(24-11-2021). Un estudio de la Universidad de Alcalá ha probado que la presencia o no de equipamientos y centros deportivos en una área concreta de un municipio afecta directamente a los niveles de obesidad, diabetes y afecciones cardíacas de ese lugar.
Cuántos más equipamientos deportivos, gimnasios y clubes de fitness existen en un barrio, menor es el nivel de obesidad, afecciones cardíacas y diabetes que presenta su población, y vicerversa. Así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo sobre la ciudad de Madrid por investigadores de la Universidad de Alcalá, en la que se prueba con datos concretos la importancia e incidencia directa que ejercen los centros deportivos en la salud de la sociedad.
La investigación ‘Instalaciones deportivas y prevalencia de obesidad y diabetes tipo 2 en la ciudad de Madrid‘, fue realizada en el año 2017 aunque acaba de ser publicada en la revista clínica Diabetología por la importancia de sus conclusiones. Para realizarlo, el estudio ha tomado como muestra a 1.270.512 habitantes de Madrid de entre 40 y 75 años, lo que supone el 91% de la población madrileña en esa franja de edad.
Un 22% más de obesos
Los principales datos que aportan las conclusiones de la investigación es que en los barrios de Madrid donde se ubican menos instalaciones deportivas, la incidencia de la obesidad en esa población es un 22% mayor que en los barrios donde gozan de más equipamientos deportivos. En el caso de la diabetes, en estos barrios menos equipados se observaría un 38% más de incidencia de la diabetes tipo 2, la más común.
El nivel socioeconómico influye
Pero el estudio va más allá y no solo relaciona la disponibilidad o no de centros deportivos, sino que también ha probado una relación directa entre el nivel socioeconómico de la población y la prevalencia de enfermedades agravadas por el sedentarismo.
Así, se habría probado que en los barrios de menor nivel socieconómico presentan una prevalencia mayor en obesidad (13%) y diabetes (17%) que los que, teniendo también baja disponibilidad de instalaciones, presentan mayor nivel socioeconómico.
Por géneros, las mujeres padecen más de diabetes (24%) que los hombres que viven en áreas con las mismas características (10%).
Eliminar barreras económicas y sociales
La investigación ha dejado de lado parques y carriles de bici por considerar que “la actividad física que se practica en las instalaciones deportivas está asociada con un gasto metabólico mayor que otros tipos de actividad física, y se correlacionan con unos mayores beneficios en salud y en la prevención de enfermedades como la obesidad o la diabetes. Además, la presencia de personal cualificado también conduce a unas prácticas de ejercicio más beneficiosas”.
Para corregir las desigualdades existentes, la investigación recomienda aumentar los recursos deportivos en las zonas más desfavorecidas, “en forma de nuevas instalaciones deportivas gratuitas o con un bajo precio mensual; ya que hay evidencia de que las instalaciones deportivas con precios variables, como el pago por sesión, suponen una barrera de acceso para las poblaciones con menor nivel socieconómico”.
Además, consideran que la oferta y los programas deportivos que se desarrollen deben diseñarse desde la “perspectiva de género y teniendo en cuenta la cultura deportiva y los gustos de la población, porque cuánto más se parecen los proyectos a la gente que vive donde se ponen en marcha, más personas se benefician y se produce mayo adherencia”.
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