(4-2-2022). Un estudio internacional habría conseguido determinar porqué el ejercicio realizado en diferentes momentos del día puede tener un efecto diferente en el cuerpo humano, dando pie a una mayor personalización y eficacia del entrenamiento, según la ciencia.
Un equipo internacional de científicos ha llevado a cabo una investigación pionera con el objetivo de evaluar cómo y por qué el ejercicio realizado en diferentes momentos del día puede tener diferentes efectos en el cuerpo humano.
En concreto, la investigación se ha centrado en cómo el cuerpo produce diferentes moléculas de señalización que promueven la salud, y que tienen un amplio impacto en la salud, influyendo en el sueño , la memoria, el rendimiento del ejercicio y la homeostasis metabólica.
Los investigadores han observado cómo el ejercicio puede producir moléculas de señalización de manera específica para los distintos órganos, según la hora del día en la que se encuentre la persona que se está ejercitando.
Atlas del metabolismo del ejercicio
El resultado es la publicación de un ‘Atlas del metabolismo del ejercicio’: un mapa completo de las moléculas de señalización inducidas por el ejercicio presentes en diferentes tejidos después del ejercicio en diferentes momentos del día.
Jonas Thue Treebak, coautor del estudio y profesor asociado del Centro de Investigación Metabólica Básica de la Universidad de Copenhague, afirma que el estudio es el primero de su tipo y tendrá un impacto en los regímenes de ejercicio. “No solo mostramos cómo los diferentes tejidos responden al ejercicio en diferentes momentos del día, sino que también proponemos cómo estas respuestas están conectadas para inducir una adaptación orquestada que controla la homeostasis de la energía sistémica”, señala.
Realinear los ritmos circadianos defectuosos
Otros nuevos conocimientos del estudio incluyen una comprensión más profunda de cómo los tejidos se comunican entre sí y cómo el ejercicio puede ayudar a “realinear” los ritmos circadianos defectuosos en tejidos específicos. Precisamente, los relojes circadianos defectuosos se han relacionado con un mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2.
Shogo Sato, compañero coautor y profesor asistente del Departamento de Biología y el Centro de Investigación de Relojes Biológicos de la Universidad de Texas A&M, añade: “Es un estudio importante que ayuda a dirigir más investigaciones que pueden ayudarnos a comprender mejor cómo hacer ejercicio: si se programa correctamente, puede ayudar a mejorar la salud”.
El estudio también identifica nuevas moléculas de señalización inducidas por el ejercicio en múltiples tejidos, que necesitan más investigación para comprender cómo pueden influir en la salud de forma individual o colectiva.
Para los investigadores, se trata de unos hallazgos que pueden permitir a los proveedores de pautas de entrenamiento crear productos con un impacto “significativamente” mayor sobre los resultados que obtenga el usuario. Asimismo, permitirá diseñar programas de ejercicios enfocados a resultados específicos en términos de bienestar, permitiendo a los clubes deportivos y gimnasios acercar sus servicios al ámbito médico y de la salud.
Consultar la investigación completa
Sorprende que se hable de las posibles aplicaciones de este estudio para la salud de las personas y sobre el ser humano cuando se han utilizado ratones. Sorprende porque en ningún momento se ha señalado que el estudio ha utilizado únicamente modelos animales.