(30-8-2019). El turismo activo se ha puesto de moda y cada vez son más las familias que se decantan por este tipo de vacaciones en verano, pero algunas empresas del sector advierten ya de saturación en determinadas zonas o actividades.
No es que el turismo activo pueda hacer sombra al modelo de sol y playa, pero las vacaciones de deporte y aventura van ganando adeptos año tras año. En los meses de julio y agosto, atraen sobre todo a un público familiar, con niños a partir de los 6-7 años, mientras que en primavera y otoño proliferan más los grupos de amigos y las parejas, con una media de edad algo más joven. Si hablamos de actividades, la oferta de estas empresas es muy variada y abarca desde kaiak y senderismo a barranquismo, rafting y vías ferratas. En zonas como el Pirineo, el descenso de barrancos concentra hasta el 90% de la demanda.
Verano al alza
El verano ha dejado buen sabor de boca a las empresas de turismo activo en España. Así se desprende, al menos, de los operadores consultados por CMDsport que, en la mayoría de los casos, señalan un aumento de la demanda. El gerente y fundador de Nómadas del Pirineo, Alberto de Santío, confirma que “hemos trabajado bien, incluso más que el año pasado” y también desde Zenit Experiencias y Aventuras, en Asturias, apuntan una tendencia al alza. Al igual que en años anteriores, el mes de julio arrancó más flojo, mientras que agosto ha sido “la locura”, sobre todo durante las tres primeras semanas.
Las sensaciones positivas se ven reforzadas por la buena percepción de la primavera. Tal como explica el responsable del grupo Guara-Mascún, David Santolaria, “el año pasado la primavera fue muy lluviosa, pero éste el tiempo nos ha acompañado y se ha dejado ver en la afluencia de visitantes. Las condiciones climatológicas influyen mucho en nuestro negocio”.
Hemos dejado de trabajar con operadores de Internet y agentes low-cost que generan masificación
Situación cambiante en Sierra Nevada
Mientras que en zonas de fuerte arraigo del turismo activo de montaña como el Pirineo o los Picos de Europa aseguran que han trabajado más que en veranos anteriores, desde Sierra Nevada indican un cambio de tendencia en los meses de mayor afluencia de practicantes de actividades multiaventura. Jesús Espinosa, uno de los fundadores hace 30 años de la empresa de guías Nevadensis, sostiene que “cada año trabajamos más en primavera y otoño y menos durante el verano”. Esto significa una bajada del público nacional, ya que es el cliente español quien acude durante la época estival en contra del extranjero, que se suele decantar por la primavera y el otoño.
Masificación
No obstante, el veterano guía de montaña constata que , en Andalucía, existe una alta demanda de descenso de barrancos muy concentrada en un lugar concreto: Río Verde, en Granada, donde, de forma paralela ha aumentado la competencia y se ha masificado la zona. La masificación es precisamente, según algunas empresas de turismo activo, uno de los principales problemas a los que se enfrenta este sector, ya que juega en contra de la calidad de los servicios y la propia seguridad. Espinosa asegura que “hemos dejado de trabajar con operadores de Internet y agentes low-cost que generan masificación y merman la calidad de los servicios. Hay muchas empresas ofertando precios muy bajos”.
Los operadores de turismo activo en el Pirineo aragonés se han multiplicado por tres o por cuatro en los 10 últimos años
Esta situación también es patente en el Pirineo aragonés, donde dicen que los operadores de turismo activo se han multiplicado “por tres o por cuatro” en los 10 últimos años. El responsable de Asdon Aventura Pirineos, Alfonso Borrás, alerta de que hay empresas que priman la cantidad sobre la calidad y saturan de clientes las actividades que organizan. “Cuando ofreces un producto que conlleva un riesgo por la propia actividad –advierte- tienes una responsabilidad porque detrás de cada cuerda está la vida de una persona. Y detrás de cada actividad, está la responsabilidad del guía”. Es por esto que defiende no sólo una adecuada formación de los guías, sino también que estos tengan “un salario digno, acorde a su responsabilidad”.
En este sentido, señala que la proliferación actual de empresas en el Pirineo se produce por la situación de “guías maltratados” que trabajaban en empresas grandes y que, dadas sus malas condiciones laborales, han decidido establecerse por su cuenta.
Falta de regulación
Los guías de montaña aluden también a la falta de regulación como un incentivo para la sobreoferta y la masificación. En la zona del Pirineo aragonés, por ejemplo, la práctica de actividades de aventura está expresamente prohibida en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y está regulada en la Sierra y los Cañones de Guara. En el resto del territorio, sin embargo, no hay ninguna normativa ni ningún límite para el número de personas que pueden participar en una actividad. Esta ausencia normativa, además, ha atraído a empresas francesas o belgas que llevan a sus clientes a practicar multiaventura al Pirineo ante la existencia de regulaciones específicas en sus países.
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