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FITNESS

Según el prestigioso arquitecto urbanista Juan Andrés Hernando

Alertan que a los gimnasios les faltó visión integral en su apuesta por la fuerza 

“Es probable que haya sido un error ampliar las salas”

juan andres hernando

El prestigioso arquitecto urbanista, Juan Andres Hernando, cree que las federaciones deportivas han hipotecado el desarrollo de las instalaciones deportivas públicas españolas imponiendo sus normativas.

(5-2-2025). El prestigioso arquitecto urbanista, Juan Andres Hernando, afirma que es probable que los gimnasios hayan cometido un error ampliando sus salas de fuerza ante el aumento del uso de los centros deportivos. A su parecer, el incremento del número de máquinas no ha ido acompañado de mejoras en los vestuarios, las duchas o la climatización.

El prestigioso arquitecto urbanista, Juan Andres Hernando, considera que los gimnasios y los centros deportivos, tanto públicos como privados, les ha faltado una planificación integral a la hora de ampliar sus áreas de fuerza. Según expone, “es probable” que se hayan equivocado, puesto que no se han tenido en cuenta otros parámetros relacionados con la calidad en la experiencia del usuario.

A su parecer, el aumento del número de máquinas para acompañar la masificación no ha ido acompañado de mejoras en los vestuarios, las duchas o la climatización, lo que ha generado problemas de confort y funcionalidad para los usuarios.

El arquitecto también crítica la influencia que la Normativa sobre Instalaciones Deportivas y para el Esparcimiento (NIDE) ha tenido en la construcción de los centros deportivos públicos, ya que en España, se ha tendido a dejar de lado el concepto de esparcimiento y recreación, favoreciendo un modelo enfocado en la competición.

LA SUBORDINACIÓN A LAS FEDERACIONES DEPORTIVAS

De hecho, cree que uno de los principales errores cometidos en el diseño de las instalaciones deportivas públicas españolas ha sido la subordinación a las exigencias de las federaciones deportivas, sin considerar que no todos los espacios deben estar homologados para competir. Por lo tanto sostiene que “las federaciones deportivas han hipotecado el desarrollo de las instalaciones deportivas públicas imponiendo sus normativas”.

Juan Andrés Hernando es arquitecto urbanista desde 1973. Es socio fundador y miembro actual de Hernando&Sauqué y está especializado en la arquitectura de infraestructuras deportivas y otras para la gestión activa del tiempo libre. 

Además de docente y de formar parte varias entidades, como el Observatorio Internacional del Deporte, ha realizado prestigiosos edificios como el Nuevo Módulo Deportivos del CAR Sant Cugat, el Centro de Turismo Deportivo Tenerife Sport Training, el Centro Integral Municipal Montcada Aquai o los parques deportivos municipales de Guiera en Cerdanyola del Vallès o el Sagnier en el Prat de Llobregat.

¿Cómo han evolucionado las instalaciones deportivas públicas en España desde 1981, cuando empezó como arquitecto?

Can Roca de Castelldefels fue el primer centro deportivo que hice, coincidiendo con el traspaso de competencias a los ayuntamientos. Fue el momento en el que se empezó a implantar la Normativa sobre Instalaciones Deportivas y para el Esparcimiento (NIDE), que tiene como objeto definir las condiciones reglamentarias, de planificación y de diseño que deben considerarse en el proyecto y la construcción de instalaciones deportivas.

El NIDE ha marcado la forma de pensar y de hacer de España. En su primera etapa, el país salió ganando porque se le dio un catálogo a los ayuntamientos sobre cómo hacer y subvencionar dichas instalaciones, pero no se desarrolló el concepto de esparcimiento, lo que ha condicionado las instalaciones deportivas en la actualidad. 

Las personas nacimos y morimos jugando, pero esto no se ha tenido en cuenta desde una óptica municipal. España tiene mucho que aprender en este ámbito de países como Uruguay o Colombia, porque el concepto de la actividad física recreativa debería ser trascendental. No solo se trata de competir.

