Declaran culpables de homicidio involuntario a los padres de una niña obesa y sedentaria

Unos padres han sido declarados culpables en Reino Unido de la muerte de su hija de 16 años, por permitir que la menor alcanzara niveles altos de obesidad y sedentarismo que le habrían derivado en problemas de salud mortales.

Se trata de la primera vez en el país que la justicia declara penalmente responsable a los progenitores de un menor por no controlar la dieta y el régimen de ejercicio de sus hijos.

Kaylea Titford falleció el 17 de septiembre de 2022 a los 16 años de edad, con un peso de 146 Kg y una altura de 1,45 m.

De acuerdo a los informes mostrados en el juicio, la menor contaba con una discapacidad que le había llevado, antes de la pandemia, a realizar pruebas para ingresar en el equipo paralímpico de baloncesto. Planes que el continuo aumento de peso de la chica habrían trucando.

El tribunal de Mold, en Gales, consideró que los padres de la fallecida habían controlado “bastante bien” el peso y estado físico de su hija entre los ocho y los 12 años. Pero con los cierres impuestos por la pandemia, la menor habría empezado a ganar peso. Tras ellos, ya no regresó a la escuela, donde participaba en programas de educación física.

Su causa de muerte se registró como resultado de “inflamación e infección en áreas extensas de ulceración derivadas de la obesidad y sus complicaciones e inmovilidad en una niña con espina bífida e hidrocefalia”.

El caso, calificado de ‘histórico’ crea un precedente al identificar la falta de actividad física y la obesidad entre los niños como responsabilidad legal de los padres.