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FITNESS

Ventajas e inconvenientes de trabajar con máquinas o mancuernas

mancuernas

(25-9-2015). En cualquier gimnasio encontraremos una zona de máquinas y otra de mancuernas. Algunos realizarán su entrenamiento utilizando las primeras, y otros recurrirán al peso libre. ¿Qué ventajas e inconvenientes presentan unas y otras?

El debate sobre si las máquinas o el peso libre es mejor para desarrollar musculatura ha existido durante décadas. Como comenta Ray Andrés Martínez, entrenador personal y director de Ray Fitness BCN, “ante la cuestión de qué es mejor, máquinas o mancuernas, mi respuesta, como viene siendo habitual dentro del mundo del fitness, es que depende de la persona y también de sus objetivos”.

Máquinas

Una de las principales ventajas de las máquinas es que son fáciles de aprender y manejar . La mayoría llevan una imagen explicativa para realizar el ejercicio, lo que permite que todo el mundo pueda usarlas sin complejidad y que uno mismo pueda montarse su propio circuito. No obstante, para Ray “las máquinas al estar diseñadas por el hombre siempre ofrecen una mayor limitación. El motivo es que están preparadas para guiar el movimiento del cuerpo y limita, por tanto, la posibilidad de trabajar o reclutar una mayor número de fibras neuromusculares. En ese sentido, el músculo también se puede ver más limitado a la hora de desarrollarse porque no se contemplan los patrones del movimiento humano de manera completa”.

Por otra parte, las máquinas a pesar de que permiten aislar los grupos musculares más eficientemente, en la mayoría de casos trabajar en exceso con ellas puede descuidar músculos estabilizadores que se sitúan alrededor de las articulaciones. A la larga, podría repercutir en una lesión crónica o en una mala postura.

Pese a estas limitaciones, es cierto que las máquinas también ofrecen ciertas ventajas sobre todo para la persona que se inicia en el mundo del fitness. “Yo siempre recomiendo”, comenta Ray, “que cualquier principiante empiece siempre a entrenar con máquinas ya que todavía no tiene la fuerza y resistencia adecuadas para soportar cargas libres. De esta forma también disminuye notablemente el riesgo de sufrir algún tipo de percance o lesión”.

Aunque muchas personas avanzadas en fitness dejan las máquinas en un segundo plano, tampoco debe abandonarse por completo su uso. “Para individuos ya veteranos también es un complemento ideal que debería contemplarse siempre. En estos casos, se puede incorporar como método de calentamiento previo o en la fase final de la rutina cuando el músculo está más fatigado. También hay que tener en cuenta que con máquinas se puede cargar más peso que con mancuernas y, por tanto, podemos trabajar la explosividad”, explica Martínez.

Las máquinas no sólo están especialmente aconsejadas para gente con una escasa condición física sino también para todos aquellos que se encuentren en períodos de rehabilitación. En este caso, son herramientas muy útiles para recuperar fuerza de forma rápida y totalmente segura.

Mancuernas

La principal ventaja de trabajar con mancuernas es que se puede utilizar todo el rango de movimiento. Como argumenta Ray, “el peso libre permite trabajar más tu propiocepción, es decir, tu cuerpo en el espacio, tu equilibrio y además reclutar el máximo número de fibras musculares que tengan que ver con la neuromusculación”.

Junto esta ventaja, el peso libre demanda una mayor estabilización de los músculos y, en ese sentido, las mancuernas permitirán activar los músculos estabilizadores más sinérgicos. Esto repercutirá en unas articulaciones más saludables y en pleno funcionamiento, siempre y cuando se ejecuten correctamente los ejercicios.

La funcionalidad de las mancuernas también es mayor. Una máquina está limitada porque sólo puede cumplir con un objetivo determinado que será siempre trabajar un grupo muscular. En cambio, con peso libre se pueden hacer diferentes variaciones de ejercicios y trabajar diferentes grupos musculares: desde cuádriceps y glúteos pasando por bíceps, tríceps, dorsal , hombro y pectoral.

No obstante, optar por esta modalidad de entrenamiento también implica ciertos riesgos. El primero, como apunta Ray, “es que no se aprenda la técnica adecuada y se creen malos hábitos o posturas inadecuadas. El segundo, y relacionado con el anterior, es que hay un mayor riesgo de lesiones si no se ejecutan correctamente los movimientos. Es muy fácil desplazar ciertas partes del cuerpo que no deberían moverse o que nuestras articulaciones estén fuera de la alineación adecuada que deberían tener. De ahí que sea fundamental usar el peso adecuado o pedir ayuda cuando sea necesario”.

Pese a que tanto un sistema como el otro ofrece ventajas e inconvenientes, lo ideal, como comenta Martínez, “es combinar ambos métodos o formas de entrenamiento”.

Más información: www.rayfitnessbcn.com

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