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MONTAÑA

La estación confía en volver a superar los 40.000 visitantes en la campaña estival

La Molina ‘ensaya’ este verano los protocolos de seguridad para el invierno

la molina xavier perpinya

El director de La Molina, Xavier Perpinyà, prevé que la estación supere los 40.000 visitantes este verano.

(20-7-2020). El director de La Molina, Xavier Perpinyà, indica que la afluencia de visitantes a estas alturas de la temporada de calor es similar a la del verano pasado a pesar de que, este año, la campaña estival se puso en marcha 20 días más tarde. Las previsiones son optimistas.

La Molina es una de las estaciones de la Península Ibérica que más trabaja en verano. La organización de actividades en los meses estivales se remonta a 1994 y las instalaciones están en funcionamiento durante casi 10 meses al año: de noviembre/diciembre hasta abril con la campaña blanca y de principios de junio a octubre con la campaña de verano. Este año está siendo un poco atípico, ya que las pistas de esquí tuvieron que cerrar el día 13 de marzo ante la declaración del Estado de Alarma y la temporada estival se abrió un poco más tarde de lo habitual.

Aun así, el director de la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) se muestra satisfecho de este mes de andadura desde que el 20 de junio se dio el pistoletazo de salida a la campaña de verano. A pesar de que ésta se haya arrancado con unos 20 días de retraso respecto al calendario habitual –aunque hasta San Juan sólo abre los fines de semana-, la afluencia de visitantes es la misma que el año pasado por estas fechas. Es por esto que Perpinyà confía en alcanzar las cifras de visitantes de los últimos veranos, que se han situado entre las 40.000 y las 45.000 personas frente a las 300.000 que, de media, acuden a la estación durante el invierno.

El cliente local compensa la caída del público extranjero

El público extranjero representa en torno al 20-30% de los visitantes de La Molina en verano. Este año el turismo internacional se ha perdido, salvo algunos franceses que optan por el Bike Park, pero la estación lo está compensando con una mayor asistencia del cliente de proximidad. En este mes de funcionamiento, según precisa Perpinyà, el perfil mayoritario es el de personas procedentes de la propia Cataluña, “muchos abuelos con niños, familias que tienen una segunda residencia en la zona y personas que van y vienen en el día desde Barcelona u otras ciudades catalanas y quieren pasar un día en contacto con la naturaleza”.

El lema de La Molina para este verano es, de hecho, ‘Respira natura’ (‘Respira naturaleza’). La estación se muestra orgullosa de que este es el primer verano que se puede subir en telecabina hasta el mirador del Niu de l’Àliga, a 2.537 metros de altitud, después de que el recorrido del remonte se ampliara desde el pasado 20 de noviembre.

Otro perfil que está despuntando este verano es el de un público joven y padres con niños que acuden al Bike Park, que registra una afluencia muy dinámica en línea con el auge que atraviesa el ciclismo desde que se inició el desconfinamiento. La instalación recibe una cifra diaria de entre 200 y 250 bicicletas.

Turismo outdoor y de proximidad, en auge

El responsable de La Molina señala que el turismo en espacios al aire libre ha ganado peso en los últimos años pero está cobrando aún más relevancia ahora porque “la gente busca la tranquilidad y el aire libre y saldrán beneficiados aquellos lugares menos masificados”. En este sentido, recuerda que la capacidad del Niu de l’Àliga está regulada y tiene unos máximos establecidos.

Protocolos de seguridad

La Molina ha trabajado en los meses previos a la apertura de la temporada de verano para aplicar todas las medidas de seguridad necesarias frente al Covid-19, tales como señalización horizontal para mantener las distancias e indicar las entradas y las salidas, marcar las escaleras para definir circuitos de subida y bajada, etc. Además, la capacidad del transporte por cable –telecabina y telesilla- se ha reducido al 50% y es obligatorio el uso de mascarilla.

Perpinyà sostiene que la puesta en marcha de estos protocolos “es una prueba piloto de cara al invierno por todo lo que respecta a los accesos, aparcamientos, colas, sistemas de adquisición del forfait… Es un aprendizaje”.

Confianza en una temporada blanca normal

El director de La Molina asegura que, en estos momentos, la estación se plantea la temporada blanca de la misma manera que las anteriores. “Estamos trabajando en el mantenimiento y en todas las obras que habíamos planificado. Confiamos en que el frío y la nieve lleguen cuanto antes y que sea un invierno normal”, comenta. Perpinyà añade que desde las estaciones de esquí se está trabajando para que se pueda cubrir el 100% de la capacidad.

Digitalización

La Molina está en pleno salto de transformación digital, un proceso que sus responsables consideran esencial en el nuevo escenario. “Este verano ya se puede adquirir el forfait desde casa para minimizar el paso por las taquillas y asegurar, a la vez, que el usuario entrará dentro del cupo para ese día”, incide Perpinyà.

 


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