(12-5-2023). Al Blindfold Yoga también se le conoce como Yoga con antifaz para bloquear la visión. Ángela Cortés, directora del centro Loving Yoga Studio que imparte esta disciplina, nos explica cómo es una sesión, qué material necesitamos, las precauciones a adoptar y sus múltiples beneficios, como mejorar la calidad del sueño, relajar los músculos y mejorar la postura.
El Blindfold Yoga, también conocido como Yoga con antifaz, “es una práctica cada vez más popular en el mundo del yoga. Esta técnica implica la realización de posturas y ejercicios de yoga mientras se usa un antifaz para bloquear la visión”, explica Ángela Cortés, la directora del centro Loving Yoga Studio (en Gijón) y que imparte esta disciplina especializada.
Tiene sus raíces en la tradición del yoga clásico. En India los yoguis practicaban la meditación con los ojos cerrados para poder concentrarse en su interior y alcanzar un estado de calma y equilibrio. Con el tiempo, esta práctica se extendió al mundo del yoga físico, y los maestros comenzaron a utilizar antifaces o vendas para bloquear la visión y ayudar a sus estudiantes a profundizar en la práctica, añade.
El uso del antifaz en el yoga moderno ha sido popularizado por algunos maestros de yoga contemporáneos que han descubierto los beneficios de esta técnica. Al bloquear la visión, se puede reducir la distracción y permitir que el practicante se concentre más en las sensaciones físicas y emocionales de la práctica. Además, el Blindfold Yoga puede ayudar a mejorar la postura y la alineación, ya que el practicante se ve obligado a depender más de sus propios sentidos y a estar más consciente de su propio cuerpo, detalla.
¿Cómo se realiza una sesión?
Angela Cortés afirma que, en general, una sesión de Blindfold Yoga es similar a una práctica de yoga tradicional, pero con un enfoque en la privación visual para mejorar la conciencia corporal y la conexión mente-cuerpo.
“En el caso de Loving Yoga, comenzamos con una breve relajación para ayudar a enfocar la mente y prepararse para la práctica. Luego, se pueden realizar posturas de yoga tradicionales, como saludos al sol, posturas de pie, flexiones hacia adelante, torsiones y posturas de equilibrio, pero con la adición de un antifaz para bloquear la visión”, prosigue.
Durante la práctica, el instructor de yoga puede guiar a los estudiantes verbalmente a través de las posturas, enfatizando la importancia de la sensación interna en lugar de depender de la vista. Esto puede ayudar a los estudiantes a mejorar su conciencia corporal y profundizar en su práctica de yoga.
“La privación visual puede ser un desafío adicional, por lo que es importante que los estudiantes se sientan cómodos y seguros en cada postura antes de avanzar a la siguiente. En nuestro estudio, si vamos a tocar al alumno para ayudarle con una modificación, siempre el avisamos de manera verbal para no sobresaltarle.
La sesión de Blindfold Yoga puede concluir con una meditación guiada o una relajación, permitiendo que el cuerpo y la mente se relajen y se conecten con la sensación interna”, asegura.
¿Qué beneficios aporta?
La especialista destaca que uno de los principales beneficios del Blindfold Yoga es que puede mejorar la calidad del sueño. Al bloquear la visión, se reduce la estimulación sensorial y se puede promover una mayor relajación y un mejor sueño.
Además, puede ayudar a relajar los músculos y mejorar la postura. Al bloquear la visión, el practicante se vuelve más consciente de las sensaciones físicas de su cuerpo, lo que puede llevar a una mayor atención y corrección de la postura.
Otro beneficio de esta modalidad es que puede ayudar a reducir el estrés. Al reducir la estimulación visual, el practicante puede centrarse más en las sensaciones internas y reducir la distracción de pensamientos negativos o preocupaciones, permitiendo que el practicante se sienta más relajado y presente en el momento. Algunos maestros de yoga también han utilizado el Blindfold Yoga como una herramienta para fomentar la confianza y la aceptación de uno mismo, ya que puede ser una forma efectiva de superar los miedos o la vergüenza asociados con la práctica del yoga.
Al no ver al compañero de la esterilla de al lado, eliminamos la tendencia a compararnos y disfrutamos de la clase centrados sólo en nuestra práctica, afirma la instructora.
El material necesario
Para practicar esta modalidad, se podrá utilizar la ropa habitual para cualquier clase de yoga, algo que nos permita movernos con libertad, la esterilla, y un antifaz. En el caso de Loving Yoga Studio, se proporcionan esterillas de calidad profesional a todos los alumnos para las clases, y en las sesiones de Blindfold yoga
Cortés explica que puede realizarlo “cualquier persona que practique yoga, siempre y cuando no tenga problemas de salud que puedan verse afectados por la falta de visión. Por lo tanto, se recomienda que los principiantes en yoga primero se familiaricen con las posturas y los ejercicios de yoga antes de probarlo”.
Precauciones finales
Si tienes algún problema de salud o lesión, es importante consultar con tu médico antes de probar el Blindfold Yoga o cualquier otra forma de ejercicio.
Para finalizar, la especialista resalta que, “al hacerse con una privación sensorial, es recomendable que la clase no implique equilibrios ni una rutina de asanas o posturas demasiado intensas físicamente. Además, es importante tener un espacio de práctica seguro y despejado para evitar lesiones”.
“Una de las cuestiones más importantes es seguir las instrucciones de un instructor de yoga experimentado y cualificado para asegurarse de que se realicen las posturas y ejercicios de manera segura y efectiva”, concluye Ángela Cortés.
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