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Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron

Benito Almirante: “no es positivo que los gimnasios estén cerrados”

"Creo que el Ministro de Sanidad ha sido muy optimista con lo de la vacuna”

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CARESTÍA RELEVANTE DE CENTROS Y PROFESIONALES. Según el doctor Benito Almirante, el cierre de los gimnasios en Cataluña supone una relevante carestía de centros y profesionales para atender a aquellos pacientes que han superado el Covid-19 y deben seguir una rehabilitación.

(13-11-2020). Benito Almirante, Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), atiende a CMD Sport para, desde una perspectiva científica, analizar los efectos del cierre del sector deportivo y los anuncios relativos a la vacuna contra el Covid-19.

Cataluña está siendo una de las comunidades más estrictas en lo que a medidas restrictivas se refiere. ¿Cómo analiza las medidas que ha tomado la Generalitat, en comparación con otros territorios?

Hay mucha heterogeneidad entre las distintas comunidades autónomas. En la mayoría de comunidades se toman medidas dirigidas a evitar la interacción social. Algunas han ido más lejos, como Cataluña, que ha eliminado prácticamente todas las fórmulas de interacción social, y otras se han quedado a medio camino, como Madrid o País Vasco, que han mantenido la hostelería y otros sectores abiertos con algunas medidas. Es muy difícil de analizar sin la perspectiva del tiempo. Si en Cataluña la situación se normaliza más rápido que en otras comunidades, diremos que las medidas eran acertadas. Si se normaliza al mismo ritmo, diremos que eran un poco exageradas. Y si se normaliza más lenta, diremos que algunas eran innecesarias. Necesitamos casi todo lo que queda de noviembre para ver el impacto global de estas medidas.

¿Con este nivel de medidas, cuándo prevé que la situación epidemiológica esté controlada en Cataluña?

Las medidas tienen varios objetivos simultáneos. Alguno ya se está consiguiendo. La tasa de reproducción del virus ya está en niveles bastante buenos, por debajo de 0,9. Hace falta que el número de nuevos casos diarios sea como mucho de 1.500 o 2.000 para poder hacer un seguimiento mejor. Esto no se ha conseguido aún, pero se podría lograr en los próximos días. Y lo que costará más es que el número de pacientes en las UCI esté por debajo de los 300. Ahora tenemos más de 500, y están ahí de media unas dos o tres semanas, que es el tiempo que tardaremos hasta volver a tener estos valores en los parámetros deseados.

El cierre de los gimnasios, centros lúdicos y hostelería pretende reducir la interacción social

En abril aseguró a este medio que los gimnasios no eran más peligrosos que los supermercados. ¿Entiende que en Cataluña estén viviendo su tercer cierre desde marzo?

Las medidas no se pueden analizar de forma individual. Porque el gimnasio o el teatro, de forma independiente, son seguros. Es difícil de explicar que la gente pueda ir en metro al gimnasio, pero no pueda entrar en el gimnasio. El metro es imprescindible para la vida de la gente, y no se puede eliminar. Aunque habría que intentar que fuera un lugar lo más seguro posible. El cierre de los gimnasios, centros lúdicos y hostelería pretende reducir la interacción social. Si estas opciones no están abiertas, la gente no saldrá de casa. Es lo que se pretende.

De la primera ola aprendimos que seguramente las medidas no se pueden levantar de golpe

¿Tan mal está la situación epidemiológica como para prolongar el cierre diez días más?

No es que esté tan mal. La situación es estable, pero hace tres semanas estaba subiendo de forma importante. No hemos llegado a una tercera parte de lo que se vivió en marzo o abril a nivel de ingresos hospitalarios y mortalidad. Pero esos meses, todo el sistema hospitalario y de atención primaria se dedicó al Covid-19. Ahora, lo que se pretende, es que el sistema hospitalario y la atención primaria puedan dedicarse al Covid-19 y a otras cosas que en marzo y abril se dejaron de hacer. En el momento en que los hospitales puedan dar una respuesta a las dos situaciones de una forma adecuada, seguramente las restricciones se irán levantando. De la primera ola aprendimos que seguramente las medidas no se pueden levantar de golpe.

El miércoles, el sector deportivo se manifestó en Barcelona, donde reivindicó que es un servicio esencial. ¿Le preocupa que haya muchos pacientes que han pasado el Covid-19 y que no puedan hacer la recuperación que deberían en los centros deportivos?

