El presidente de The North Face hace un llamamiento a la acción contra el cambio climático

Reproducimos a continuación la carta íntegra escrita por Tod Spaletto, presidente de The North Face:

Dos veces al año, el sector de las actividades al aire libre, con un volumen de negocio de 646.000 millones de dólares, se reúne en Outdoor Retailer, en Salt Lake City, donde los asistentes pueden ver de primera mano todas las tendencias, colores, tejidos y estilos que llegarán a las montañas, senderos y calles el año siguiente. La caza de tendencias es uno de los ritos de iniciación de la exposición. De todas las tendencias que vi allí la última vez, hay una en concreto que me da esperanza: el aumento de los llamamientos a actuar frente al cambio climático.

El sector de las actividades al aire libre ha sido uno de los líderes de la comunidad empresarial en general en lo que respecta a la sostenibilidad y la reducción de las emisiones de carbono. En la sede central de The North Face en California, el 100 % de la electricidad procede de fuentes renovables. Estamos buscando constantemente nuevas formas de reducir nuestra huella de carbono y sabemos que todavía queda mucho por hacer. Aplaudimos los esfuerzos que hacen las demás marcas de actividades al aire libre para reducir drásticamente su huella de carbono. Esa es la forma de actuar correcta para nuestros balances, para los 6,1 millones de personas en total que trabajan para las marcas de actividades al aire libre en Estados Unidos y para nuestros hijos y nietos.

La realidad es que la sostenibilidad por sí misma no resolverá los desafíos que plantea el clima. Necesitamos que el gobierno de Washington dé un paso al frente también, y recientemente lo ha hecho: la administración Obama hizo oficial el Plan de Energía Limpia (CPP, por sus siglas en inglés). Es la acción más memorable que ha realizado cualquier presidente estadounidense para hacer frente a las emisiones de carbono mediante la combinación de iniciativas inteligentes de eficiencia energética con objetivos de reducción de emisiones de carbono y generación de energía limpia. El objetivo es reducir las emisiones de carbono de Estados Unidos un 30 % por debajo de los niveles de 2005, pero es igualmente importante enviar una señal al mundo en la Conferencia del Clima de Naciones Unidas en París para que quede bien claro que Estados Unidos se toma muy en serio el futuro de nuestro planeta.

La Casa Blanca estima que el CPP creará 275.000 puestos de trabajo en Estados Unidos. Son trabajos de la nueva economía, como instalar paneles solares que aumentan la eficiencia de nuestras casas y edificios, levantar turbinas eólicas o diseñar el software que hace funcionar una red de energía más inteligente. Como presidente de una empresa, tengo muy claro que el CPP impulsará la innovación y la iniciativa empresarial en nuestro país. (Probablemente también reducirá las facturas de la electricidad, según un nuevo estudio del Georgia Institute of Technology). Pero el CPP es solo el principio. Ha llegado el momento de que el Congreso tome la iniciativa. La historia demuestra que las grandes victorias medioambientales, como la protección del Gran Cañón, la aprobación de la Ley de Limpieza del Aire y la Ley de Limpieza del Agua, los esfuerzos para reducir la lluvia ácida y evitar el agotamiento de la capa ozono, solo se logran con una acción decidida del gobierno. Antes de que se promulgasen estas leyes, nuestros ríos eran tóxicos y el aire estaba saturado de hollín. Estas leyes no supusieron pérdidas drásticas de puestos de trabajo ni ralentizaron el crecimiento económico como algunos habían augurado.

Por desgracia, actualmente no existe una acción coordinada del Congreso en relación con el clima. De hecho, el Senado votó para desmantelar el CPP la semana pasada, a pesar de que la mayoría del público estadounidense lo apoya (Yale, 2015). La industria de los combustibles fósiles sigue bloqueando cualquier iniciativa legislativa sensata. Para superar este obstáculo, el sector de las actividades al aire libre, junto con todos los demás sectores empresariales y los ciudadanos concienciados, deben llevar esta lucha a Washington. Debemos exigir que se actúe en nombre de nuestros hijos, por el bien de nuestras montañas y de nuestro planeta, y por el bien de nuestras empresas.

Por ejemplo, como miembro del grupo de presión Ceres Business for Innovative Climate and Energy Policy (BICEP), The North Face se ha unido a importantes empresas, como Apple, Disney, Ikea, Starbucks, Pepsico y otras para firmar la Declaración del Clima de BICEP. La premisa de la declaración es sencilla: hacer frente al cambio climático es una de las mayores oportunidades de Norteamérica en el siglo XXI. También nos hemos unido a Protect Our Winters para garantizar que nuestros atletas profesionales y consumidores se comprometan y tomen medidas significativas para lograr la aprobación de leyes sobre la energía y el clima que protejan las actividades al aire libre para las generaciones futuras, al permitir una transición rápida a una economía del siglo XXI con bajo nivel de emisiones de carbono que cree puestos de trabajo, estimule el crecimiento económico y estabilice el clima de nuestro planeta.

Esta semana en París nuestra empresa matriz VF Corp anunció su compromiso de obtener el 100% de la energía renovable en instalaciones propias y gestionadas antes de 2025. Y aunque todavía tenemos que trabajar mucho para reducir nuestra huella de carbono global, estamos avanzando en la dirección adecuada y nos sentimos orgullosos de este audaz paso adelante para hacer frente al cambio climático y proteger el medio ambiente saludable del que dependemos.

La exploración está en nuestro ADN en The North Face. Nuestros atletas han escalado todas las montañas importantes del mundo y nos enorgullecemos de nuestra independencia. Llegamos a donde pocos se atreven a ir. Sin embargo, el cambio climático no se puede vencer con un esfuerzo solitario. Actualmente nuestros atletas y clientes utilizan nuestro equipo en tierras salvajes y parques nacionales creados por nuestro gobierno como reconocimiento de su profundo valor para el pueblo estadounidense. Ahora esas mismas tierras están sufriendo sequías e incendios, plagas e inundaciones. Nosotros hemos dejado de lado esa tierra; ahora debemos actuar de nuevo, es el momento de proteger la tierra de los efectos devastadores de un mundo que se calienta.

Todos los ojos del mundo estarán puestos en París el resto de esta semana y esperamos que nuestros líderes se unan y encuentren puntos comunes para hacer frente al mayor problema medioambiental de nuestro tiempo. El cambio climático nos afecta a todos y exige que todos seamos parte de la solución.

Si su empresa todavía no ha firmado la Declaración del Clima de BICEP, le animo a que lo haga hoy mismo . Para más información sobre el tema, haced click aquí. Y para participar en esta acción aquí