Benito Almirante: “Es el mejor momento para eliminar las mascarillas de los gimnasios”

La obligatoriedad del uso de las mascarillas en los espacios interiores parece acercarse a su fin. Esta medida, que afecta de forma más o menos global a los gimnasios y centros deportivos españoles desde septiembre de 2020, aún no tiene fecha de caducidad en nuestro país, aunque parece tener los días contados. Lo analiza para CMDsport el experto epidemiólogo Benito Almirante, del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. 

Esta semana se cumplen dos años de la declaración del primer estado de alarma por la pandemia. En este periodo los gimnasios y demás centros deportivos han sufrido muchas restricciones. ¿Cuáles considera que han sido efectivas?

Analizar a posteriori tiene riesgos, porque en el momento en el que se tomaron algunas medidas se pensaba que eran las mejores posibles. Lo que sí sabemos es que, en aquellos países donde no aplicaron ninguna medida, como en el Reino Unido, luego tuvieron que poner muchas de golpe. Es cierto, sin embargo, que hubo medidas que no tenían impacto, como el toque de queda, que se hizo para prohibir los botellones. La limitación de aforo también es relativa: rebajar al 80% seguramente no tiene impacto, pero al 30%, quizás sí. Limitar el aforo al 50% en un espacio interior puede tener impacto, pero en otro exterior, quizás no. Todo esto lo sabemos ahora porque hemos avanzado mucho en el conocimiento que tenemos sobre el virus. 

Si dentro de un tiempo aparece una nueva variante que complique la situación a nivel sanitario, ¿qué restricciones aplicaría en el interior de un gimnasio?

Depende de la gravedad que tuviese. Si la enfermedad que produjera fuese muy grave y colapsara el sistema sanitario, cerraría todos los espacios interiores. Pero depende mucho del impacto que tenga, que es algo imprevisible a día de hoy. Las restricciones son decisiones políticas, no científicas. Si el sistema sanitario aguanta la embestida, seguramente no habrá más restricciones. Pero si no la aguanta, seguramente volverán a ponerse sobre la mesa algunas medidas, aunque no necesariamente tendrían que ser iguales a las que hemos tenido ahora. En esta sexta ola han habido centenares de miles de contagios en España, pero el sistema sanitario lo ha aguantado perfectamente bien. No sabemos cómo estaremos en otoño o en invierno, pero la hipótesis más plausible es pensar que la evolución del virus irá a mejor, cada vez será menos agresivo y producirá una enfermedad más leve en personas ya inmunizadas. La posibilidad de que llegue una variante mucho más peligrosa que escape de las vacunas existe, pero a lo largo de la historia no ha ocurrido muchas veces, por no decir nunca. 

Es posible pensar que este verano caigan todas las restricciones

¿Es factible pensar que este verano puedan caer todas las restricciones?

Es posible. Si la situación sigue mejorando como ahora, es factible pensar que para entonces puedan desaparecer las restricciones que aún quedan. De hecho, hay muchos países de nuestro entorno que ya no tienen restricciones contra el covid, o que solo mantienen alguna en espacios muy concretos como el transporte público o los hospitales, pero no para la vida rutinaria. Si los países de nuestro entorno lo hacen y les va bien, aquí también irá bien. 

¿Sería factible, por tanto, ver una normalidad absoluta en los centros deportivos este verano?

Sí. Y en todas partes. 

El sector deportivo lleva bastante tiempo pidiendo el fin de las mascarillas. Algunas comunidades piden empezar a retirarla progresivamente de los espacios interiores. 

Sí, pero es una voluntad que no pueden llevar a la práctica las comunidades. No es un problema de las autonomías, sino del Gobierno central, que es quien regula los usos de las mascarillas en interiores y exteriores. Tendría que hacer un nuevo decreto que anule el anterior. Y a partir de ese día, se podrá aplicar. 

¿Es posible plantear ya una fecha de retirada de las mascarillas de los espacios interiores?

Es una decisión puramente política, ya que no tiene ningún condicionante médico ni político. Los políticos decidirán el momento más oportuno con la asesoría que quieran. Pero esta decisión no está ahora ligada a una situación científica. De hecho, con una situación parecida o incluso peor a la que hay en España, otros países ya la han retirado. 

Nunca antes, desde el estallido de la pandemia, hemos estado tan bien como ahora

¿Sería partidario, desde una perspectiva puramente científica, de retirar ya las mascarillas de los espacios interiores?

Sí. Totalmente. Es el mejor de los momentos. Si hay un momento para hacerlo, es ahora. Y si después no sale bien, ya se cambiará. Nunca antes, desde el estallido de la pandemia, hemos estado tan bien como ahora, porque pese a tener un volumen importante de infecciones, más de un 90% de la población está inmunizada y la variante dominante, ómicron, da un grado de enfermedad, en general, muy leve. Tenemos que seguir protegiendo, eso sí, a la gente más vulnerable. 

Hace unas semanas, Baleares siguió los pasos de Murcia y Cataluña y anunció que flexibilizaba el uso de las mascarillas en el interior de los gimnasios durante la práctica deportiva. ¿Disponen por tanto las comunidades de un pequeño margen para regular el uso de las mascarillas en los centros deportivos?

Es una interpretación libre de un decreto que, seguramente, no aborda esta problemática en concreto, y el Ministerio de Salud seguramente no ha hecho una oposición frontal. 

Por tanto, mientras el Gobierno español decide si retira o no las mascarillas de los espacios interiores, el resto de comunidades podrían optar por seguir el ejemplo de estos tres territorios y flexibilizar su uso en los centros deportivos. 

Creo que no es lo ideal. La gente tiene que salir de la pandemia, y no puede hacerlo un poco, sino del todo. La pandemia está generando muchos problemas en este momento. Y si no hay algo que sea absolutamente necesario, no hay que hacerlo. Es muy importante salir de las pandemias. Los daños colaterales que se están produciendo son enormes. Hay que tomar decisiones lo más acertadas posibles, pero lo que no se puede hacer es salir un poco. 

La gente tiene que salir del todo de la pandemia

Seguramente no se empezará a percibir una seguridad real hasta que quiten del todo las mascarillas de todas partes. 

Efectivamente. Y hay algo muy importante: que no sea obligatorio no significa que quien quiera no pueda seguir llevando una mascarilla por todas partes. Nadie podrá decirle que se quite la mascarilla. Ahora, en cambio, hay que ir obligatoriamente con ella. El cambio es pasar de una obligación a una recomendación que será muy fuerte para personas vulnerables, pero muy débil para el resto. En interiores ocurrirá lo mismo que ocurre ahora en los exteriores: habrá gente de todo tipo que seguirá llevando mascarilla. Si en un gimnasio alguien quiere seguir usando la mascarilla, podrá seguir usándola y nadie le dirá nada. Pero es muy probable que mucha gente no quiera usarla más, porque es una incomodidad muy relevante. 

Caerá la ley, pero el hábito tardará un poco más.

Claro. Habrá gente que sentirá que la mascarilla sigue siendo fundamental para su protección, y habrá que respetar su voluntad. Antes de que la usáramos aquí, había personas asiáticas que la llevaban puesta porque tenían una sensación de protección mayor, pero no porque hubiese una razón médica en especial que les indujera a hacerlo.