, que los gimnasios podrán volver ese día a su actividad con un tercio de sus aforos y usando mascarillas.
RÉCORD DE DÍAS CERRADOS
Si el viernes les permiten abrir, cerrarán un período de 41 días sin poder dar servicio presencial al público. Un parón que, sumado al que registraron entre marzo y mayo, convierte Burgos en el municipio español donde los gimnasios habrán estado más días cerrados por la pandemia a lo largo de este 2020: 113.
Una cifra que supera por poco los 111 días que estuvieron cerrados al público los centros deportivos de Aragón y de Asturias, que también han sufrido un largo parón -de 39 días- entre noviembre y diciembre.
A estas comunidades les siguen, con 107 días de cierre, Cataluña -la única comunidad que ha suspendido la actividad de los centros deportivos en tres etapas distintas- y Castilla y León, que el pasado día 11 levantó el cierre que aún afectaba a cinco provincias: Palencia, Soria, Valladolid, Zamora y Burgos, a excepción de su capital.
LOS CENTROS BOUTIQUE RESISTEN MEJOR
En CrossFit Burgos esperan que sus abonados vuelvan a sus instalaciones una vez termine este parón. “La gente está como loca por volver. El problema es que, mientras tanto, hay gastos. Hemos podido reducir el alquiler de la nave, pero seguimos pagando renting de máquinas y otros gastos”, reconoce el gerente del centro.
Tejero deja claro que la viabilidad de CrossFit Burgos y de Gym Burgos no corre peligro porque han logrado mantener casi los mismos socios, unos 500, que tenían en octubre. “Estamos contentos porque hemos tenido pocas bajas y, además, se han apuntado a entrenar gente que no hacía deporte”, añade.
AFECTACIÓN INFERIOR
El empresario sostiene que la afectación de este segundo cierre ha sido menor en centros boutique como el suyo en comparación con otras grandes cadenas de gimnasios. “Sabemos que algunas cadenas de macrogimnasios han perdido cerca del 50% de su facturación en Burgos. En nuestro caso no será así, porque ofrecemos 16 metros cuadrados por usuario, y con todas las medidas de seguridad y distanciamiento que tenemos evitamos los contactos”, corrobora.
En CrossFit Burgos optaron por ofrecer cuatro opciones a sus clientes: pagar la totalidad de la cuota a cambio de recibir clases online, talleres, charlas con nutricionistas o cocineros; pagar el 50% por el uso de servicios de entrenamiento; darse de baja o, en el caso de no poder hacer frente a los pagos de las cuotas, seguir vinculado al gimnasio a través de los contenidos online sin tener que pagar. “Hemos sido muy abiertos. En este segundo parón estamos regalando las 80 clases online que hicimos durante el primer cierre”, confiesa Tejero.
PIDEN INSPECCIONES
Además de no recibir ningún tipo de ayuda económica, el gerente de CrossFit Burgos se queja abiertamente de la falta de control en instalaciones que han tenido que bajar la persiana. “¿Por qué nos cierran si nadie ha venido a ver si lo hacemos bien o mal? No ha venido ninguna inspección para ver si limpiamos, si dejamos espacio o si usamos la mascarilla. Nos han obligado a gastar mucho dinero en medidas y luego nadie viene a inspeccionar”, critica.
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