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FITNESS

Alcanza 44.500 socios, una cifra menor que en la pre pandemia pero con los mismos usos

Desde Claror admiten que “los gestores nos tenemos que rejuvenecer mentalmente”

Desarrolla un nuevo plan estratégico inspirado en los ODS de las Naciones Unidas

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El director general de Claror, Gabriel Domingo, sostiene que la irrupción de los adolescentes en la práctica del fitness “no es algo transitorio ni efímero”.

(15-11-2023). El director general de Claror, Gabriel Domingo, asegura que los gestores del fitness deben “rejuvenecerse mentalmente” ante el reto de adaptarse a la mentalidad de las nuevas generaciones de clientes. El directivo cuestiona la praxis de muchos gimnasios, cuyos máximos responsables “siguen replicando el mismo modelo del pasado, como si la nueva ‘música’ no fuera con ellos”.

Ante el nuevo escenario de los gimnasios en España, la cadena catalana de instalaciones deportivas, Claror,  ha lanzado un nuevo plan estratégico inspirado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y que tiene como objetivo crecer cualitativamente y aumentar su responsabilidad social. El director general de la enseña, Gabriel Domingo, lamenta que, a día de hoy, el concepto y desarrollo de la responsabilidad social no goza de la misma relevancia, a nivel sectorial, que aspectos como los planes de crecimiento, el número de abonados o los ebitdas. Según opina,  muchas veces, si se trabaja esta cuestión medioambiental “es por ahorrar”. 

En la actualidad, el Grupo Claror aglutina 10 clubes deportivos en Cataluña, de los cuales gestiona 5 mediante concesión, 4 en régimen de prestación de servicios y 1 de forma directa. Entre todas estas instalaciones deportivas cuenta con más de 44.000 abonados y emplea a algo más de 650 trabajadores.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta el sector del fitness en la actualidad?

El primero, consolidar el uso de los centros por parte del público más joven. El segundo, evitar un efecto rechazo entre el cliente de más edad. El tercero,  la incertidumbre del mercado de la energía de cara a los próximos años. El cuarto sería el reto de adaptarse a las nuevas mentalidades. 

Los gimnasios siguen replicando el mismo modelo del pasado, como si la música no fuera con ellos

¿A qué se refiere?

El usuario está cambiando y la fractura digital ha desaparecido prácticamente. Las generaciones nativas digitales están pasando a ser la mayor parte de nuestro público. Es un tipo de usuario que tiene un esquema de compras, usos y hábitos muy distintos a los de hace años. Sin embargo, a día de hoy, muchos gimnasios siguen replicando el mismo modelo del pasado, como si la música no fuera con ellos. Hoy se requiere un cambio, segmentar y ofrecer productos distintos a públicos diferentes. Y, sobre todo, hay que trabajar en el cómo comunicar: Instagram y TikTok son los grandes canales y en éstos hay que mostrar en vez de decir. 

¿Cuál es la clave para conectar con el público joven? 

Aquellos operadores que cuentan con gente joven entre sus filas tomando decisiones o aquellos que han nacido en este nuevo contexto, tienen ventaja. De hecho, a veces parece que ser un veterano del sector es un hándicap. Los gestores nos tenemos que rejuvenecer mentalmente. También hay que fichar a personas jóvenes y ser dinámicos, elásticos y ágiles. Los influencers nos van por delante y las modas cambian muy de prisa. Hoy en día, es imprescindible estar muy atento a lo que sucede para reaccionar con la mayor celeridad y eficiencia posibles, pues, de no hacerlo se corre el riesgo de ‘perder el compás’.

No hay que ahuyentar a las nuevas generaciones

¿Qué ha representado este 2023 para el sector del fitness?

El coste de la energía ha dado una tregua y los abonos se han consolidado. No obstante, lo más importante ha sido esta irrupción de los adolescentes en la práctica del fitness. Este hecho no es ni transitorio ni efímero. La entrada de estas nuevas generaciones digitales perdurará. Por lo tanto, el reto es no ahuyentarlos. Hay que hacer que esta irrupción se consolide.

Pero también hay que tratar con las personas mayores de 55 años. ¿Es posible combinar ambas clientelas?

