Los gimnasios de Barcelona y su área metropolitana se sienten incomprendidos

“Es lamentable que nos hagan cerrar tras haber hecho los deberes para crear entornos seguros. ¿Lo volverán a hacer cada vez que haya tres casos nuevos de COVID-19? ¿De qué ha servido el dinero invertido en mamparas y materiales?”, se queja August Tarragó, presidente de ADECAF. El responsable de la patronal del sector del fitness de Cataluña lamenta la complejidad burocrática a la que tienen que enfrentarse los gimnasios de Barcelona y de su área metropolitana para poder reabrir las instalaciones deportivas. “Pedimos al Procicat poder hacer, desde los ayuntamientos, una petición conjunta para todos los centros, pero nos dijeron que no, que había que puntualizar uno por uno aquellos que quieran seguir abiertos y mandar sus planes de contingencia. Si tienen que estudiar todos los casos de Barcelona, tardarán tres años”, apunta.

LOS CENTROS, EN JAQUE

La ratificación del cierre de los centros deportivos supone una grave amenaza para muchos de ellos. “Un segundo cierre, y más en estas fechas, puede provocar un colapso económico muy importante, independientemente del músculo financiero que tengas para resistir”, advierte Matías Polo, gerente del Club Delfos, de Cornellà de Llobregat. “¿Ahora tendremos que volver a compensar el mes de julio? ¿Con qué dinero? ¡Si no tenemos! No hemos recibido ayudas, y los ICOs hay que devolverlos”, añade. La mejor ayuda, insiste, es que les dejen trabajar.

Polo asegura que no puede “hacer más” a nivel de medidas, porque sería “incoherente e insoportable económicamente”. Además de reforzar el sistema de limpieza de su centro, ha reciclado a empleados de mantenimiento para que también limpien y ha invertido fuerte en material higiénico, incluídos 3.000 euros en dos máquinas de aspersión de desinfectantes.

Por de pronto, Polo anuncia que este martes mantendrán cerrado el gimnasio y crossfit, mientras que la piscina, el centro de RH/Pilates, pádel y campus para niños estarán abiertos. El CEO de Club Delfos señala que “tratamos de minimizar el golpe con imaginación”.

Este emblemático centro de Cornellà ha entregado una carta de responsabilidad en la que certifica el cumplimiento de las normas de seguridad e higiene. “Es inaceptable que nos señalen como una referencia maligna”, anota.

ESCENARIO SURREALISTA

El CEO de Vivagym, Juan del Río, califica de “surrealista” este escenario. Su esperanza era poder abrir “de inmediato” sus centros en Barcelona, pero deberán conformarse con esperar una respuesta a las declaraciones de responsabilidad y a los protocolos de seguridad que han preparado. “Estamos haciendo planificación de escenarios, esperamos que se resuelva pronto este asunto y salir lo mejor parados. Más que la nueva normalidad, estamos en la nueva economía, y los planes son permanentemente revisables”.

En sus centros, aclara, no habría ningún problema para respetar los aforos ni las medidas implantadas, ya que el sistema de reserva de cita previa y las bajas afluencias veraniegas permiten tener un máximo control sobre todo lo que hacen los usuarios. Algo que se repite en la mayoría de centros deportivos.

SENSACIÓN DE IMPOTENCIA

El consejero delegado de Holmes Place España, Josep Viladot, reconoce sentir “decepción e impotencia” tras ver que el Govern de la Generalitat no entiende que el sector del fitness “vende salud y no ocio”. Viladot acepta con resignación tener que volver a cerrar para evitar ser sancionado, aunque advierte que “el rico tejido deportivo de Cataluña está en riesgo. Puede ser un jaque mate para muchas entidades”.

“Si ya teníamos un 30% de pérdida de socios, un nuevo cierre nos puede suponer una caída mucho mayor y tener que empezar casi de cero en septiembre”, alerta Viladot, quién no cree que los contenidos online puedan salvar al sector de otro parón parecido al anterior.

Una opinión compartida por el gerente de la Asociación Empresarial de Clubes de Natación de Catalunya (AECNC), Héctor Cruz: “Algunos clubes están en la UCI, otros están esperando su cama u hospitalizados, y otros están en la fase de triaje. Pero esta situación les puede hacer avanzar una fase a cada uno”. En el caso de los clubes de natación, se encuentran con una circunstancia especial: al ser entidades sin ánimo de lucro no pueden tener un cojín económico para afrontar este tipo de situaciones.

Cruz pide a la administración ayudas económicas para que los clubes puedan soportar sus tensiones de tesorería. También reclama financiación con créditos blandos mientras esperan una línea de crédito del Institut Català de Finances (ICF). Además, reivindica que los clubes deportivos puedan deducirse el 21% del IVA de sus inversiones, algo que, por ahora, solamente pueden hacer las empresas privadas.

PISCINAS AL AIRE LIBRE, LA ÚNICA EXCEPCIÓN

Por ahora solamente podrán abrir las piscinas al aire libre como herramienta para combatir el calor. Deberán permanecer cerradas, por tanto, las piscinas cubiertas, algo que puede suponer un duro golpe para los clubes de natación, que empezaban a recuperarse con el inicio del verano tras los tres meses de cierre.

“Quien ha redactado esto está lejos de defender el mundo del deporte y no tiene mucho conocimiento de lo que se hace en los centros deportivos, y menos en clubes de natación”, dispara Cruz. El dirigente de la AECNC considera “incoherente” que tengan que ver, desde sus centros, como a pocos metros hay gente practicando libremente voleibol o palas mientras ellos no pueden acoger usuarios en instalaciones sumamente controladas.

También podrán seguir activos los campus y casales para niños. Al respecto, el presidente de Adecaf, August Tarragó lamneta que“hay un sector del ocio juvenil que tiene mayor capacidad para presionar al Govern que nosotros, es así de triste”.

El responsable del Club Delfos, Matías Polo, concluye que “no tiene sentido que una instalación deportiva tenga que estar cerrada pero pueda servir para hacer un campus para 130 niños como nosotros”.