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FITNESS

Claves para elegir el mejor horario

¿Entrenar antes, durante o después del trabajo?

Entrenar antes durante o despues trabajo

(30-6-2017). Entrenar antes, durante o después de acudir al trabajo tiene ventajas e inconvenientes y ciertas rutinas que debemos tener en cuenta. Adrián Yeste, del Grupo Duet, nos explica las características y recomendaciones para cada franja horaria.

Adrian-Yestes

Adrián Yestes es responsable de Procesos Deportivos del Grupo Duet.

Cuando buscamos optimizar nuestro tiempo de entrenamiento nos planteamos cual es la mejor franja horaria adaptada a nuestra jornada laboral para realizar ejercicio físico. Adrián Yeste, responsable de Procesos Deportivos del Grupo Duet (Duet Sports y Duet Fit), nos explica las ventajas e inconvenientes de entrenar antes, durante y después del trabajo.

Entrenar a primera hora de la mañana, antes de acudir al trabajo

Yeste aclara que, “en realidad, todo empieza la noche anterior”. Una buena elección de lo que vayamos a cenar nos garantizará un sueño reparador. Es importante entender que el sueño tiene una función reparadora y que si optamos por una cena abundante y copiosa el trabajo que esta requiere será tiempo que restamos a las funciones reparadoras del sueño.

Si por el contrario somos coherentes elegiremos una cena ligera y la haremos pronto. Esto nos ayudará a levantarnos antes de lo habitual para dedicar ese tiempo y energía a esa sesión de entrenamiento que queremos realizar, asegura Adrián Yeste.

Una de las principales ventajas es que tu cuerpo y mente se activan y tenemos más rendimiento en el trabajo. Esto se debe principalmente a las endorfinas y otras hormonas que nos predisponen a hacer una lectura más positiva y nos dotan de más capacidad resolutiva ante los retos que se nos presentan durante el día.

Un inconveniente relativo sería que quizás llegamos más agotados al final de la jornada, que por otro lado nos facilita conciliar el sueño más fácilmente, añade Yeste.

¿Y a mediodía, antes de volver al trabajo?

El especialista del Grupo Duet afirma que “esta es una opción inteligente si tienes cerca de casa tu gimnasio o espacio donde entrenar. Es un ‘break’ que hace más dinámica la jornada y nos hace desconectar del trabajo.

Es también una oportunidad para acelerar el metabolismo y tomarse la comida como una recompensa merecida después del entrenamiento. Esto es un anclaje muy agradecido e interesante porque nos ayuda a mantener el hábito de entrenarse a diario.

Precisamente con la comida Adrián Yuste recomienda varios hábitos. “Lo ideal”, asegura, “es ingerir una carga energética suficiente  antes de entrenar como cereales, fruta o frutos secos que nos proporcione la energía necesaria para rendir y conseguir finalizar la sesión cumpliendo así con nuestro objetivo”.

Si hacemos coincidir el final del entrenamiento con la hora de la comida,  la merienda  o la cena le daremos más sentido a la práctica de ejercicio que si lo hacemos a la inversa porque volveremos a llenar nuestras reservas energéticas comiendo después de haberlas vaciado con el ejercicio.

¿Y al finalizar la jornada laboral?

Yuste recuerda que si al finalizar el día todavía nos quedan energías, es un momento ideal si lo que pretendes es marcar con éxito el final de tu jornada laboral para dedicarte a otras tareas más personales.  De esta manera podrás sentir los efectos post entrenamiento mientras estas con tu familia o amigos o si te dedicas a desarrollar algún proyecto personal o hobby.

Es posible que si entrenas a última hora del día a tu cuerpo le cueste un poco más relajarse y dormir con lo que deberías adecuar la intensidad a ese momento.

¿Hay disciplinas idóneas para cada momento del día?

El técnico explica que” aunque no todos tenemos la misma respuesta ante la práctica de ejercicio,  hay disciplinas que son más intensas que otras y pueden dificultarte la vuelta a la calma en la última parte del día. Si es así deberías o bien elegir otra franja horaria en la que entrenar o buscar otro tipo de entrenamiento que no suponga una sobrexcitación cuando lo que buscas es todo lo contrario”.

Podrás encontrar que para algunos una clase de Yoga al finalizar el día les provee de los resultados necesarios para cerrar el día volviendo a la calma y preparándose para descansar. Otros requieren darlo todo en una actividad de alta intensidad para caer rendidos en la cama y dormir profundamente.

Por ello es necesario escucharnos y saber que el mejor ejercicio no es el que surge de una moda transitoria o del que se escucha mucho hablar, sino aquel que hace que saques tu mejor versión y te ayuda a vivir mejor dependiendo siempre de tus objetivos, finaliza Adrian Yuste del Grupo Duet.


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