No es positivo que estén los gimnasios cerrados. Es un problema, porque muchos pacientes que han superado el Covid-19 no tienen donde ir. Parte de las personas con déficits relevantes provocados por el virus tienen dispositivos en los hospitales para continuar su recuperación. Los servicios de rehabilitación de los hospitales siguen visitando a las personas que están más tiempo ingresados y que han perdido masa muscular o que tienen problemas respiratorios. A la mayoría de la población se le recomienda que empiecen a hacer actividad física lo antes posible. A esto podrían contribuir mucho entidades especializadas como los gimnasios, que tienen a personas expertas con capacidad de dar esta rehabilitación.

Si tuviéramos un gimnasio en el que todo el mundo hubiera pasado el Covid-19, sería un gimnasio seguro

¿Los pacientes que han superado el Covid-19 son seguros para los gimnasios?

El enfermo más seguro en este momento es el que ha pasado el Covid-19. Si tuviéramos un gimnasio en el que todo el mundo hubiera pasado el Covid-19, sería un gimnasio seguro y no habría ningún problema, porque ni le pueden pasar la enfermedad de nuevo en unos meses, ni pueden ellos transmitirla al resto. Estas personas, cuando han superado la enfermedad, no suponen ni un riesgo para la población, y pueden ir al gimnasio sin ningún problema.

Las autoridades no quieren ser culpadas otra vez de levantar las medidas demasiado pronto

Entonces, ¿habría que abrir ya los gimnasios?

Las decisiones se tienen que poner en una balanza. En este momento, la balanza está a favor de implementar muchas medidas para que no haya nuevos casos. Si hay más casos nuevos, ya vemos qué ocurre cuando hay hospitales llenos. Los profesionales entendemos que las medidas son muy restrictivas y afectan mucho a la vida de las personas. Es cierto que hay unas razones científicas y también unas políticas. Las autoridades no quieren ser culpadas otra vez de levantar las medidas demasiado pronto. Cuando les permitan reabrir, los gimnasios deberán tener claro que no podrán relajar las medidas.

Se está hablando demasiado rápido de la vacuna

En los últimos días han llegado anuncios esperanzadores como el de la farmacéutica Pfizer, que anunció que tiene lista una vacuna con una eficacia del 90%. ¿Qué opinión le merece?

Se está hablando demasiado rápido de la vacuna. Lógicamente la preocupación de la población es muy grande y hemos hecho de una noticia muy grande, una extraordinaria. El avance es importante, sí, pero detrás de la noticia hay un camino que puede ser largo aún. De momento sólo conocemos una parte de la información a través de una nota de prensa. Ahora tenemos que esperar que el ensayo de esta y otras vacunas que están cerca sigan una serie de pasos. Primero, que haya una publicación científica de prestigio que ponga al alcance de la sociedad científica toda la información y avale los resultados. Luego, para utilizarla de forma masiva, hace falta que concluya el estudio y esté contrastado por la comunidad científica, que las agencias reguladoras, seguramente la europea (EMA), y la americana (FDA), aprueben este resultado como válido y le den su aprobación. Y, una vez pase todo esto, se tiene que fabricar el medicamento, distribuirlo, y decir a qué población medicamos.

¿Qué particularidades tiene?

No sabemos a quién han vacunado para hacer los ensayos: si es gente joven o mayor; con enfermedades de base o mayoritariamente hombres o mujeres. Normalmente, es gente joven y sana la que se presenta a los ensayos clínicos. Un enfermo con una enfermedad crónica respiratoria dudo que quiera ponerse una vacuna si no sabe qué efectos secundarios tendrá. Hay que ver si la eficacia se mantiene todo el tiempo previsto y si la vacuna puede producir algún efecto secundario grave en un determinado número de personas. La de Pfizer, además, necesita un sistema de refrigeración, transporte y almacenamiento muy importante. No se puede almacenar en una nevera convencional como ocurre con la vacuna de la gripe.

Antes de primavera o verano de 2021 no habrá un nivel de vacunación medio de entre el 30% y el 50% de la población española

¿Cuándo podríamos empezar a volver a tener una cierta normalidad, con la vacuna?

Creo que el ministro de Sanidad ha sido muy optimista al decir que espera poder inmunizar a 10 millones de españoles a principios de año. Ojalá tenga razón. Pero creo que antes de primavera o verano de 2021 no habrá un nivel de vacunación medio de entre el 30% y el 50% de la población española. Y para mí, eso ya sería un gran éxito. En base a ello, tendremos que vivir hasta entonces con medidas restrictivas. Y no olvidemos que, quizás, pasen tres meses entre las primeras dosis y las segundas que requiere la vacuna de Pfizer.


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