La Federación Madrileña de Montañismo reivindica el papel de la mujer montañera

En un artículo del año 1838 se define a la mujer alpinista como “una virgen incapaz de encontrar o conseguir un hombre con quien casarse”. Y cuando el Alpine Club se fundó en 1858, no admitía en él a damas, de allí que estas crearan en 1908 The Ladies Alpine Club para reclamar su espacio en la montaña.

Y reclamar su espacio en la montaña es precisamente el objetivo del Mes de la Mujer Montañera FMM, organizado desde la vocalía de Mujer y Montaña que dirige Helena Cornic en la Federación Madrileña de Montañismo.

Es el segundo año que la Federación Madrileña de Montañismo convoca estas jornadas, con marchas de montañismo y senderismo todos los fines de semana, conferencias, coloquios, proyecciones, cursos, entrenamientos y master classes durante todo el mes de marzo.

“Aunque se ha avanzado mucho en las últimas décadas, el alpinismo y la escalada siguen siendo actividades mayoritariamente masculinas. Y queremos darle la vuelta a las estadísticas desde la reflexión, el debate y la formación, descubriendo referentes femeninos en nuestras montañas y promoviendo la aparición de modelos nuevos”, indican desde la FMM.