(11-11-2024). El coordinador del departamento social de Lleuresport, Gaetano Codella, considera que todos los centros deportivos deberían tener un departamento social, con el fin de promover la inclusividad. A su parecer, Lleuresport es pionera en esta materia y de hecho, quiere ser un referente. “Queremos ser el centro más inclusivo de Barcelona”, apunta.
Gaetano Codella es italiano. Hace ocho años que vive en Barcelona y seis que trabaja en Lleuresport, donde es el coordinador del departamento social. Es licenciado en Italia, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y tiene un máster en Actividad física y educación, ya que su objetivo, cuando llegó a España, fue dar una vuelta de timón a su carrera y entender el deporte de otra manera.
Ahora tiene un cargo que no es muy habitual en el fitness. Codella anima al sector a dar un paso más allá, a atreverse, formarse, invertir en personas y potenciar la Responsabilidad Social Corporativa. “Todos los centros deportivos deberían tener un departamento social”, resume.
No es habitual su figura en un centro deportivo o en una cadena de gimnasios. ¿En qué consiste exactamente?
Estaba cansado del deporte común y quería dedicarme al deporte social. Quería verlo desde una perspectiva 360 y trabajar con personas con discapacidad o de riesgo de exclusión social. De hecho, hice prácticas en la Prisión de Quatre Camins, lo que me cambió la manera de entender el deporte. Después hice prácticas en Lleuresport, donde he acabado siendo el coordinador del departamento social.
Es una figura extraña que no se encuentra habitualmente, Mi trabajo es, fundamentalmente, gestionar las actividades relacionadas con el deporte social. Este departamento tiene cinco programas: niños y jóvenes, población en riesgo de exclusión social, actuaciones en perspectiva de género, actuaciones hacia la gente mayor y eventos deportivos, culturales o acciones complementarias que puedan encajar dentro del departamento.
Un 15% de las cuotas de nuestros abonados se destinan al deporte social
¿Cómo se hace?
Un 15% de las cuotas de nuestros abonados se destinan al deporte social. Hace unos años cambiamos la metodología de trabajo y los objetivos generales. Por semana, atendemos, entre piscina y pabellón, a 3.300 niños a la semana, 1.061 de ellos en la piscina. Se trata de todo tipo de residentes, desde las escuelas, hasta entidades como asociaciones y fundaciones.
¿Cuál es su objetivo?
Queremos que no haya ningún niño sin acceso a la piscina. Hay que estar cerca de las personas del barrio dónde estamos, El Raval. Se trata de una zona multicultural y, muestra de ello es que no hay niños españoles en la escuela. Nuestro objetivo es dar soporte a cualquier persona que quiera aprender a nadar. Nadie debe quedar fuera. El centro debe ser accesible a todos y, por lo tanto, me encargo de consolidar los objetivos con las entidades del barrio y los casales. Queremos ser el centro más inclusivo de Barcelona.
Se necesitan horas, empatía y formación
¿Por ejemplo?
Con el Casal dels Infants del Raval trabajamos para que todos sepan nadar, pero a la vez tenemos objetivos transversales como hábitos saludables, como la higiene. Hay niños que no tienen la costumbre de ducharse, por lo que la piscina es una excusa para hacer una rutina. Otras entidades como el Hospital de Sant Joan de Déu trabajamos con personas adultas con problemas de salud mental. Les damos una rutina, autonomía y acompañamiento.
¿Qué se necesita?
Horas, empatía y formación. Hay realidades del día a día que requieren un cambio de chip.
Hay que pasar de la metodología competitiva del deporte a trabajar de manera cooperativa
¿Cómo se trabaja en un escenario tan multicultural?
Hay que pasar de la metodología competitiva del deporte a trabajar de manera cooperativa, promoviendo la colaboración, el respeto y la inclusión. Por ejemplo, en la piscina no se trabaja solamente la técnica, sino que hay ejercicios gamificados.
¿Cuántos empleados tiene el departamento?
Cuenta con un equipo técnico de once personas.
¿Todas las personas de El Raval tienen predisposición para hacer ejercicio?
Sí. Y lo vimos con las mujeres, que antes pensaban que el deporte solo era para niños hombres, pero les dimos esta opción. Primero vinieron con ropa de calle, pero después ya se compraron ropa para entrenar porque vieron que también podían hacer ejercicio. Sin embargo, hay ciertos requisitos, como disponer siempre de una monitora.
Concretamente, ¿a cuánta gente atiende el departamento social?
Entre los dos centros de Lleuresport, a 884 al mes. Tenemos de servicios sociales, refugiados o sin techo.
Queremos ser referentes y pioneros en deporte social
¿Por qué es necesario que un centro deportivo tenga un departamento social?
Todos los centros deportivos deberían tener un departamento social con el fin de garantizar la práctica deportiva para todo el mundo. Queremos ser referentes y pioneros en deporte social.
Dice que para ello hay que entender el deporte de una manera 360.
Sí. Yo antes era un entrenador personal que siempre tenía un mismo perfil de cliente. La primera vez que preparé una sesión para personas con parálisis cerebral fue complicada. Tengo que admitir que algunas sesiones que he preparado a lo largo de mi carrera, las he tenido que tirar a la basura porque no servían. Con los técnicos hay que tener paciencia y hacer trabajo para que cambien el chip. Hay días que las clases no salen como uno quería, pero no significa que se haya perdido un día, sino que se aprende lo que no hay que hacer.
¿Qué pueden hacer los centros deportivos que quieran potencial su vocación social?
Atreverse y formarse. Deben invertir en personas y potenciar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
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