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Las disciplinas deportivas deben adaptarse a las capacidades de cada uno

Con lumbalgia: ¿se puede o no hacer ejercicio y de qué tipo?

Las recaídas son comunes, afectando entre el 30 y el 70% en el primer año

Con lumbalgia se puede o no hacer ejercicio y de qué tipo

Los fisioterapeutas explican que el movimiento y el entrenamiento activo son elementos indispensables ante la lumbalgia. La combinación de ejercicio y educación del paciente es muy prometedora y junto a la terapia manual ocasional, ofrece un manejo basado en evidencia del dolor lumbar. Imagen: Pexels.

(22-11-2024). La lumbalgia tiene una prevalencia muy elevada en la edad adulta. Para poder tratarla adecuadamente, desde la fisioterapia se apuesta por un abordaje que destierra tópicos, se prioriza el ejercicio físico terapéutico, y se recomienda adaptar la actividad deportiva.

La lumbalgia afecta a entre el 80 y el 90 % de la población en algún momento de su vida, según datos del Informe de Salud del año 2021, el último disponible. De acuerdo con un informe de 2023 del CGCOM (Consell General de Col·legis Oficials de Metges), la lumbalgia y la cervicalgia suponen un gasto de 9.000 millones de euros al año, un 0,68 % del PIB del conjunto del Estado.

El decano del Colegio, Ramón Aiguadé, considera que “la fisioterapia es la mejor respuesta desde el punto de vista coste-eficiencia ante la lumbalgia, que afecta a un porcentaje muy amplio de la población adulta de acuerdo con la evidencia científica actual. Con acceso directo a fisioterapia, el tratamiento sería más rápido, mejoraría la salud de las personas, el sistema ahorraría costes y disminuirían las bajas laborales”.

Los Fisioterapeutas del Servicio de Rehabilitación del CAP II Maresme-Mataró y del Col·legi de Fisioterapeutes de Catalunya nos explican que “la fisioterapia es clave en prevención y tratamiento del dolor de espalda. Para evitar las algias, se recomienda cumplir con los niveles de actividad física, hacer ejercicio regular, descansar bien, mantener una alimentación equilibrada y un buen equilibrio biopsicosocial”.

Este grupo de expertos asegura que “el movimiento y el entrenamiento activo son elementos indispensables para ello. Las medidas pasivas como el calor o la electroterapia no son efectivas si se usan solas. La combinación de ejercicio y educación del paciente es muy prometedora y junto a la terapia manual ocasional, ofrece un manejo basado en evidencia del dolor lumbar”.

Y añaden que “en personas que no realizan actividad física de manera regular, una intervención que incluya educación al paciente y caminar, reduce sustancialmente el dolor lumbar. Además, el resultado será una intervención de bajo coste y fácil de aplicar”.

Los programas de ejercicios para prevenir el dolor de espalda, generalmente incluyen tanto trabajo de fuerza como trabajo cardiovascular, además de ejercicios de estiramiento. Sin embargo, no existe consenso en cuanto a las características exactas de estos ejercicios, como el tipo, la intensidad, la frecuencia y la duración.

Lumbalgia y ejercicio físico

El grupo de especialistas destaca que “la evidencia científica actual describe que no existe un ejercicio mejor que otro para tratar la lumbalgia. Como norma general, se recomienda mantenerse activo y evitar el reposo prolongado. La prescripción de ejercicio variará dependiendo de las características de la persona y de la fase en la que se encuentre”.

Aunque el dolor lumbar agudo suele resolverse de manera natural, las recaídas son comunes, afectando entre el 30 y el 70% de las personas dentro del primer año, tras recuperarse de su episodio.

Los ejercicios, combinados con la educación del paciente son efectivos para prevenir el dolor, reducir el tiempo de recuperación, disminuir la discapacidad y evitar futuros episodios, afirman.

Es un mito que cuando se hace ejercicio hace más daño la lumbalgia y que, por lo tanto, el movimiento perjudica. Al contrario, la espalda se vuelve más sana con el movimiento y la actividad física. Imagen: Pexels.

Deportes y disciplinas ¿a evitar?

Los fisioterapeutas añaden que “se recomienda que las personas con lumbalgia practiquen el deporte que más les motive, ya que esto favorece la adherencia”.

“No hay disciplinas prohibidas”, prosiguen, “pero es clave adaptarlas a las capacidades del paciente, reduciendo la carga o limitando el rango de movimiento para permitir una exposición gradual. Si es necesario, se puede optar por otra actividad hasta que el paciente la tolere”.

“Evitar el reposo absoluto es fundamental, ya que puede causar atrofia muscular y reducir la movilidad, lo que agravaría el problema”.

Mitos y realidades

Para finalizar, recogemos una serie de materiales divulgativos que sirven para acabar con algunos mitos y acercar algunas realidades que pueden ayudar a mejorar la vida de muchas personas. Los documentos, realizados por del Día Mundial de Fisioterapia, los puedes encontrar en este enlace.

Entre los tópicos, que puedes encontrar al completo en este documento, destacamos algunos muy habituales:

Mito: Descansar y quedarse en la cama es bueno para recuperarse de la espalda.

Realidad: Inmediatamente después de la lesión, evitar actividades agravantes puede ayudar a aliviar el dolor. Sin embargo, el ejercicio ligero y el retorno gradual a las actividades habituales son importantes para la recuperación.

Mito: Los analgésicos fuertes ayudan a recuperarse más pronto.

Realidad: Los analgésicos no aceleran la recuperación. Los analgésicos simples, como el ibuprofeno, sólo deben utilizarse junto con otros tratamientos, como el ejercicio y, todo así, sólo durante poco tiempo.

Mito: Cuando se hace ejercicio hace más daño, por lo tanto, el movimiento perjudica.

Realidad: La espalda se vuelve más sana con el movimiento y la actividad física. La columna vertebral es fuerte y capaz de moverse con seguridad y coger cargas. Las advertencias habituales para proteger la columna vertebral no son necesarias y pueden provocar miedo y sobreprotección.


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