(3-4-2024). Lleuresport facturó 5,6 millones de euros el pasado 2023, lo que supuso un incremento de casi el 4% en comparación con los 5,4 millones de 2022. El área de deporte, que incluye el CEM Can Ricart y el CEM Colon, representó unos ingresos de 2,6 millones de euros, un 13% más en comparación con los 2,3 millones de 2022.
Lleuresport, que controla dos centros deportivos, siete centros cívicos y dos coworkings, concluyó el pasado 2023 con un total de 4.500 abonados, un 11% más en comparación con los 4.050 socios de 2022.
“Estamos contentos porque hemos cambiado los parámetros y los conceptos, hemos abierto boutiques dentro de los centros y hemos aumentado la edad y el ticket medio”, explica el director de las instalaciones deportivas de Lleuresport, Paco Ruano, a CMDSport. Actualmente, el ticket medio de la cadena se sitúa en 40,7 euros, un 2% más en comparación con los 39,9 euros de cierre de 2022.
“Es un importe que varía, aunque hay que tener en cuenta la ubicación de nuestros centros, ya que el barrio del Raval de Barcelona es una de las zonas de la ciudad que más paro tiene”, detalla. Sin embargo, en dos años el ticket medio ha pasado de 36 euros a 40 euros y este 2024 ya se sitúa en 44 euros.
5.000 ABONADOS
De cara este ejercicio, Lleuresport espera facturar 5,6 millones de euros y que el área de deporte suponga unos ingresos de 2,6 millones. Además, prevé situarse en 5.000 abonados, aunque aún no recuperará los números prepandemia ni en socios ni en ingresos.
La gestora también quiere aumentar el número de centros que opera. “Nos presentaremos a otros dos concursos públicos porque queremos reforzar nuestra empresa, ya que estamos en una etapa de confort en la que sería óptimo ampliar nuestros servicios de cara a poder afrontar nuevas situaciones complicadas”, detalla.
SALIR DE BARCELONA
De hecho, está estudiando salir de Barcelona y presentarse a concursos que puedan salir en toda Catalunya, ya sean de prestación de servicios o concesiones.
Tras haber renovado la sala de fitness del CEM Colom, Lleuresport prevé nuevas inversiones, por lo que ya trabaja en la remodelación de Can Ricart. “Hay que acabar de consolidar las instalaciones y adaptarnos a la nueva población que tenemos, ya que los jóvenes suponen un 27% de los usuarios, lo que nos obliga a cambiar ciertos conceptos”, valora.
Asimismo, la enseña sigue implementando nuevas medidas de ahorro de agua para hacer frente a la sequía que sufre Catalunya. En febrero ya fue capaz de reducir su gasto un 30%.
EL RAVAL, UN RETO
“Otra de las cuestiones a las que nos enfrentamos es a la proliferación del segmento low cost, que afecta al modelo concesional, aunque, por suerte, en el barrio donde operamos esta situación no afecta en el mismo grado en comparación con otras zonas de Barcelona”, detalla. “Tenemos unos centros deportivos que se deben adaptar a la renta per cápita del barrio y a su cultura”, admite.
“Hacemos microproyectos para integrar la sociedad del barrio dentro de las instalaciones, con mucho trabajo de promoción deportiva enfocada, por ejemplo, a la mujer árabe”, explica. El gimnasio, por ejemplo, tiene zonas aisladas para que puedan hacer ejercicio.
“El deporte es una herramienta social de integración social y es muy importante, aunque también supone un reto”, recuerda. “Para poder desarrollar todo este aspecto tenemos un coordinador de dinamización social”, puntualiza.
El área deportiva de Lleuresport cuenta con dos centros que suman 10.500 metros cuadrados La cadena da servicio a 4.500 abonados y emplea a 80 personas. En su conjunto, suma un total de 220 trabajadores.
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