(5-12-2017). Baby Gym ja dispone de seis centros donde los monitores, terapeutas de educación física y pedagogos, proponen actividades que potencian el equilibrio y refuerzan la musculatura, principalmente piernas y cuello, de los niños en el gateo.
Después de vivir más de 10 años fuera de Brasil, una pareja de empresarios decidió regresar al país en el 2014. Ya en Porto Alegre, buscaron un local con actividades recreativas para su bebé, que en la época tenía sólo un año. La idea era simple: encontrar un lugar divertido, donde el bebé pudiera disfrutar de actividades propias de su etapa de su desarrollo y donde los padres pudieran participar del mismo en un ambiente lúdico y seguro, y propicio para la socialización con otros niños . Después de muchos intentos sin éxito, surgió la idea: “Porto Alegre necesita un local con actividades para bebés”. Y así nació Baby Gym.
El proyecto de Baby Gym ya se ha extendido también a Río de Janeiro a través de una franquicia y ya disponen de seis centros. La propuesta consiste en realizar circuitos para los más pequeños (desde bebés hasta niños de cinco años) para desarrollar la actividad motora y mejorar la psicomotricidad.
Durante las clases de 50 minutos, los monitores, terapeutas de educación física y pedagogos, proponen actividades que potencian el equilibrio y refuerzan la musculatura, principalmente piernas y cuello, de los niños en el gateo. Durante los ejercicios, los pequeños aprenden divirtiéndose, mientras que los padres les acompañan en su evolución e incluso aprenden ejercicios para realizar en casa.
GRANDES BENEFICIOS PARA LOS NIÑOS
Hasta los tres años, los niños están en la fase de adquisición de habilidades. En ese período los aspectos sensoriales y de lenguaje están en proceso de perfeccionamiento. Por ese motivo, los circuitos propuestos estimulan las capacidades motoras, sociales y cognitivas, así como el vínculo afectivo entre padres e hijos además de mejorar el desarrollo articular, la respiración y la circulación sanguínea.
Las actividades que se realizan en Baby Gym también permiten identificar problemas y retrasos en el desarrollo motor, donde la estimulación precoz actúa como un factor preventivo, establecen la base para un estilo de vida saludable del niño, ayuda en el estímulo sensorial del bebé y aumentan la fuerza, la flexibilidad y la coordinación durante el crecimiento.
La propuesta es además un lugar de encuentro que sirve de ayuda para muchas madres primerizas que comparten experiencias con otras madres que están en su misma situación. Según los monitores y los padres que ya han participado en la iniciativa, el resultado mejora los cólicos de los pequeños, fortalece su musculatura y les ayuda a conciliar el sueño, además de mejorar las relaciones entre los niños y padres participantes.
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