Los beneficios del entrenamiento en el agua

Roberto Crespo es técnico de piscina en Zagros Sports, técnico superior en Actividades Físicas y Deportivas, socorrista, instructor de natación y matronatación, aquafitness, aquacycling, entrenador personal, corredor y triatleta.

Practicar ejercicio dentro del agua aumenta la resistencia a la que se enfrenta el cuerpo, elevando el número de calorías quemadas y potenciando el trabajo de la zona abdominal. Hasta 1.000 calorías pueden ser consumidas en una sesión de entrenamiento en medios acuáticos, aumentando la efectividad del deporte diario.

Ejemplo de ello es que 15 minutos de desplazamiento dentro del agua equivalen a 40 minutos de trote fuera de ella. La búsqueda del equilibrio, tanto dentro como sobre el agua, supone un esfuerzo mayor para el abdomen, que se verá reforzado independientemente de los ejercicios que se pongan en práctica. Además, entrenar en agua supone un nivel menor de impacto en músculos y articulaciones, por lo que se evitará un mayor número de lesiones.

Las múltiples disciplinas y rutinas creadas para entrenar en agua, sobre todo en centros o gimnasios con piscinas, tienen por objetivo combinar los beneficios del fitness y el medio acuático. Una de las claves de su mayor eficacia y menor nivel de impacto se encuentra en que el peso del cuerpo se reduce casi en un 80% dentro del agua. Esto permite una mayor libertad de movimiento y la ejecución de posturas o ejercicios que, fuera del agua, podrían conducir a lesiones. Para escoger qué actividad se ajusta más a los objetivos personales de cada uno, Roberto Crespo, instructor en Zagros Sports, destaca las modalidades más reclamadas este 2017 y más efectivas para cuidar la salud y mejorar tono muscular y resistencia.

La combinación ideal

Según Crespo, “la combinación ideal de entrenamientos consiste en alternar entre 2 y 3 sesiones a la semana de actividades en agua con 1 hora de entrenamiento de fuerza semanal y otras 2 de cardio”. De esta forma se consigue ganar resistencia y alcanzar un tono muscular saludable, además del beneficio cardiovascular y la consecuente quema de calorías. “La motivación para entrenar y cuidar el cuerpo será mayor debido al dinamismo con el que están diseñadas las sesiones de entrenamiento”, añade el técnico.

Z-Surf para trabajar fuerza y resistencia

“La actividad conocida como Z-Surf pone a prueba el equilibrio general del cuerpo y trabaja todos los grupos musculares”, explica Roberto Crespo. Consiste en cambiar la colchoneta por una tabla de paddle surf y un remo, adaptable a cada persona, y realizar sobre el agua ejercicios para tonificar abdomen, espalda y la musculatura de brazos y piernas. Con la ayuda de diferentes complementos, como mancuernas, pesos o gomas elásticas, se puede aumentar la potencia del entrenamiento y focalizar el trabajo en las zonas del cuerpo que más interese reforzar.

El instructor especifica que “desde el momento en que comienza la actividad, con la subida a la tabla de surf, se está realizando ejercicio y activando la musculatura, ya que se debe estabilizar el cuerpo por medio del trabajo abdominal y brazos y piernas”. Esta posición inestable es la responsable de amplificar la fuerza con que serán efectuados los ejercicios en la tabla de surf. La concentración que requiere mantener el cuerpo en equilibrio supondrá una mayor consciencia de los movimientos que se ejecutan. “Esta modalidad de entrenamiento cuenta con un marcador de éxito altamente eficiente: la caída de la tabla al agua será señal de que los ejercicios no se están desarrollando de la forma correcta”, concluye.

Pedalear en el agua para recuperar lesiones

El Aqua-Cycling consiste en sacar el máximo partido al spinning aprovechando la resistencia extra que aporta pedalear contra la fuerza del agua. Con las bicicletas dentro del agua se ejercita el tren inferior, pero también se ven reforzados la zona abdominal y el tren superior gracias a la resistencia externa. Según el instructor de Zagros Sports “se amplifican los beneficios cardiovasculares, se fortalece la musculatura y tiene capacidad terapéutica”. Esto se debe a que, al reducir el impacto y suavizar los movimientos, el Aqua-Cycling permite a las personas con lesiones recuperar tono muscular y mejorar la movilidad, sobre todo en el caso de lesiones de rodilla ya que se refuerza el cuádriceps para proteger la articulación.

Adaptable a cualquier persona adulta, constituye un trabajo intenso del estado físico a nivel global. La resistencia del agua obliga a mantener una postura más controlada, consiguiendo que, a la larga, se refuercen la espalda y los lumbares. Ese control de la posición se traducirá también a largo plazo en una mejor coordinación, no solo en el deporte sino en la rutina diaria.

Otras clases más tradicionales, como el Aqua-Fitness también se aprovechan de los beneficios del agua para mejorar el estado físico y trabajar todos los grupos musculares. Incluso las sesiones más suaves de entrenamiento tienen mayores resultados. La práctica de actividades cuerpo-mente y de relajación como el yoga o el pilates sobre una tabla de surf también reporta otros beneficios además de los ya conocidos, ya que se consigue un mayor equilibrio postural y la sensación de flotar facilita la concentración en la propia respiración.

La hidratación

“Así como el agua es beneficiosa como medio para el entrenamiento, no se debe olvidar la función que realiza dentro del propio organismo y la importancia de mantener una buena hidratación mientras se practica deporte. Así se mantendrán los músculos bien hidratados y se potenciará la efectividad del entrenamiento”, puntualiza Roberto Crespo para terminar.