(27-9-2024). Un buen suelo pélvico es clave en el mantenimiento de la estabilidad lumbo-pélvica, además de ser muy importante para el parto, el sexo y el embarazo. Mariela Villar, directora de Embarazo Activo, nos explica su localización, sus funciones fundamentales y 10 consejos para cuidarlo durante el embarazo.
Antes de hablar de algunos de los cuidados y consejos sobre el suelo pélvico, Mariela Villar, Directora Embarazo Activo®, detalla su localización y explica sus funciones fundamentales.
El suelo pélvico va desde el pubis hasta el coxis y conforma el piso de la pelvis, zona que soporta el útero, el intestino y la vejiga, y cierra la entrada de la vagina, el recto y la uretra. Este conjunto muscular se encarga de sostener la parte baja del abdomen, cierra la parte más inferior de la cavidad abdominal.
Estos músculos pueden dividirse en diferentes planos, desde el plano más superficial (músculos bulbocavernosos, isquiocavernosos, transverso superficial y esfínter externo), pasando por un plano medio (esfínter estriado de la uretra y músculo transverso profundo), hasta el plano más profundo (denominados en su conjunto elevadores del ano). Para poder cerrar por completo la parte más inferior de la cavidad abdominal, estos músculos deben tener inserciones en el coxis y en el pubis, aclara Mariela Villar.
Algunas de las funciones del suelo pélvico son:
- Sostén: mantener los órganos pélvicos en una posición correcta, evitando las pérdidas de orina y heces ante los aumentos de presión abdominal o el movimiento.
- Zona de paso: imprescindibles para la micción y la defecación voluntaria. Además de ser importantes para el parto, el sexo y el embarazo.
- Participa en el mantenimiento de la estabilidad lumbo-pélvica
Consejos para cuidar el suelo pélvico durante el embarazo
Mariela Villar explica que “el embarazo y el postparto son etapas de la vida de la mujer de especial importancia para el cuidado delsuelo pélvico. Atenderlo nos asegura evitar problemas a medio y, sobre todo, a largo plazo”.
Estas son las 10 recomendaciones de la directora de Embarazo Activo:
- Evitar el estreñimiento: es el gran enemigo del suelo pélvico. La alimentación equilibrada, rica en fibra y una buena hidratación son imprescindibles.
- Los esfuerzos siempre en espiración: realizar esfuerzos en apnea – conteniendo la respiración- aumenta la presión en el abdomen, en los órganos y en consecuencia en el suelo pélvico. Realiza siempre los esfuerzos durante la espiración y mejor aun contrayendo el suelo pélvico. “Regla de la E”.
- Mantenerse activa y cuidar la postura: el movimiento siempre va a ser beneficioso para el cuerpo y puede ayudar a eliminar o disminuir tensiones que puedan aparecer durante el embarazo. Realizar ejercicios de movilidad de la pelvis y de respiración favorece la disminución de tensiones de la musculatura, una mayor movilidad de las estructuras del suelo pélvico y evita la rigidez.
- Realizar las incorporaciones de lado: si se realizan de frente favorecerá el aumento de la presión abdominal y puede generar que aparezca una mayor diástasis en posparto, incluso mucho mayor en el embarazo, ya que la activación abdominal no siempre es la correcta.
- Mantenerse bien hidratada: esto favorece que las estructuras como los ligamentos o la musculatura funcionen mejor, puesto que la deshidratación produce una disminución de la funcionalidad de estas estructuras.
- Claves para evitar el estreñimiento: utilizar un taburete, no arquear la espalda al defecar, no hacer apnea y respirar profunda y conscientemente, pueden ayudar a reducir el estreñimiento que aparece durante el embarazo. Acompañando todo esto de una correcta alimentación y una hidratación adecuada como ya se explicó.
- Acudir a una consulta fisioterapéutica: puede ayudar en la preparación al parto, valorar el suelo pélvico y dar las indicaciones sobre el masaje perineal.
- Masaje perineal: se recomiendan a partir de la semana 34 aunque puede comenzarse antes y en lo posible con un aceite neutro. La técnica debe de ser explicada por un profesional. Ayuda a mejorar la elasticidad del tejido, si se realiza de forma continuada y según las directrices del especialista. Aunque no asegura la no realización de episiotomía o desgarro, al menos mejora la calidad del tejido y la capacidad de relajación del suelo pélvico.
- Evitar el uso de faja: en muchos casos ejerce la acción contraria presionando el suelo pélvico como así también no coactivar de manera correcta el Transverso Abdominal.
- Pujos en el parto: siempre serán cuando se sientan ganas de hacerlos y durante la espiración, para evitar un exceso de tensión en el periné y en los ligamentos del útero.
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