La educación física escolar reivindica su papel en la lucha contra el COVID-19

La educación física escolar debe jugar un papel fundamental en la lucha contra el Covid-19. Así lo reivindicó ayer el Consejo COLEF, la corporación de derecho público que representa a los 17 colegios oficiales de educadores físico deportivos de España desde una perspectiva legal. Este organismo ha elaborado una guía con recomendaciones genéricas para que los centros educativos puedan mantener la educación física en sus parrillas respetando las medidas de seguridad e higiene en la nueva normalidad.

En la presentación, se aclaró que esta guía nació de la amenaza que sintieron muchos docentes de educación física cuando empezaron los rumores acerca de reutilizar los pabellones como aulas donde hubiera mayor distancia social. “Nuestra asignatura no es un problema, sino una solución a algunas de las cosas que nos están ocurriendo. En nuestra área nos podemos adaptar más fácilmente que otras materias que dan clases en aulas cerradas”, expuso Sonia Hercé, secretaria general del Consejo COLEF, en la presentación de la guía.

Según añadió Hercé, “tenemos en nuestras manos una herramienta esencial para la sociedad. La educación física será una de las asignaturas que tendrá más peso en la vuelta a las aulas”.

Este conjunto de pautas, que luego deberán adaptarse a las medidas que imponga cada comunidad autónoma o centro escolar, buscan lograr un doble reto: “Prevenir ante la pandemia y conseguir que el alumnado aprenda la materia y cumpla sus objetivos académicos”.

LAS CLASES DEBEN SER PRESENCIALES

Mónica Aznar, vicepresidenta del Consejo COLEF, destacó la buena labor de los docentes, que han tenido que adaptar una actividad que suele producirse en espacios grandes a espacios reducidos que el alumnado tuvo durante el confinamiento. “Mediante retos, juegos y actividades les han permitido aprender y ocupar su tiempo libre, minimizando problemas como la inactividad, los altos tiempos ante las pantallas o los malos hábitos”, expuso.

Tras haber analizado el regreso a los colegios en otros países, su idea es que en septiembre la educación física pueda volver con clases presenciales, aunque adaptadas a la nueva normalidad. “Los docentes se van a encontrar con unos alumnos que acusarán las consecuencias de estar casi tres meses encerrados y deberán mejorar sus hábitos sociales y su estado físico”, prosiguió Aznar, quien aprovechó su intervención para pedir a las administraciones públicas una “mayor concreción en las medidas para los docentes de la actividad física”.

ORGANIZACIÓN EN SUBGRUPOS

En la guía se enumeran algunas medidas como, por ejemplo, la organización del alumnado en subgrupos más pequeños que, eso sí, no se mezclen. De esta forma se reducirá el número de contactos cercanos de cada alumno. Los docentes deberán tener anotados los grupos de trabajo con tal de poder hacer un seguimiento en caso de posibles síntomas por COVID-19.

La guía no ofrece un protocolo a seguir en el supuesto que algún alumno presente síntomas, dado que entiende que es responsabilidad cada centro escolar.

CUIDAR LOS ESPACIOS Y MATERIALES

La guía también ofrece otros consejos tanto para el alumnado como para los docentes. De cara a los profesores, les recomienda ser más selectivos a la hora de elegir los contenidos competenciales.

También les propone iniciar el primer trimestre con actividades que sean más fácilmente adaptables a la nueva normalidad, dejando para más adelante aquellas actividades colectivas que requieran de mayor interacción física. Es una forma de ganar tiempo mientras llega algún tipo de vacuna.

DEPORTE COLECTIVO CON LIMITACIONES

No descarta modalidades deportivas colectivas, aunque sí aconsejan modificar algunas reglas en los distintos deportes para reducir el contacto entre los alumnos. Priorizar los espacios al aire libre; intercalar materiales para no repetir su uso entre distintos alumnos y ser especialmente cuidadosos con todo lo que tocan son otros de los mensajes clave de la guía.

Durante la práctica deportiva no se recomienda el uso de mascarillas, que sí se deberán usar antes y después de la misma.

Los profesores deberán tener muy claros los protocolos sanitarios de cada comunidad autónoma y de cada centro escolar para poder transmitirselo a los alumnos, especialmente en las primeras semanas de curso.

De cara a los centros, se recomienda adaptar lo antes posible sus espacios al nuevo contexto, con marcas en el suelo y distintos carteles que aclaren qué hay que hacer y qué no se puede hacer.