Las instalaciones deportivas se deberían plantear como grandes espacios multiusos, donde la gente pudiera crear su propio espacio de juego, con sus propias normas. No obstante, se han visto obligadas a cumplir las normas impuestas por las federaciones, lo que es un error porque no necesariamente hace falta que todos los espacios estén homologados.

Una instalación funcional, confortable y segura no tiene por qué ser cara

Usted siempre afirma que el camino de Gavà (Barcelona) a la playa es la instalación de la que más orgulloso está, más incluso que el Nuevo Módulo Deportivo del CAR Sant Cugat. ¿Por qué?

Hay que distinguir entre el deporte profesional y la práctica deportiva no competitiva. El éxito de una instalación deportiva es dar el mayor servicio posible con el menor número de recursos. Una instalación funcional, confortable y segura no tiene por qué ser cara. Y esto no quita que no sea bonita. El camino de Gavà a la playa es ejemplo de eso, porque hay mucha gente que utiliza esta instalación y esto me emociona.

Las federaciones deportivas han impuesto cómo hacer las instalaciones deportivas y han hipotecado su desarrollo

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las instalaciones deportivas públicas en la actualidad en España?

En una instalación deportiva se tiene que poder jugar, pero no siempre debe haber una portería, ya que debe ser un espacio más lúdico. Las federaciones deportivas han impuesto cómo hacer las instalaciones deportivas y han hipotecado su desarrollo, pese a que no siempre las utilizan.

Todas las instalaciones deportivas deberán tener un plató de televisión

¿Cómo debe ser el centro deportivo público del presente y del futuro?

Multiusos y un lugar de encuentro en un momento en el que las personas tienen más amigos que nunca, pero también menos contacto que nunca. Las instalaciones deben pensarse como un espacio donde la gente pueda gestionar su tiempo libre. También deben ser un sitio en el que la gente pueda cuidar, mantener y retar su cuerpo. 

También hay que tener en cuenta que la digitalización romperá paredes de cristal, porque estas se van a abrir gracias a la tecnología. Las formas de percibir la realidad van a cambiar a las personas y las instalaciones llegarán a entornos que antes no lo hacían, como una casa o una comunidad de vecinos, a través de las pantallas. Todas las instalaciones deportivas deberán tener un plató de televisión.

Una instalación mal pensada puede ser una condena para un gestor

Usted define una buena instalación deportiva pública como aquella que es segura, funcional, confortable, fácil de mantener y fácil de evolucionar en el tiempo. ¿Cómo se consigue?

Una instalación deportiva no crece de la nada. Hay que definir cuál es su objetivo y si este se ajusta a las demandas y a los derechos de la población. Un centro deportivo, por ejemplo, debe ajustarse al tamaño de la población y hay que transmitir a los técnicos que trabajarán en él qué se quiere conseguir y de qué manera. 

Por otro lado, los tiempos de obras, su ejecución y el presupuesto deben ser coherentes con las demandas de la población, aunque, en muchas cosas, todos estos desajustes vienen propiciados por los políticos. Las buenas instalaciones no se hacen con poco tiempo y un bajo presupuesto, ya que, si salen bien, será una casualidad. 

Por lo tanto, no se trata de hacer algo, sino de que se ajuste a lo que necesita la población. La receta para hacer una buena instalación pasa por hacer un proyecto de gestión, ya que una instalación mal pensada puede ser una condena para un gestor, ya que será responsable de un centro deportivo entre 25 y 40 años.

El parque deportivo público actual de España tiene que reformarse. ¿Qué hay que tener en cuenta?

Las instalaciones deportivas públicas actuales no responden al futuro porque, hasta el momento, se han hecho para mejorar lo que se tenía en aquel momento. Todos los deportes están cambiando.

El Alfa5 es ejemplo de instalación deportiva del futuro

¿Cuál es, para usted, la instalación deportiva del futuro?

El Alfa5, el centro de XR Sports más grande del mundo que combina el deporte y la tecnología en un nuevo concepto de entretenimiento y cultura digital y que se ubica en Barcelona, propiedad del Grupo Ubae-Eurofitness. Cada vez hay más deportes que combinan lo físico con lo virtual.

