Actividad física para combatir la osteoporosis

De la misma forma que pasa con los músculos, los huesos son tejidos vivos que se fortalecen cuando se les ejercita. La actividad física, realizada de forma continua y sistemática, contribuye al mantenimiento de la masa ósea, frenando la disminución que se produce con la edad e incluso favoreciendo el aumento de la misma. “Los individuos activos físicamente consiguen un aumento de la densidad ósea entre el 2 y el 5%, mientras que aquellos que llevan prácticas sedentarias e inactivas experimentan una disminución. Cuando se padece osteoporosis, practicar deporte tiene un efecto beneficioso en el sistema esquelético de las personas”, comenta Carlos Bernardos, director técnico de los centros deportivos GO Fit.

Hacer ejercicio es vital a cualquier edad para tener huesos saludables y es una parte importante de un programa de prevención y tratamiento de la osteoporosis. “El ejercicio no solamente mejora la salud de los huesos, sino que también aumenta la fuerza muscular, la coordinación, el equilibrio y el estado de salud general”, asegura Bernardos.

Ejercicios para combatir la osteoporosis

En el caso de la osteoporosis, el tipo de ejercicio recomendado dependerá del objetivo. Como explica Carlos, “la actividad variará en función de si tiene una finalidad preventiva, terapéutica o de rehabilitación ”.

– Periodo preventivo: “Se pueden realizar actividades de alta intensidad como entrenamiento de fuerza, carreras, actividades deportivas, etc. En el caso del entrenamiento de fuerza hay que tener presente que la intensidad, relacionada con la carga, incide en un mayor aumento de la densidad ósea debido a que fuerza a todo el sistema esquelético a trabajar en contra de la gravedad”, afirma Bernardos. En general, es suficiente realizar sesiones de unos 40 minutos, 3 ó 4 veces a la semana, pero eso sí, “estas sesiones deben tener la suficiente intensidad como para producir las respuestas adecuadas en el organismo”, concluye Carlos.

– Periodo terapéutico: “En este caso no se recomiendan actividades de alto impacto o que obliguen a soportar grandes cargas”, asevera Bernardos. “Se pueden sustituir por ejercicios acuáticos, ciclo indoor, clases de bajo impacto y entrenamiento de fuerza con autocarga o cargas ligeras en donde se trabaje principalmente el core”.

– Periodo de rehabilitación: Aquellas personas que han podido sufrir fracturas pueden beneficiarse de la práctica de ejercicios y entrenamientos especiales bajo la supervisión de un especialista médico con el objetivo de mejorar la fuerza muscular y su movilidad. Como explica Carlos, “el ejercicio es clave en etapas de rehabilitación porque la fuerza muscular y la fuerza ósea están relacionadas. Los ejercicios para el fortalecimiento muscular pueden ayudar a reconstruir hueso en aquellas personas que han desarrollado osteoporosis y también pueden brindar alivio ante uno de los síntomas más debilitantes de esta enfermedad como es el dolor”.

Conclusiones

Como conclusión, Carlos Bernardos detalla los siguientes puntos a tener presente.

– La masa ósea y el ejercicio están íntimamente ligados.

– En la infancia es necesario realizar gran cantidad de actividad física (muchas veces el niño lo hace de forma natural) con el fin de desarrollar un alto pico de masa ósea.

– El ejercicio, la dieta junto y un estilo de vida sanos, son los pilares que permiten conservar la densidad ósea y demorar el proceso que conduce a la osteoporosis.

– La mejora del equilibrio, la fuerza y la agilidad, mediante el ejercicio ayuda a prevenir, sobre todo en las personas mayores, las caídas que ocasionan fracturas.

– Es necesario como medida preventiva realizar ejercicios de impacto y de fuerza.

– El ejercicio contribuye a la rehabilitación, tanto antes del accidente como después.

– Cualquier edad es buena para comenzar un programa de ejercicios, pero es necesario acudir a un especialista para que prescriba las tareas y las cargas mas adecuadas para cada persona.

Más información: http://www.go-fit.es/Paginas/home.aspx