(8-2-2019). La Neurociencia puede introducirse en la práctica deportiva, para evitar y tratar las lesiones y para mejorar el entrenamiento y rendimiento. Sergio Sukunza, director de Osasun Sport Clinic, nos explica en qué consiste el entrenamiento con láser, la terapia en espejo, la imaginería motora, la visualización,…, entre otras técnicas.
La neurociencia, que es la ciencia que estudia el funcionamiento del cerebro, ya ha demostrado que el dolor se modula en el mismo cerebro. Muchos patrones de movimiento de atletas que tienen recidivas de lesiones o dolor crónico, tienen patrones erróneos por miedo o evitación del dolor. Y éste, en muchas ocasiones, se corrige cambiando el foco de atención. Así lo afirma Sergio Sukunza, el director de Osasun Sport Clinic, un centro de rehabilitación y entrenamiento multidisciplinar con fisioterapia, osteopatía, entrenamiento personal, electroestimulación muscular y coaching nutricional.
“La utilización del láser, material de bio-feedback, vibración local, terapia de espejo, …, son herramientas que generan neuroplasticidad y un efecto priming en el cerebro”, explica Sukunza.
“En definitiva”, añade, “esto significa que mejora la capacidad del sujeto lesionado o con dolor crónico a adaptarse a los patrones de movimiento correctos. Se activan músculos que anteriormente estaban atrofiados por el dolor, y lo más importante, superando la aversión al movimiento”.
Entrenamiento con láser
Uno de los tratamientos de la Neurociencia es el entrenamiento con láser. “Es un aparato que se coloca en la articulación afectada por la lesión o el dolor, y emite una luz de color rojo. Igual que los punteros láser. Y esto genera una luz que sirve de referencia al paciente o deportista para realizar los ejercicios”, afirma Sukunza.
“Con ello consigues que la concentración y el foco de atención sobre la tarea o ejercicio a realizar mejore notablemente”, asegura.
Terapia en espejo
La base científica de la terapia en espejo se sustenta en un grupo de neuronas con dicho nombre (neuronas espejo). Éstas se activan en nuestro cerebro siempre que realizamos una acción. Y, lo más importante, se activan de igual manera cuando imaginamos o vemos realizar una determinada acción a otra persona, explica el director de Osasun Sport Clinic.
“Esto nos brinda una importante herramienta tanto en el tratamiento del dolor crónico como en la rehabilitación del deportista”, añade. “Por ejemplo, imaginemos que tenemos un dolor crónico desde hace años en un tobillo y cada vez que lo movemos nos genera dolor. Podemos utilizar un espejo para que el movimiento del tobillo sano se vea reflejado en el espejo y simule una movilización del tobillo afectado (éste no se está moviendo)”.
Este efecto nos permite ir activando en el cerebro del paciente los mismos circuitos neuronales que se activarían si realizara el movimiento. Pero, con una gran ventaja, sin desencadenar dolor, lo cual es un primer paso importante en el tratamiento de estos pacientes.
Es de gran utilidad en deportistas. Imaginemos un deportista que está inmovilizado por una fractura, por una cirugía reciente o por cualquier otra lesión. Podemos utilizar esta herramienta para mantener esos circuitos neuronales activos. Lo cual va a ser de gran utilidad para reducir los procesos de atrofia y debilidad propios de la inactividad y acortar de forma significativa los tiempos de rehabilitación, prosigue analizando Sergio Sukunza.
Imaginería motora y visualización
El responsable de la Clínica aclara que el tratamiento con ‘imaginería motora’ sigue los mismos principios. Es la activación de este grupo especial de neuronas mediante la imaginación del movimiento, lo cual reporta beneficios en la calidad del movimiento y en el dolor.
“Hay evidencia científica suficiente que lo demuestra”, afirma. “Y, de hecho, es algo muy utilizado en la mejora del rendimiento deportivo, a través de lo que se llama visualización”.
En nuestro cerebro tenemos una representación de lo que sería nuestro cuerpo real (lo que algunos llaman el cuerpo virtual). Éste se ve alterada en pacientes con dolor y en sujetos que hayan sufrido una lesión.
Hay herramientas para abordar y revertir estos cambios como son el entrenamiento de la sensibilidad (discriminación de texturas, formas, temperatura, etc.), y la vibración local, entre otros.
El objetivo de vibrar de forma localizada un determinado grupo muscular es mejorar la conciencia de contracción de dicho músculo, el cual puede estar inhibido por dolor o por desuso después de una lesión, por ejemplo. Esto nos permite mejorar la representación cerebral de dicho grupo muscular y hacer que vuelva a formar parte de los patrones de movimiento normales, lo cual es muy importante en el deportista.
A su vez, es importante integrar al paciente o deportista en un programa de exposición gradual a la actividad deportiva, que nos permita ir adaptando progresivamente su sistema osteomuscular y nervioso a dicha actividad sin que desencadene dolor.
Sukunza opina que es importante integrar los nuevos avances en Neurociencia a la rehabilitación y el tratamiento de lesiones. Así, nos permite mejorar la eficacia y disminuir de forma significativa los tiempos de recuperación.
“Otro campo muy importante en el que la Neurociencia puede suponer y supone un gran avance, es el de la prevención de lesiones”, asegura.
La neuroplasticidad es la capacidad que tiene nuestro sistema nervioso en general y nuestro cerebro en particular de cambiar y de adaptarse al entorno y a los estímulos que recibe. Utilizando el principio de neuroplasticidad, el deportista puede, mediante la realización de diferentes tareas y ejercicios, adaptarse a las diferentes situaciones a las que puede verse sometido en un terreno de juego y reducir de forma significativa el riesgo de lesión.
Otro aspecto en el que los principios de la Neurociencia son útiles en el deportista es en la mejora y optimización del gesto deportivo, de nuevo gracias a esta capacidad de adaptación y cambio de nuestro cerebro.
Consejos para los deportistas
El gesto deportivo repetitivo genera asimetrías musculares o importantes inhibiciones en músculos que debido al sobreuso, y otras veces por falta de uso, pueden generar lesiones a corto y largo plazo.
“Un consejo que se le podría dar a todo deportista es que, al menos en parte de sus entrenamientos, utilice mucha variabilidad de estímulos. Que se olvide de las rutinas, que incluya ejercicios novedosos, que no repita los mismos ejercicios siempre, ya que perderá capacidad de adaptación”, recomienda el especialista.
Entrenar la capacidad de respuesta ante diferentes estímulos, en diferentes contextos, realizando diferentes tareas de forma simultánea, etc., hará que, gracias a este principio de neuroplasticidad, nuestro sistema nervioso sea capaz de adaptarse y responder de forma más eficiente ante la infinidad de situaciones que un deportista puede encontrarse en su práctica deportiva, aconseja.
“Esto puede suponer beneficios tanto a nivel de prevención de lesiones, como en la mejora de habilidades específicas del deporte y en consecuencia en la mejora del rendimiento deportivo”, finaliza Sergio Sukunza.
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