En nuestro caso, hemos lanzado una prueba piloto en nuestro gimnasio de la calle Sardenya de Barcelona, donde hemos generado tres grandes zonas. Cada una de ellas está pensada para un perfil de edad distinto. Trabajamos una zona para personas de hasta 30 años; otra, para gente de entre 30 y 60 años y otra más, para aquellas de más de 60 años. Cada franja de edades tiene su espacio. Pero ya estamos viendo que hasta que los influencers no vayan a clases grupales o a las piscinas, los adolescentes tampoco irán. 

Aparte de gestionar los diferentes grupos de edades, ¿qué otros retos tiene Claror para el próximo 2024?

Hemos desarrollado un plan estratégico con el lema “hacer para transformar” que se ha inspirado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En esta línea, trabajamos siete aspectos. Además de ser una instalación de ocio deportivo, buscamos ser un centro de salud y estamos poniendo el foco en el trabajo digno, por lo que queremos que nuestro equipo humano considere Claror como un buen sitio para trabajar. Asimismo, también trabajamos la acción climática. 

Paralelamente, queremos dar un paso adelante con las escuelas, mejorar la relación con los ayuntamientos, seguir dando pasos en la igualdad de género y social y propiciar que los proveedores se sumen a nuestro plan. En ese sentido, invitamos a nuestros suministradores a que hagan un paso adelante en torno a la responsabilidad social.

Muchas veces, si se trabaja la cuestión medioambiental es más por ahorrar que por la consciencia social

¿Cómo se puede dar un paso adelante en el aspecto medioambiental y hacer frente a la sequía actual prolongada que padece Catalunya?

Hace tiempo que trabajamos esta línea, con planes de ahorro energético y de agua. Al respecto, hemos instalado unos dosificadores en las duchas para regular el caudal de agua, por lo que sólo se pueden gastar doce litros de agua por minuto, independientemente de la presión.

¿El fitness es responsable con su entorno? 

Hay una batalla por crecer en centros, clientes y ebitdas. Esto, en ocasiones, implica no estar alineado con la responsabilidad social o el impacto que se genera. De hecho, me atrevería a decir que, a veces, si se trabaja la cuestión medioambiental es más por ahorrar que por verdadera consciencia social.  

Hay un riesgo de que, al final, el ‘pastel’ no sea lo suficientemente grande para todos y que las ‘porciones’ sean más pequeñas

Más allá de los ODS mencionados, ¿por dónde pasan los planes de Claror en el futuro? 

Hay que mejorar los servicios en calidad y la experiencia laboral de nuestros trabajadores. Consideramos que hemos alcanzado la estabilidad con 44.500 socios, un 11% menos de abonados que antes de la pandemia, pero con el mismo nivel de uso de las instalaciones. Con ello, hemos alcanzado las magnitudes de negocio del periodo prepandemia, generando ingresos adicionales a las cuotas y con un ligero aumento del ticket medio. De cara a la conclusión de este 2023, estimamos que tendremos unos ingresos, incluso, superiores a los de antes del Covid-19. 

Una de las maneras con las que han aumentado el ingreso medio por socio es con el Pilates Reformer. ¿Es una burbuja?

Hasta ahora, hemos abierto tres córners y queremos instalarlos en el resto de nuestros gimnasios. El pilates tiene recorrido y no parece que vaya a caducar en el corto plazo. Es una actividad de valor que aporta ingresos fuera de cuota y que tiene una alta demanda. Su público es principalmente femenino y de edad más madura, por lo que es muy fiel. 

¿Se respira optimismo en el sector del fitness?

Hemos pasado de la tensión y la preocupación a una cierta euforia. El entorno se ha consolidado y los operadores han aumentado el ticket medio. Este 2023 ha sido el año de la recuperación definitiva. 

Hemos pasado de la tensión y la preocupación a una cierta euforia

Esta euforia parece que se traduce en planes de expansión. ¿Hay demasiada oferta de fitness en Cataluña?

La oferta va creciendo a una velocidad que superará la demanda. Hay un cierto riesgo de que, al final, el ‘pastel’ no sea lo suficientemente grande y las ‘porciones’ sean más pequeñas. Algunos proyectos acabarán desapareciendo. 

¿Claror se plantea crecer a nivel de centros?

No tenemos un plan marcado. Valoramos las oportunidades que se ponen encima de la mesa, pero nunca nos presentamos a concursos porque sí. Tenemos una dimensión suficiente para competir contra grandes y pequeños. Quizás, en dos o tres años, algún proyecto vea la luz, tanto del modelo público como del privado.


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