En términos generales, ¿cómo deben adaptarse las instalaciones deportivas a nivel de sostenibilidad?

En un momento de crisis medioambiental, los centros deportivos deben favorecer las políticas energéticas y de residuos, siempre favoreciendo el respeto medioambiental. Hay que apostar por diseños y materiales que favorezcan el control biomecánico de los edificios, así como que puedan tener una segunda vida y la economía circular.

La realidad virtual aumentada y la Inteligencia Artificial (IA) cambiarán los paradigmas de las instalaciones deportivas.

¿Y a nivel tecnológico?

La realidad virtual aumentada y la Inteligencia Artificial (IA) cambiarán los paradigmas de las instalaciones deportivas. Muchos espacios se verán impactados y puede que nazcan nuevos deportes, nuevas maneras de consumir los espectáculos y nuevas maneras de competir, por lo que se requerirán nuevos espacios en el futuro. La pandemia ya puso de manifiesto que no hay por qué entrenar en un gimnasio, ya que los centros deportivos llegaron a las casas de la gente. Esto solo fue un primer ejemplo.

Uno de los retos en la actualidad es hacer frente a la masificación que sufren las instalaciones deportivas por el aumento del uso tras la pandemia, tanto las públicas como las privadas. ¿Cómo deben pensarse si ha aumentado el uso de las instalaciones?

Primero de todo, hay que señalar que muchas instalaciones tienen estas necesidades a ciertas horas del día, pero no a todas. Con el aumento del uso de las instalaciones deportivas, ciertos espacios en ciertas horas no son confortables, aunque están vacíos durante otros momentos. 

En mi opinión, creo que sobredimensionar las instalaciones para este aumento del uso que se produce en ciertas horas no ha sido muy razonable, al menos, en lo que refiere a las instalaciones deportivas públicas. Las privadas, como tienen dinero, pueden hacer estos cambios, pero hay varias cosas que, en general, no se han tenido en cuenta.

En primer lugar, hay que tener poner de manifiesto que existe una tendencia social hacia la reducción de la jornada laboral, por lo que las personas cada vez dispondrán de más tiempo libre para ir al gimnasio, por lo que puede que el uso de las instalaciones no se concentre en las mismas franjas horarias que ahora en el futuro.

En segundo lugar, cuando se ha aumentado el número de máquinas en un gimnasio, no se ha tenido en cuenta el resto de sus espacios. No se han ampliado las duchas, no se han instalado más taquillas ni se han puesto más bancos para sentarse en los vestuarios. 

Más allá de estos cambios, con el aumento del número de personas en las instalaciones deportivas, estas se han ensuciado más, por lo que también habría que haber atendido la cuestión de la limpieza. Paralelamente, puede que tampoco se haya adaptado la climatización, porque cuanta más gente hay en una sala, más calor hace.

Por lo tanto, insisto en que no se trata solo de poner más máquinas, por lo que, quizás, el fitness debería haber ido por otro camino. Es probable que haya sido un error ampliar las salas de fuerza porque, quizás, los vestuarios también deberían haberse planteado de una forma distinta. En vez de haber metido más máquinas en menos espacio, una opción podría haber sido trabajar más al aire libre. Hay que replantearse esta cuestión.

Mientras el segmento público debe ser polivalente en cuanto a servicios, el privado debe tender a la especialización

De todo lo que aplica al sector público, ¿de qué debe tomar nota especialmente el privado?

El público es café para todos y el privado no. Muchas cosas pueden aplicarse al segmento privado, pero siempre teniendo en cuenta que el segundo atiende a un usuario que tiene una demanda específica, como un precio bajo o un servicio de mucha calidad. 

El sector del fitness es muy plural y, en ocasiones, el privado puede haber ciertas renuncias como, por ejemplo, de espacio o de duchas. Sin embargo, el segmento público debe ser polivalente en cuanto a servicios. El privado, por su parte, debe tender a la especialización.

 


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