(8-3-2019). Los especialistas de Crown Sport Nutrition explican que la realización de ejercicio físico moderado supone, a largo plazo, beneficios para el sistema inmune. Pero el ejercicio intenso y el estrés continuado que supone una preparación física exigente pueden debilitar el sistema inmune, facilitando los procesos infecciosos.
Los especialistas de Crown Sport Nutrition explican que la realización de ejercicio físico moderado supone, a largo plazo, beneficios para el sistema inmune. Es decir, mantener una vida activa mejorará nuestro sistema inmunitario, haciéndonos menos propensos a sufrir infecciones, etc. Sin embargo, el ejercicio intenso y el estrés continuado que supone una preparación física exigente pueden debilitar el sistema inmune, facilitando los procesos infecciosos.
Como muestra un artículo que incluyó casi 8.000 muestras de más de 2.000 deportistas (Horn et al. 2010), los deportistas de resistencia como ciclistas y triatletas presentan un menor número de glóbulos blancos (células encargadas de la defensa ante procesos inflamatorios) que otros deportistas.
El artículo está realizado por Pedro Valenzuela, Investigador en Unidad de Fisiología de la Universidad de Alcalá y en Unidad de Control de Rendimiento en el Centro de Medicina del Deporte (AEPSAD, CAR de Madrid).
De hecho, un 16% de estos deportistas presentaron valores por debajo de los de referencia. Además, el ejercicio intenso parece disminuir la función inmune de forma aguda, haciéndonos aún más propensos a las infecciones. Estos resultados podrían explicar en parte la alta prevalencia de infecciones en deportistas de resistencia, los cuales presentan una mayor predisposición a sufrir enfermedades relacionadas con procesos infecciosos (sobre todo respiratorias como la bronquitis) que la población general (Harris 2011).
Mejorar la protección
Es por ello importante mejorar la función inmune en estos deportistas, especialmente en periodos de alta carga de entrenamiento. En este sentido, seguir una dieta que aporte la suficiente cantidad de calorías y nutrientes (carbohidratos, vitaminas, proteínas, etc.) será primordial. Además, aunque la evidencia no es unánime al respecto, se ha sugerido que la suplementación con glutamina podría ser efectiva para mejorar la función inmune en deportistas.
Un estudio (Castell 1996) en 200 deportistas de resistencia observó que la prevalencia de infecciones tras sus competiciones era del 25-50% aproximadamente, siendo mayor tras deportes de ultra-resistencia que en otros de menor distancia (ej. carrera de 10 km). Sin embargo, los resultados mostraron que aquellos que tomaron 5 gramos de glutamina tras el ejercicio presentaron una menor prevalencia de infecciones que los que tomaron placebo (20 vs 50%, aproximadamente). De forma similar, un estudio (Song 2015) realizado durante 6 semanas de alta carga de entrenamiento evaluó los efectos de tomar glutamina (10 g al día) o placebo en la función inmune. Estos autores observaron que el ratio CD4+/CD8 + (un indicador de la función inmune, y por lo tanto de la predisposición a infecciones) al final del periodo de entrenamiento fue significativamente mayor en los deportistas suplementados con glutamina.
En resumen, los deportistas presentan un mayor riesgo de infección que la población general, especialmente en periodos de alta carga de entrenamiento. Es por ello importante desarrollar estrategias para mejorar su función inmune, entre las que seguir una nutrición adecuada juega un papel fundamental. La toma de glutamina parece ser efectiva en procesos hiper-catabólicos como en procesos de enfermedad, y podría ser también efectiva (especialmente a partir de 200 mg/kg) en deportistas sometidos a un alto estrés.
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